CRISTINA DEL ROSSO TE ENSEÑA A PINTAR
En la sesión anterior te mostré cómo preparar el soporte y cómo trabajar con arenas.
Ahora empieza lo divertido.
Ya tienes la mezcla de arenas bien seca y firme. Puedes comprobar, por las dudas, si no quedó nada sin pegar: pásale la mano por encima o voltea el cuadrito.
Nos toca ahora ponernos a pintar. Las cintas que elegí me han inspirado la combinación de colores. ¡Elige la tuya! Entonces, me toca colocar en la paleta amarillo y rojo de cadmio, blanco de titanio, azul ultramar y negro marfil.
Para lograr el burdeos se mezcla rojo y negro. El gris de mi cinta, con blanco, negro y un poco de azul.
¡Aplica el color como te guste! ¡Al azar! Como mi composición está organizada en diagonal, decidí pintar siguiendo este esquema. Usa un pincel gastado y viejo para no echar a perder uno de los buenos… te lamentarás. Verás cómo el pincel va llenando de color los huecos y huequitos que ha dejado tu mezcla de arenas. Si quieres, puedes darle una base de color uniforme. O dejar sin pintar algunas partes, para que se vea el tablero o el polvo de mármol. ¡Tienes toda la libertad del mundo para crear!

No me dediqué mucho a las esquinas, pues estarán tapadas por los trozos de papel de regalo.
Como siempre, podrás añadir capas de pintura a tu gusto. El óleo con las arenas tarda mucho en secar, tendrás que tener paciencia. Además, mezclado con arenas tiende a perder intensidad en el color: muchas veces conviene reforzarla con otra capa más de pintura, si es que te apetece.
Una técnica interesante: hacer una veladura (médium o aceite y un poco de color) y dejarla correr por los instersticios de la parte en la que hemos aplicado texturas. Así se te formarían pequeños ríos de color.
Ahora que nuestra pintura se secó, tenemos que probar cómo vamos a disponer nuestros objetos. Yo pensaba poner cintas y papeles, ¿no? Pero ahora que veo cómo ha quedado no me convence para nada. Se pierde el trabajo de texturas que hicimos. ¿Qué es lo que queremos destacar? El papel se destaca demasiado y ésa no era la idea.
Probemos con trozos más chicos, para que se vea el fondo. Tampoco me gusta.
Si de todas maneras quieres usar papel, ten en cuenta usar siempre un papel que esté impreso de un solo lado. Se pega con cola blanca, arrugado o liso, como quieras. Preferentemente, rasgado, para que no queden límites duros. Se puede pintar por encima. Ten en cuenta que al pegarlo con cola blanca se endurecerá.
Probemos con las cintas. Fueron muy inspiradoras en la estrategia de color. Pero así, con los papeles, parece demasiado confuso, no se sabe dónde mirar.
Saquemos los papeles y quedémonos con las cintas. No está mal, pero tampoco me gusta del todo.
Si optas por usar telas, o cintas, como en este caso, tienes que embadurnarlo todo con cola blanca. Te quedará como un trapo mojado. Debes dejarlo secar pero no del todo: te tiene que quedar húmedo, de tal manera que puedas darle la forma que quieras, y de nuevo lo dejas hasta que esté completamente seco. Tienes que ir controlando; quizás debas esperar unas 10-12 hs para tener tu objeto textil en un estado maleable, pero todo depende de las condiciones climáticas de tu zona. Pégalos con cola blanca.
Una prueba más: conseguí estas plumas en una tienda de manualidades. Elegí colores que se destaquen con el fondo. Esta opción haría que el cuadro presente la contraposición de suavidad-rugosidad, y muy táctil, por cierto. Pero cintas y plumas es demasiado: se pierde el trabajo que hicimos con las arenas.

Saquemos las cintas y probemos con las plumas. ¿Qué te parece? ¡Me quedo con esta opción! Así el cuadro se centra en las texturas, en lo táctil. No hay confusiones de ningún tipo.
Así es el proceso creativo de un cuadro cuando no te ciñes a un modelo determinado. Tú vas guiando el proceso.
Las plumas son objetos muy delicados. Para colocarlas en el cuadro, primero fíjate cómo las vas a disponer y luego hay que pegarlas una por una, con pegamento instantáneo. Es un trabajo de precisión: sólo se puede colocar el pegamento en el cañón de la pluma. Si te extiendes, se pierde el efecto de suavidad, de lo volátil. Fíjate que estén bien pegadas, que no se suelten.
¿Cómo se barniza un cuadro de este tipo? Mi consejo es barnizarlo antes de pegar los objetos. Algunos papeles y tejidos pierden color cuando se barnizan; si están endurecidos con cola blanca, no presentan ningún problema. Las plumas no se pueden barnizar de ninguna manera: se te aplastarían (a no ser que quieras dar ese efecto).
¿Cómo se conserva? Te aconsejo colocarlo en un marco tipo caja con un vidrio, de tal manera que no aplaste los objetos. ¡Los cuadros con texturas son como imanes para el polvo!
¿Y cómo lo cuelgas? Este tipo de obras tienen la particularidad de que, al tener relieve, éste proyecta sombras. El cuadro va cambiando según las luces del ambiente. Las sombras se mueven con las luces. Esto es lo que tienes que tener en cuenta cuando vayas a colgarlo.
Hoy aprendiste:
– usar la técnica de endurecido con cola blanca,
– componer con texturas
– crear libremente sin un modelo determinado.
Bibliografía
DOERNER, Max: Malmaterial und seine Verwendung im Bilde, 1985
GOODING, Mel: Abstract Art, 2001
MAYER, Ralph: The artist’s handbook of materials and techniques, 1991