Almacelles | Grand Prix del verano 2024

ALMACELLES: HISTORIA, PATRIMONIO Y CULTURA

INTRODUCCIÓN 

Desde la Cámara del Arte siempre buscamos la forma de difundir el rico patrimonio histórico artístico que tenemos a nuestro alrededor. No podíamos perder la oportunidad de centrarnos en nuestras localidades españolas, sobre todo de ese concepto tan en boca hoy día de la España Vaciada.

Si hubo una institución que hace años fue avanzadilla en promocionar estas poblaciones ese fue el programa de RTVE el Grand Prix y como no podía ser de otra manera queremos aportar nuestro granito de arena dando a conocer todos estos pueblos que van a participar en la edición del verano de 2024. 

En este artículo vamos conocer la villa de Almacelles, ubicado en Cataluña, en concreto en la provincia de Lleida, siendo un pueblo limítrofe con la comunidad autónoma de Aragón dentro de la comarca del Segriá. Se encuentra a muy pocos kilómetros de Lleida, la capital de la provincia. A su alrededor tiene otras poblaciones como Raimat, Alpicat, Such, Alguaire o Almenar, entre otros. 

En el INE del año 2023 se recoge que Almacelles cuenta con una población de 6.847 habitantes y abarca una superficie de aproximadamente 49 km2. Estamos en una época dorada de la villa, ya que su población ha ido crecido paulatinamente en el tiempo, ya que a principios del siglo XX no llegaban a más de 1.500 habitantes, incluso en 1970 la población era de unos 5.000 almacellenses. 

HISTORIA DEL PUEBLO 

La fecha de fundación de la actual villa de Almacelles habría que situarla en el siglo XVIII, aunque es evidente que en la ubicación en la que nos encontramos ya hubo un Almacelles medieval. No podemos olvidar la fuerte presencia musulmana en la península ibérica.

De hecho, el nombre de la población tiene clara vinculación árabe, ya que su significado etimológico es “el diamante”. Lo que nos habla de una zona de gran valor, seguramente desde el punto de vista agrícola, para la presencia islámica en tierras del Segriá. 

Si echamos una mirada a la cercana capital, Lleida, a unos 20 kilómetros de Almacelles, nos puede dar una idea de cómo era la población en tiempos islámicos. Los musulmanes se hicieron con toda esta zona en el 714, sin mucha oposición.

En Lleida se construyó una mezquita sobre el antiguo templo visigodo y un castillo en lo alto del Turó de la ciudad, el que se conocería como el castillo de la Suda. Por su importancia geográfica fue un territorio muy disputado, incluso dentro del mundo musulmán. No fueron pocos los enfrentamientos internos entre familias y élites por controlar la ciudad. 

Almacelles | Grand Prix del verano 2024

Este fue el caso de la dinastía de los tuyibíes, que rendían pleitesía al emirato de Córdoba, pero pretendían crear su propia taifa en Lleida y dominar la comarca, donde entraría la ciudad de Almacelles, entre otras. Sólo hay que mirar el mapa de la región leridana para darse cuenta la de urbes creadas en este periodo y que han mantenido la terminología arábiga, como es el caso de Almenar (La atalaya), Alcoletge (El castillejo), Albatàrrec (Costa escabrosa), Alcarrás (El cerezo), Alpicat (Campos hundidos), Alguaire (Fonda), Alfarrás (Molino), entre otros. 

La importancia de la región residía en que desde aquí partían la mayoría de las incursiones sobre los condados catalanes. Así lo utilizaron califas omeyas conocidos como Almanzor o Hisham II. 

Muy poco conocido por muchos es que el fin del califato de Córdoba se dio en Lleida. Cuando el último califa omeya, Hisham III falleció en el castillo de la Suda de la capital del Segriá en el año 1036. Esto desencadenó el  periodo de los reinos taifas hasta la llegada de los almorávides en el 1102. 

Aquí surge una serie de acuerdos y enfrentamientos entre los almorávides y los reinos cristianos, que tendrá su fin en 1149 con la toma de Lleida por parte de Ramon Berenguer IV, conde de Barcelona. No sólo conquistaría la capital, sino que todas las poblaciones de alrededor entrarían a formar parte de lo que se denominaría como marquesado de Lleida. Este territorio abarcaba desde el río Cinca hasta el Segre y aquí estaría incluido Almacelles. 

De hecho, Ramón Berenguer IV pasó a tener los títulos de conde de Barcelona, príncipe de Aragón y marqués de Tortosa y de Lérida. El por qué del término de marquesado se debe a que es la marca, la frontera, que se generó entre Aragón y Cataluña, ambas disputaron durante décadas el dominio de este territorio. 

En las cortes de 1305, el rey Jaime I en las cortes de Aragón definió las fronteras de su reino hasta el Clamor de Almacelles, un brazalete de una acequia profunda, marcando que Fraga perteneciera a Aragón y, entre otras poblaciones, Almacelles quedara del lado catalán. 

Durante el reinado de Pedro IV de Aragón y conde de Barcelona, conocido como el ceremonioso, la población de Almacelles pasaría a formar parte y a estar gestionada por la Paeria (ayuntamiento) de Lleida, contando con un pequeño desarrollo urbanístico de viviendas en torno a una iglesia consagrada a Santa María, que se levantaría donde anteriormente estuvo la mezquita musulmana. 

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Habría que dar un salto histórico hasta el siglo XVII para encontrar un acontecimiento que influya en la vida de Almacelles. Sería la conocida sublevación de Cataluña en 1640, la conocida como Guerra de los Segadores y que duró hasta 1652.

Entre las numerosas consecuencias que tuvo este levantamiento agrícola fue la destrucción total de la villa de Almacelles, que acabó completamente despoblada y que pasó al control de la corona española, que lo entregó para su repoblación al comerciante de textil catalán, Bernat Glòria y Bosch, al que se considera introductor del algodón americano, llegando a obtener el titulo de señor de Almacelles. 

En 1773, el rey Carlos III dejaría al cargo de Almacelles a Melcior de Guàrdia i Matas. Ya empezamos a ver la importancia de la burguesía catalana, que se hace con cargos nobiliarios y es que, en este caso, Melcior fue un comerciante hijo de fabricante de indianas y miembro de la Junta de Comercio. En este mismo año invirtió 176.000 libras para reforestar el término de Almacelles, lo que le llevó a que en 1774 el rey le otorgara el señorío de la villa. 

La figura de Melcior fue fundamental para entender la urbe que hemos heredado hoy en día, ya que apostó por reurbanizarla por completo, apostando por Josep Mas Dordal, uno de los mejores maestros de obras de la ciudad de Barcelona en aquel momento. El proyecto se basaba en una ciudad organizada de forma ortogonal, todo simétrico y ordenado, un aspecto que en este periodo de la Historia poco se podía ver. 

Todo centrado en la iglesia de la Merced y el palacio del señor, uno frente al otro. Se planteó que todo fuera igualitario, que no se generaran barrios marginales, todo en busca de la perfección. Las viviendas tenían salida a la calle principal y a la calle trasera para los establos. Todas las casas eran iguales por dentro que por fuera, un modelo que hoy podría denominar democrático. 

Almacelles | Grand Prix del verano 2024

Durante el siglo XIX, la noticia más notoria es la de la llegada del ferrocarril en 1861, lo que provocó años de prosperidad por la mejora en la comunicación y en el transporte de los cultivos generados. La llegada del agua a través de la construcción del canal de Aragón y Cataluña en 1910 fue también un salto exponencial a la hora de pasar de las tierras de secano a poder trabajar regadíos y obtener una mejor productividad de los frutales.

Por destacar una figura insigne de la ciudad, mencionamos a Albert Lleó i Morera, un empresario y terrateniente destacado de principios del siglo XX en Almacelles. Llegó a donar terrenos propios a la ciudad para la apertura de nuevas vías como la calle Sant Roc y la de Joan Maragall. Se hizo muy popular, ya que en 1910 fue el primero en circular por la villa con un automóvil. 

PATRIMONIO DEL PUEBLO 

IGLESIA PARROQUIAL DE ALMACELLES 

Los planos iniciales de Josep Mas Dordal proyectaban en 1771 un templo lo suficientemente amplio como para albergar a los habitantes que tenía planteado ubicar en la villa de Almacelles. Contaba con un nártex situado entre dos torres campanario, el templo sería de planta cuadrada con arcos de medio punto, mientras que el transepto no se manifestaría en exceso, sosteniendo la cúpula sobre cuatro grandes pilastras.

Contaría con dos capillas laterales y con una gran escalera en la zona posterior para poder acceder al camarín de la Virgen de la Merced, titular del templo. 

Los acontecimientos históricos que hemos mencionado anteriormente, provocarían que Melcior de Guàrdia tuviera que hacerse cargo de unos gastos inesperados por el despoblamiento de la urbe, lo que obligó a replantear el proyecto y optar por opciones más sencillas, además de ser más sobria, que tuviera una menor complejidad técnica.

Se optó por una fachada de aire clásico, con una portada con arco escarzano, la única decoración con la que cuenta es con la de dos arcos adosados a cada lado de orden dórico que sustentan un frontón triangular, a modo de remate. Sobre la portada, podemos contemplar el rosetón circular que da iluminación al interior del templo y que cuenta con la representación de la Virgen de la Merced. 

Finalmente, sólo se elevó una de las torres campanario y en el interior se diseñó una planta rectangular para la iglesia cubierta por bóvedas de cañón con aristas, tanto en el altar mayor como en las capillas laterales. Las obras se iniciaron en 1774 y acabarían en 1776, contando con el primer bautizo registrado ese mismo año.

Se incluyeron a San Isidro y a San Sebastián como copatronos de Almacelles. Realmente, la obra no se finalizó hasta 1787 cuando se ejecutó la totalidad de la torre campanario, a la que se le sustituyeron las campanas en 1856, la mayor dedicada a Santa María de las Mercedes y la mediana nombrada como de Santa Bárbara. 

Josep Mas Doral pensó en todo, hasta en la vida más allá de la que podemos disfrutar hoy día. Y es que bajo las capillas laterales creó criptas para poder enterrarse las familias que lo desearan de Almacelles que se hicieran cargo de estas capillas durante los primeros años en los que se iniciaron los cultos en la iglesia. 

Como ocurrió en casi todos los rincones de nuestro país, el 20 de julio de 1936 la iglesia fue saqueada y se quemó en la plaza del pueblo en una hoguera la mayoría del patrimonio religioso que albergaba el templo. El Consejo Municipal decidió transformar el uso religioso del edificio en un mercado municipal y se empieza a desmontar el campanario, para eliminar toda simbología católica. 

Con el fin de la Guerra Civil el templo vuelve a recuperar sus funciones religiosas y el 6 de enero de 1940 se estrena el nuevo altar mayor y de algunas de las capillas laterales, obras realizadas por el escultor leridano Ramón Borrás. En 1944, el arquitecto de Lleida Mariano Gomà i Pujadas presenta el proyecto de reforma de la plaza de la Villa y del templo, para recuperar el campanario perdido. 

El actual campanario está compuesto de dos cuerpos y aprovecha el espacio donde se ubicaba el anterior. En el primer cuerpo se ubica el reloj y está desprovisto de cualquier elemento ornamental. El segundo, es el campanario propiamente, aquí si se destinaron pilastras para decorar el espacio que en su parte superior están rematadas por pináculos. En la parte superior, una estructura metálica simula una cúpula con decoración realizada con hierro forjado. 

Como último detalle a destacar es la imagen a la que está consagrado el templo, la Virgen de la Merced, y no es por un casual. Josep Mas Dordal, Melcior de Guàrdia y otros muchos de los que fueron a invertir y realizar sus trabajos a Almacelles eran de Barcelona y además traer su dinero, su técnica y conocimientos a la villa, trajeron también sus creencias y tradiciones, siendo la Virgen de la Merced la patrona de la ciudad Condal, es normal que decidieran dedicarle el templo parroquial de Almacelles a su gran devoción. 

PLAZA DE LA VILLA Y CENTRO HISTÓRICO 

Podemos estar hablando del hecho histórico de mayor importancia y relevancia en cuanto a lo urbanístico de Almacelles. Hay que remontarse a finales del siglo XVIII cuando se plantea la reordenación de la villa y, por tanto, el origen de la actual ciudad.

El proyecto se centró en una vía principal, que coincide con la antigua vía que conectaba Lleida con Huesca y a partir de este sendero se proyectaron otras calles de menor tamaño de forma perpendicular, creando por tanto una red ortogonal perfectamente organizada. 

Almacelles | Grand Prix del verano 2024

En este periodo reina en España el rey Carlos III, el ilustrado, que será el que ordenó la repoblación de Almacelles, entre otras urbes que habían quedado abandonadas y que estaban bajo la propiedad de la Corona. Como ya mencionamos anteriormente, el burgués Melcior de Guàrdia i Matas será el que se haga con el señorío y contrató para este planteamiento urbano al arquitecto Josep Mas Dordal. 

Este sistema ortogonal tiene una gran trayectoria histórica, ya que se llegó a utilizar en la Antigua Grecia, de hecho este plan urbano se denomina en muchas ocasiones como hipodámico por Hipódamo de Mileto (siglo V a.C.), considerado como padre del urbanismo.

El mundo romano, como en muchas otras cosas, beberá del conocimiento griego y en los campamentos romanos aplicará este sistema para tener todas las tiendas organizadas y aprovechar el espacio de la mejor manera posible.

Saltando siglos, este mismo planteamiento se puede ver en la ciudad de Santa Fe (Granada), que fue previamente el campamento de los Reyes Católicos (1492) para la conquista de la ciudad nazarí de Granada. Tras la contienda la ciudad creció y hoy día su centro histórico conserva este trazado ortogonal.

Incluso posterior a la implantación del proyecto del barcelonés Josep Mas en Almacelles tenemos el caso del Plan Cerdá (1860) en Barcelona con el Ensanche de la ciudad condal, que siguió un plano hipodámico. 

Las viviendas se plantearon en un estilo neoclásico, teniendo la plaza de la Villa como espacio público central de la vida cotidiana. En ella, estaban los dos edificios más emblemáticos de la ciudad, a un lado la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Merced (1773-1780) y al otro lado el palacio de los señores de Almacelles, aunque este edificio no se ejecutó como tal finalmente.

Asimismo, en 1872, el arquitecto Blas Lamolla realizó un espacio porticado con aires neoclásicos en el que se ubicaría el edificio que alberga el ayuntamiento. En este espacio en el año 2010 se documentó el hallazgo arqueológico de unas tapas de silos, que será el siguiente elemento patrimonial que comentaremos de la ciudad. 

Hoy día en el centro de la plaza podemos ver en el pavimento unas líneas dibujadas que simulan el jardín que se pretendió realizar frente al palacio de los señores de Almacelles.

La última gran reforma que sufrió la plaza fue en la década de los 40 del siglo XX, cuando el aumento del tráfico rodado obligó a crear dos alturas en la plaza, una más baja cerca de la vía principal y la zona porticada, y la otra más elevada en la parte de la iglesia. En el año 2009, el Centro Histórico de Almacelles fue declarado Bien de Interés Cultural Nacional. 

TAPAS DE SILO 

Expuestas hoy día al aire libre en la zona norte de la ciudad, podemos encontrar cuatro tapas de silos que fueron encontradas bajos los pórticos de la plaza de la Villa de Almacelles en el año 2010. 

Se trata de unos depósitos de almacenaje excavados directamente en el suelo que tenían una gran capacidad y que tenían la funcionalidad de albergar el cereal y legumbres. La profundidad que llegaban a alcanzar era de entre 2 y 4 metro con forma circular más o menos regular. 

Almacelles | Grand Prix del verano 2024

Sobre estos silos se solían colocan tapas, que consistían en piezas de piedra de gran formato con una perforación en el centro, que servía para poder introducir tanto el grano como la persona que tuviera que recoger el producto. 

Estas piezas están datadas en la primera mitad del siglo XIX, que podrían ser de propiedad privada o pública. Tiene mérito que se hayan conservado en tan buen estado, ya que solían tener poca durabilidad al estar excavadas directamente en el suelo, lo que provocaba una rápida deterioración. Este sistema de almacenaje se remonta, y está documentado, a miles de años atrás. 

MUSEO DE ARQUITECTURA Y URBANISMO 

Muy próximo a la ubicación en la que están expuestas las tapas de silo, en el norte de la ciudad, nos encontramos con el Museo de Arquitectura y Urbanismo Josep Mas Doral. Esta institución muestra como se ha desarrollado tanto la Arquitectura como el Urbanismo a lo largo del tiempo, pero especialmente se centra en el siglo XVIII, momento del desarrollo urbanístico de la villa de Almacelles, centrándose en los planteamiento hipodámicos de las ciudades que se analizan. 

El museo se ubica en el colegio Pitágoras, un edificio de estilo neoclásico, que surgió por el impulso de una sociedad de padre y madres en 1919 que se hicieron llamar “La Cultural”. Fue entonces cuando se encargó al arquitecto Joan Bergós la construcción del inmueble con este fin.

En el periodo del año 1984 y 2005 el edificio fue cerrado, aunque en 2003 el ayuntamiento consiguió las inversiones necesarias para poder restaurar y rehabilitar para su uso el edificio. La última reforma fue la transformación del patio delantero en la que se rotuló como plaza de Marc Vitruvi, en honor del tratadista romano. 

PARQUE ESCULTÓRICO ALMA 

El propio Museo de Arquitectura y Urbanismo Josep Mas Doral (MAU) organiza con carácter bienal el conocido como ALMA. Se trata de una exposición escultórica al aire libre en el parque de Europa de la ciudad de Almacelles. El parque se inauguró en el año 2013 y contó con la incorporación del museo al aire libre en 2019.

Las obras son de pequeño y mediano formato, y pueden participar los artistas que lo desean de forma gratuita durante el periodo de candidaturas que se anuncien. El principal objetivo es la difusión cultural y artística a través de la escultura monumental al aire libre.  

Almacelles | Grand Prix del verano 2024

CONCLUSIONES 

Como hemos podido comprobar la historia de Almacelles destaca a partir del siglo XVIII con el nuevo planteamiento urbanístico hipodámico, pero no sólo nos tenemos que quedar con este patrimonio que hoy podemos ver y disfrutar. Su nombre ya nos traslada a un pasado islámico, que estuvo presente en este territorio y que podemos comprobar en la cercana Lleida. 

Presencia musulmana que generó tensiones con los reinos cristianos hasta la toma de Lleida y de la comarca del Segriá por parte de Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona. Las tensiones territoriales que se dieron entre Aragón y Cataluña duraron siglos hasta que se decidió la división con el río Cinca, determinando que Almacelles sería una población catalana limítrofe con Aragón hasta nuestros días. 

 La desaparición del pueblo de Almacelles nos ubica en un momento histórico clave en la Historia de España y Cataluña como es la Guerra de los Segadores y la Sublevación de Cataluña de 1640, que provocó que este municipio acabara en manos de la corona española y que terminara entregándosela a los burgueses que la reconstruyeron. 

Esperamos que Almacelles se levante como los segadores en su momento para luchar y obtener el premio al mejor pueblo del verano 2024 del Gran Prix, pero siempre con orden y respeto al vecino, como planteó Josep Mas i Doral en su planificación urbanística de la nueva villa. 

Si acuden a la comarca del Segriá, merece la pena una parada en Almacelles para conocer sus organizadas calles, su parroquia de la Merced, el museo al aire libre ALMA  y sobre todo, comprender que los tratados urbanísticos de grandes ciudades beben de estos proyectos previos de los que seguro se fundamentó en gran parte el Plan Cerdá de Barcelona, entre otros. 




BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA 

AA.VV.: Guía de Catalunya. Todos los pueblos y todas las comarcas. 1989. Barcelona. 

FOLCH MONCLÚS, Rafel: Aigua salada en una terra de frontera. Paisatge i cultura a la clamor Amarga. Revista del Centre d’Estudis Comarcals del Segrià, 2015, pp. 120-128. 

GUICHARD, Pierre y SORAVIA, Bruna: Los reinos de Taifas: fragmentación política y esplendor cultural. 2005. Málaga. 

SALRACH, José María, VALDEON, Julio y ZABALO, Javier: Historia de España. 1980. Barcelona. 

TORRES, Xavier: La Guerra dels Segadors. 2006. Lleida. 

www.almacelles.cat 

www.enciclopedia.cat 

www.museoalmacelles.cat 

OTROS PUEBLOS DEL GRAND PRIX DEL VERANO 2024

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