Arquitectura prehispánica en México durante la conquista de Hernán Cortés

DESDE LA ALIANZA CON CEMPOALA A TENOCHTITLÁN

Hernán Cortés

Hernán Cortés de Monroy y Pizarro Altamirano, I Marqués del Valle de Oaxaca, fue un conquistador español y extremeño, que a principios del siglo XVI lideró la expedición que inició la conquista de México, significando el fin del Imperio Azteca, poniéndolo bajo dominio de la Corona de Castilla, creándose a partir de ello la denominada Nueva España.

Hernán Cortes nació en la ciudad extremeña de Medellín, en el seno de una familia de menor hidalguía. Decidió buscar fortuna en el nuevo mundo viajando a La Española y Cuba, donde por un corto período de tiempo fue alcalde de la segunda ciudad fundada por los españoles durante la tercera expedición a tierra firme, la cual financió parcialmente. Su enemistad con el gobernador de Cuba, Diego Velázquez de Cuéllar, provocó la cancelación del viaje a última hora, una orden que Cortés ignoró.

Llegando al continente, Hernán Cortés realizó una exitosa estrategia de aliarse con determinados grupos indígenas para derrotar a otros. También utilizó a una mujer nativa, a la cual llamaron Doña Marina (La Malinche), que le sirvió de intérprete y con quien tuvo un hijo llamado Martín. Cuando el gobernador de Cuba mandó emisarios para apresar a Hernán Cortés, este los enfrentó y derrotó, al tiempo que enroló a la tropa que iba arrestarlo como refuerzos para su expedición.

Hernán Cortés mandó varias cartas al rey Carlos I a fin de que fuese reconocido su éxito de conquista en lugar de ser penalizado por su amotinamiento. Finalmente le fue concedido el título de Marqués del Valle de Oaxaca, si bien el más prestigioso título de virrey le fue dado a un aristócrata de alto rango, Antonio de Mendoza y Pacheco. En 1541, Cortés retornó a España donde falleció seis años después.  

Imperio Mexica

Los Mexicas, fueron un pueblo mesoamericano de filiación nahua que fundó México–Tenochtitlan. Hacia el siglo XV, en el periodo Posclásico tardío, se convirtió en el centro de uno de los Estados más extensos que se conoció en Mesoamérica, asentado en un islote al poniente del lago de Texcoco, sobre los márgenes centro y sur de los lagos, como en Huexotla, Coatlinchán, Culhuacán, Iztapalapa, Chalco, Xico, Xochimilco, Tacuba, Azcapotzalco, Tenayuca y Xaltocan, hacia finales del Posclásico temprano, hoy prácticamente desecado. Sobre el islote se asienta la actual Ciudad de México, que corresponde a la misma ubicación geográfica. Aliados con otros pueblos de la cuenca lacustre del valle de México, Tlaxcoapan y Texcoco. Los Mexicas sometieron a varias poblaciones indígenas que se asentaron en el centro y sur del territorio actual de México, agrupados territorialmente en Altépetl. 

Los Mexicas son caracterizados por la explotación de cultivos altamente simbióticos como maíz, chile, calabaza, frijol, cacao, etc., además del uso extensivo de plumas para la confección de vestimentas, el uso de calendarios astronómicos, una sofisticada metalurgia ornamental y militar basada en el bronce, oro y plata o una escritura en forma de pictogramas, usada para documentar hechos y cálculos de obras arquitectónicas basados en un sistema métrico propio para medir terrenos comparable a otros sistemas de medida de la Edad Moderna.

Mapa del imperio Mexica.

Alianza militar con Cempoala

La primera nación mesoamericana con la que Cortés estableció una alianza militar fue la Cultura Totonaca, con capital en Cempoala, una avanzada ciudad de unos 20 000 habitantes. A mediados de 1519, treinta pueblos totonacas se reunieron con Cortés en Cempoala para sellar la alianza y marchar juntos a la conquista de Tenochtitlan. Los totonacas aportaron 1300 guerreros a la empresa de Cortés quien, por su parte, aportaría unos 400 españoles, armas de fuego y quince caballos.

El acuerdo se realizó sobre la base de que, una vez derrotado el Imperio mexica, la nación Totonaca sería libre. No obstante, luego de la conquista de México, los totonacas, diezmados por la alianza militar y las enfermedades, nunca volvieron a ser lo que fueron. Varios de ellos terminaron encomendados como siervos a los señores españoles en sus propias tierras, particularmente en el naciente cultivo de caña de azúcar, quedando Cempoala deshabitada y su cultura extinguida y olvidada. La Cultura  Totonaca volvió a ser descubierta a fines del siglo XIX, por el arqueólogo e historiador mexicano Francisco del Paso y Troncos. 

templo de las Caritas
Hernán Cortés
Templo de las Chimeneas

Alianza con Tlaxcala y matanza de Cholula.

A finales de agosto de 1519, Cortés llegó al territorio de la República de Tlaxcala. Por entonces, Tlaxcala y Tenochtitlán representaban dos concepciones opuestas de organización política que las llevó al enfrentamiento abierto.

Al principio, el mandatario Tlaxcalteca Xicohténcatl Axayacatzin negó el paso de las tropas de Cortés por su territorio, enfrentándose entre ellos, percatandose los autóctonos de que no podían prevalecer frente a los 400 soldados españoles y sus aliados indígenas. Por ello, establecieron la paz y con ella la alianza. 

Hernán Cortés
Tecoaque. Frontera entre el reino de Texcoco y el
reino de Tlaxcala.
Hernán Cortés
tizatlán

En su paso hacia Tenochtitlan Cortés llegó a Cholula, aliada del Imperio mexica, que era la segunda ciudad más grande después de México-Tenochtitlan, con 30 000 habitantes. Bernal Díaz del Castillo cuenta en su crónica que luego de haber recibido a Cortés y su enorme ejército, las autoridades de Cholula planearon tenderle una emboscada y aniquilar a los españoles.

Díaz del Castillo cuenta que él y las tropas vieron a un costado de los templos las varas con collares que supuso destinadas a los españoles para ser llevados cautivos a Tenochtitlan.

Díaz del Castillo también cuenta que una anciana y unos sacerdotes de los templos de Cholula alertaron a Cortés, quien mandó inmediatamente a su ejército a atacar, causando lo que se conoce como la matanza de Cholula, en la que más de 5000 hombres murieron en cinco horas. 

El contingente permaneció en Cholula durante octubre y noviembre y al salir Cortés mandó incendiar la ciudad. Se sabe que Cholula estuvo habitada desde épocas muy antiguas.

Dentro de este edificio se han hallado estructuras pertenecientes al Preclásico medio (1100 a 200 aC); sin embargo, a partir del Preclásico superior (200aC a 1) se desarrolla un tipo de arquitectura que alcanza su máxima expresión en el Clásico; en este horizonte se hacen grandes edificaciones en el centro ceremonial, entre las cuales destaca el enorme basamento piramidal conocido como la Gran Pirámide.

En torno al centro ceremonial se asentó la población de Cholula de aquella época. Por razones que hasta ahora se desconocen, el sitio ceremonial de Cholula, en la actual zona arqueológica, quedó en desuso hacia finales del Clásico, pero un nuevo foco de actividades ceremoniales se erigió en lo que ahora es el centro de la ciudad de Cholula, el cual se encontraba funcionando en el momento de la Conquista.

Al quedar abandonado el espacio antiguo, los edificios se fueron destruyendo y cubriendo de tierra y escombro por la acción del agua, viento, de las raíces de las plantas y por el hombre mismo. En el Posclásico, la Gran Pirámide adquirió la forma de un montículo natural, sobre cuyas ladera y relleno se asentaron pequeños grupos humanos.

Hernán Cortés
Templo de Tláloc.

México – Tenochtitlán.

La expedición de Cortés entró en la ciudad el 8 de noviembre de 1519, con el encuentro de Moctezuma, quien creyó que los españoles eran enviados del dios que vendría del Este. 

Moctezuma los hospedó en el templo de su antecesor Axayácatl (en el palacio del padre de Moctezuma), pudiendo entonces admirar la grandiosidad de aquella ciudad.

Tenochtitlán estaba cruzada de lado a lado por tres amplias y largas avenidas (calzadas) que se extendían hasta tierra firme: al norte la que iba a Tepeyacac y que iniciaba en la puerta Cuauhquihuac; al poniente la que iba a Tlacopan (por donde huyeron expulsadas las tropas de Cortés) y que iniciaba fuera del islote en el puente conocido como Chichimecapan (aproximadamente en el cruce de las actuales calles de Hidalgo y paseo de la Reforma); la calzada al sur que iba a Ixtapalapa y que atravesaba la puerta Tepantzinco que la dividía del Templo Mayor, dos acequias, los acueductos de Ahuízotl y Acuecuezcatl a la altura de Acatlán (cerca de la ermita de San Antonio Abad) y salía al lago en Tlamacoyan.




Al oriente no existía calzada ya que el límite era el Embarcadero Texcoco, que comunicaba a dicha ciudad con la ribera oriente. Paralelos a estos canales siempre había una amplia calle.

Los canales se usaban para el transporte con barcas hechas de totora. Había barcazas para la recolección de desperdicios y otras para la recolección de excremento, que era utilizado como abono en las chinampas. Alrededor de 1000 personas estaban encargadas de la limpieza de las calles.

Bernal Díaz del Castillo comenta su sorpresa al encontrar letrinas en las casas particulares, en el mercado público y en los caminos. Los canales se cruzaban por puentes de madera que de noche eran retirados, como forma reguladora de las corrientes del lago y como estrategia militar.

A pesar de que el lago de Texcoco era salado, la ciudad estaba rodeada de agua dulce gracias a los diques construidos por los mexicas y que permitían concentrar ahí el agua que desembocaba de los ríos que alimentaban al lago. La ciudad contaba con dos acueductos que tenían dos canales, que Bernal describe como «del ancho de un buey». Esto permitía mantener un canal en operación en tanto se le daba mantenimiento 

al otro. Esta agua era principalmente usada para lavado y aseo, los mexicas acostumbraban a tomar dos baños al día, y se reporta que Moctezuma II tomaba cuatro. Usaban la raíz de coplaxócotl (Saponaria Americana) como jabón, y la raíz de metl para el lavado de la ropa.

La simetría de la ciudad era mantenida por medio de un funcionario llamado calmimilócatl, que debía supervisar cualquier construcción y evitar que se invadieran las calles y canales, que eran previamente construidos.

Templo Mayor. Santuario de Tlaloc y Huitzilopochtli.

BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA.

DÍAZ DEL CASTILLO, BERNAL: “Historia verdadera de la conquista de la Nueva España”. Biblioteca Virtual Universal. (2003).

ARGUMOSA PILA, JESÚS RAFAEL: “Hernán Cortés y la conquista de México”. Ejercito de Tierra Español, nº 948, páginas 50 – 53. (2020).

GRUBE, NICOLÁS: Los mayas, una civilización milenaria. Colonia, Könemann, (2001).

Cempoala. “Lugar de las Veinte Aguas”. “Pueblos Originarios” https://pueblosoriginarios.com/meso/golfo/totonaca/cempoala.ht ml

4 zonas arqueológicas de Tlaxcala. “México desconocido”. https://www.mexicodesconocido.com.mx/zonas-arqueologicas-detlaxcala.html

¿COMPARTIR ESTE ARTÍCULO?

Share on facebook
Compartir en Facebook
Share on twitter
Compartir en Twitter
Share on linkedin
Compartir en Linkdin
Share on pinterest
Compartir en Pinterest

Deja tu comentario

Deja una respuesta

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para fines de afiliación y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Configurar y más información
Privacidad