JACQUES COUËLLE (1902/1996)
Jacques Couëlle fue un arquitecto francés, nació en Marsella en 1902, y murió en París en 1996. Fue considerado un artista autodidacta, muy difícil de enmarcar en una corriente artística, se mantuvo al margen de los principales movimientos de la arquitectura y, en particular, del Movimiento Moderno. Amigo de otros artistas del momento como Salvador Dalí y Pablo Picasso. Con sus obras consiguió la reinterpretación de la arquitectura vernácula, especialmente la arquitectura mediterránea, dándole un enfoque contemporáneo.
Un personaje excéntrico, apasionado de la arqueología, el arte, la arquitectura medieval, la botánica y la historia natural. Desde muy joven trabajó como diseñador de joyas, donde presentó múltiples patentes, entre ellas el broche de clip para collar. En 1925 fundó su empresa en Aix titulada “Decoración arquitectónica, dominio vivo de las artes y la piedra, hierro y fuego”. Paralelamente a esta actividad, diseñó una gran cantidad de castillos y residencias. En 1946 fundó El Centro de Investigación de estructuras naturales. Por su destreza artística, fue galardonado como Miembro de Honor de la Académie des Beaux-Arts del Institut de France. A mediados de la década de los 50 se dedicó exclusivamente a la arquitectura y se le encargaron conjuntos de villas y suntuosos complejos. Su gusto por el lujo y sus diversas investigaciones sobre viviendas turísticas le permitieron, entre otras cosas, construir para el Aga Khan.
Así fue consiguiendo crear obras excepcionales, destinadas a personas de alto nivel adquisitivo, con gran valor arquitectónico, ubicadas en entornos exclusivos. Trabajó en algún proyecto junto a Savin Jacques Couëlle, único hijo que tuvo con Verónica de Couëlle. Realizaron un papel crucial en el desarrollo del estilo arquitectónico de la Costa Esmeralda. Savin, con el mismo talento artístico que su padre, siguió trabajan en la construcción de fascinantes villas, gracias a él consiguió que el legado del artista siguiese vivo.
Para hablar y entender las obras de Jacques Couëlle, tenemos que situarnos en el marco social y cultural de su momento. El racionalismo o Movimiento Moderno, considerado como la principal tendencia arquitectónica de la primera mitad del siglo XX. Esta corriente buscaba una arquitectura fundamentada en la razón, de líneas sencillas y funcionales, basadas en formas geométricas simples y materiales de orden industrial, al tiempo que renunciaba a la ornamentación excesiva y otorgaba una gran importancia al diseño, que era igualmente sencillo y funcional. La arquitectura racionalista tuvo una estrecha relación con los adelantos tecnológicos y la producción industrial. Entre medias de todo esta corriente racionalista, Jacques, se sitúa como oposición defendiendo una arquitectura basada en la curva y las formas sinuosas, buscando la simbiosis con ese entorno donde se inserta, de manera similar a la arquitectura troglodita, volviendo a ese contacto entre el hombre y la naturaleza.
La inspiración para sus obras la encontraba en el entorno que rodeaba esa propiedad, buscaba crear una casa-paisaje. Esta relación con la naturaleza ha sido asociada a la arquitectura orgánica de Antonio Gaudí, como el famoso Parque Güell (1900-1914) de Barcelona, donde los caminos excavados en la pendiente como cuevas siguen los contornos del terreno.Élentendía sus obras como “esculturas habitables”, edificios qué podrían definirse como un estilo de construcción troglodita recordándonos a las cavernas.
Jacques tenía como objetivo que en sus obras casi no se percibiese la intervención humana, tratando así de fusionarla con la naturaleza. El cemento, los materiales de la zona y el paisaje que rodea a la construcción son los ingredientes con los que jugaba el arquitecto francés a la hora de crear sus construcciones, y las grutas, los arcos y las cavidades son los elementos más característicos.
En la década de los 60, se dedicó a construir viviendas en Castellaras, cerca de Mouans-Sartoux y Cannes. Siendo sus mejores ejemplos de lo que denominaba esas casas-paisaje. En un principio fueron proyectadas un número mayor, finalmente pudo construir cinco, pero dentro de unos estándares de gran calidad. El carácter orgánico y escultórico de las formas las hace fusionarse con la naturaleza.
También proyectó el Hotel Cala di Volpe en Cerdeña (1961-1963) un hotel que ofrece más de 100 habitaciones entre las que se encuentra la Penthouse Suite, de 450 metros cuadrados con piscina, bodega, terraza y solarium, cuyo precio por noche ronda los 26.000€. Una arquitectura proyectada a partir de volúmenes irregulares construidos con muros encalados, mampostería y elementos de madera. Las formas orgánicas tienen su referencia en la naturaleza, formas óseas, grutas y elementos minerales, mientras que, los arcos, los revestimientos de techos o el empleo del color recuerdan la arquitectura tradicional.
Otra de sus obras fue la Villa Goupilen Chevreuse, una casa que nos puede recordar a la casa de Los Picapiedra, donde se han realizado distintas grabaciones cinematográficas como el videoclip Myself N the Sea de Rilès.
Su construcción partía de una armadura o entramado de varillas metálicas, a las que, posteriormente, se proyectaba hormigón. El resultado es una concatenación de cavidades, bóvedas y oquedades, similar a las cavernas. El espacio se abre mediante vanos irregulares, captando siempre las mejores vistas y la mejor orientación. Los espacios cóncavos parecen abrazar y proteger al inquilino, en una referencia ancestral al vientre materno.
La integración con la naturaleza la hace con la topografía, que se continúa en la ondulación de las fachadas, con la que casi se mimetiza. Sus acabados se asemejan a los empleados por la arquitectura tradicional, recurriendo a materiales del lugar y a labores artesanales, muchas veces en colaboración con artistas. Las casas incorporan piezas de terracota o cerámica, pinturas murales, vidrieras de colores y trabajos en piedra. Destaca, especialmente, la decoración mural en bronce de Constantine Andreou, que incorpora las puertas de la bodega y la cocina.
Otra de las características más importantes de Couëlle en sus obras arquitectónicas, eran las chimeneas, las cuales situaba como centro de la vivienda, en la zona de estar. Desde allí partían el resto de las estancias. Cobraban así mucha importancia las chimeneas en las casas, habitualmente circulares. El resto de espacios se organiza a su alrededor, postergando las zonas de servicio para conseguir que todas las estancias tuviesen vistas sobre las terrazas, la piscina o el mar. Su forma de ver una vivienda como refugio donde sentirse seguros frente a los factores climáticos, hace que sea una arquitectura orgánica y sensual llena de curvas, acabados irregulares, materiales naturales y vidrieras de colores.
Para finalizar, destacar que hoy en día, a la hora de estudiar los distintos movimientos arquitectónicos y artísticos, tendemos a resumir la arquitectura en unos pocos estilos, los que podrían representar la mayoría de edificios que nos rodean. Pero haciendo esto, dejamos de lado a grandes arquitectos, con grandes proyectos. En la actualidad esta teoría de Jacques, la casa-paisaje, ha vuelto pisando fuerte y cada vez la podemos ver más en nuestro entorno actual, en objetos decorativos, como jarrones con formas grotescas, estanterías y chimeneas de obra, que se fusionan con las paredes falseando cavidades. Lo que nos indica que este artista dejo una gran influencia en el mundo de la arquitectura. Un artista a medio camino entre la escultura, el artificio y la arquitectura de paisaje, basando su obra en su poder evocador, en la improvisación y el instinto, frente a la racionalidad y el orden de una modernidad que intuía agotada.
BIBLIOGRAFÍA:
Vídeo Bioarquitecto troglodita de 1969, que puede encontrarse en Youtube
Armand Lanoux, Castellaras o las casas de la felicidad , París, ed. Julliard, 1965.
Michel Ragon, «Jacques Couëlle», en Cimaise , n ° 103, agosto-octubre de 1971.
Gilbert Luigi, Jacques Couëlle – Parenthèse architecturale , colección arquitectura + investigación, ed. Pierre Mardaga.
Catálogo de la exposición: Living Elsewhere Today , Centre Georges Pompidou, 1988.
FOTOGRAFIAS:
Christophe Coënon, Espaces Atypiques y Stefano Ferrando/MIBAC, Slim AaronsGetty Images.