Campos de trigo Sesión 1

CRISTINA DEL ROSSO TE ENSEÑA A PINTAR

Ya se ha instalado el verano por aquí. Da ganas de salir, disfrutar del sol, de la piscina ¡y de pintar! Es la época en la que podemos salir con nuestros materiales a pintar la naturaleza. ¿Te animas?

En estas clases vamos a retomar el género del paisaje. (Ya te expliqué algo por aquí por aquí y otro poco por aquí.) Elegí este motivo. 

Esta foto la saqué desde el tren. ¡Imposible bajarse y ponerse a pintar allí mismo! Te voy a enseñar a pintar campos a partir de ella, pero, si puedes, aprovecha alguna excursión para pintar del natural. Es lo mejor que hay: las fotos son muy engañosas. (Como, por ejemplo, la saturación del cielo.) Además, la experiencia de estar al aire libre y pasar el rato pintando es increíble.

Mi propuesta

Analicemos nuestra composición: ésta se basa en 3 zonas horizontales, el cielo, los campos de trigo y una franja inferior, en la que vemos un camino y matorrales. En este caso, la protagonista es la franja central. Además, tenemos un camino en diagonal que conduce la mirada del espectador hacia la línea del horizonte.

¿Empezamos?

Yo voy a usar un bloc de papel como soporte. No tiene mucha textura, así que lo he imprimado previamente con Gesso. Vamos a usar los mismos materiales de siempre: médium o aceite de linaza; pinceles sintéticos planos (como orientación: números 2, 4, 8 y 12) y los siguientes colores: blanco de titanio, ocre amarillo, amarillo medio, amarillo limón, negro marfil, azul ultramar y tierra sombra tostada (puedes ver este artículo sobre materiales recomendados).

Como siempre, vamos a ubicar los elementos en nuestro soporte. En el caso del paisaje no hace faltar detallar demasiado en esta etapa. Yo he utilizado azul ultramar bastante diluido. Fíjate que la franja del cielo ocupa casi la mitad del cuadro.

amos a trabajar empezando por el cielo, desde atrás hacia adelante.

Alguna vez te enseñé a pintar el cielo. Mi técnica es la siguiente: mancho con pequeñas pinceladas con azul ultramar, un poco de carmín (sólo un poco: es demasiado cubriente) y amarillo medio. Lo importante es que estén presentes los 3 colores primarios: puedes cambiar el azul ultramar por un azul cerúleo o cobalto, p.ej., y lo mismo con el rojo o el amarillo. La proporción que colocamos de cada uno de ellos depende de qué tipo de cielo vamos a representar. P.ej.: un atardecer tendrá mucho carmín y menos azul y amarillo. Una vez que los tienes ubicados se aplica en el mismo soporte blanco y con él vas borroneando todas estas manchas.

Pintamos el cielo

Si no te queda como tú quieres, no importa: ahora ya puedes preparar el color adecuado en la paleta e ir aplicándolo sobre esta base.

¿Por qué lo hago así? El cielo determina la atmósfera del cuadro: no es lo mismo un paisaje al atardecer que en un día nublado. Además, muchas veces el paisaje se refleja en el cielo. El cielo está compuesto por los 3 colores primarios, es pura luz. Haz esta prueba: mira hacia el cielo y entrecierra tus ojos; vas a ver que de a poco irás viendo distintos tonos de azules, amarillos y rojos. Otra manera de probar esto es agrandar una foto hasta que se pixele: allí te aparecerán estos 3 colores.

La idea es que tu cielo tenga matices sutiles, aunque después todo este trabajo desaparezca. No puedes aplicar un celeste así nomás sobre tu lienzo: eso es signo de poca profesionalidad. 

Vamos a ingresar con el color del cielo sobre el contorno de las montañas: así nos aseguramos de que el cuadro tenga sensación de lejanía (la llamada “perspectiva aérea”).

Siempre con la pintura húmeda, trabajaremos los montes que tenemos en el horizonte. Por supuesto, esto no puede quedar muy detallado. Con un pincel más delgado y con una mezcla de azul, carmín y blanco representamos los pueblos lejanos. Con ocre, azul, tierra sombra tostada y blanco pintamos los campos que están en esa zona.

La línea del horizonte

También vemos una línea de árboles: usaremos una mezcla de amarillo limón y negro y la aplicamos con un pincel delgado con pinceladas cortas y verticales.

Ten cuidado: lo que vale es el conjunto y la impresión general. No te detengas en los detalles en esta zona del cuadro.

Vamos a dejarlo por hoy (aunque lo ideal sería que termines el cuadro en una sesión, si es que estás pintando al aire libre). Nos vemos en la próxima sesión.

¡No te olvides de limpiar la paleta y los pinceles!

Hoy aprendiste:

– a componer un paisaje,

– a pintar cielos

– y a trabajar la perspectiva aérea.

Bibliografía

DOERNER, Max: Malmaterial und seine Verwendung im Bilde, 1985

MAYER, Ralph: The artist’s handbook of materials and techniques, 1991

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