Entrevista a @claramore_

ENTREVISTAMOS A CLARA GONZÁLEZ, LA PERSONA QUE HAY DETRÁS DE LA POPULAR CUENTA «@CLARAMORE_»

1. ¿De dónde viene tu amor por el arte? 

@claramore_
@claramore_

A día de hoy sigo sin ser capaz de ponerle una fecha. Desde que tengo uso de razón he sido una niña creativa, que estudiaba música en el conservatorio, dibujaba donde pillaba y le encantaba la historia y sus datos más anecdóticos.

Siempre me ha interesado, pero si tuviera que fijar un origen, creo que la primera persona que metió en mí esa semillita fue mi madre. Es la lectora de la casa. Ver cómo devoraba libros constantemente me hizo querer sentarme a su lado, ojear sus libros de cultura clásica y del Antiguo Egipto y escuchar sus historias.

Luego, como a muchos/as otros/as historiadores/as del arte, una buena profesora supo regar mi curiosidad por el tema y hacer que floreciera del todo mi pasión. Aún así, me costó bastante tiempo darme cuenta de que divulgar arte era realmente mi vocación, incluso cuando ya había empezado la carrera no veía que ninguna de sus salidas tradicionales acabara de cuadrar conmigo.




2. ¿Cuál es tu área de especialización en divulgación cultural? 

Creo que tengo un proyecto bastante generalista. Me gusta hablar de todos los periodos y facetas porque realmente todo empezó siendo un reflejo de mi propia curiosidad.

Aún así, bastante gente me conoce por mi labor en la visibilización de artistas más allá de los nombres consagrados, los que no aparecen en el discurso tradicional.

Me gusta hablar especialmente de mujeres y de personalidades del colectivo LGTBIQ+. También soy la loca de los techos (reivindico mucho el mirar hacia arriba) y la chica que mezcla el arte con la cultura pop. En relación con esto último, me gusta especialmente analizar videoclips. 

3. ¿Qué impacto esperas lograr a través de tu trabajo como divulgador cultural? 

Mi motivación principal siempre ha sido acercar el arte al gran público. Es un reto ambicioso, pero lo que persigo es desacralizar nuestra disciplina, demostrar que para disfrutar de una obra no necesitas ser un señor repeinado que menea su copa de balón y se cree superior a la media por haberse leído cuatro libros.

Que el arte y la cultura en general puede ser accesible, curioso e incluso divertido. Que no hay reglas establecidas y que las obras de arte consagradas pueden no apañarte porque el gusto es subjetivo. Y no pasa nada.

Conseguir despertar el interés de aquellos que aún no han podido sentirse conectados, demostrar que la cultura nos pertenece. Y ya de paso hacer que la historia del arte sea más inclusiva y diversa para que así nos pueda representar a todos/as. 

4. ¿Puedes compartir anécdotas interesantes sobre artistas o momentos clave en la historia del arte? 

¡Claro! Soy doña salseos y curiosidades, aunque dicho así se me hace difícil elegir algún pasaje en concreto. Creo que mi Imperio Romano es el día que Caravaggio decidió estamparle un plato de alcachofas en la cara a un camarero de su taberna de confianza sólo porque su respuesta a cómo estaban preparadas no le acabó de convencer.

En general, era un tipo lleno de luces y sombras, como sus cuadros. También pienso mucho en el día que descubrí a Janet Sobel, la primera persona en hacer dripping (eso de los chorretones de pintura) y en la que Pollock se inspiró más de la cuenta sin darle todos los créditos que debería haberle dado, ¿cómo habría cambiado la historia si se hubiera aceptado que una de las primeras en hacer esta técnica base para el expresionismo abstracto fue una mujer de mediana edad?

5. ¿Cuál crees que es el papel del arte en la sociedad actual?

Suelo decir que el arte es hijo de su tiempo. Un reflejo la sociedad y momento que lo vio nacer. Por mucho que a algunas personas les cueste admitirlo, el arte contemporáneo no deja de ser un reflejo de lo que somos como sociedad, de lo que nos interesa, de lo que vivimos y de lo que rechazamos.

En un momento en el que parece que todo tiene que tener un fin, ser productivo, el arte ofrece un soplo de aire fresco. Para mí el objetivo del arte es hacernos pensar, conectar con nuestro pasado, presente y futuro y, en general, darnos un motivo para vivir más allá de la pura y mera existencia. 

6. ¿Hay algún artista contemporáneo que te haya cautivado recientemente? ¿Por qué? 

La última artista que descubrí y cuyo trabajo me dejó total y absolutamente fascinada fue Elena Gual. Tuvo que cambiar su forma de crear por una alergia y, gracias a ello, ha sido capaz de construir un sello distintivo súper diferenciable: crea sus cuadros, retratos femeninos, a base de manchas de pintura que aplica con espátula. Me parece el ejemplo perfecto de resiliencia.

Además, tuve la oportunidad de conocerla en la última edición de Estampa. Se me presentó ella a mí porque tanto ella como su madre eran seguidoras de mi proyecto. Yo había estado hablando de su obra sin saberlo un minuto antes, porque realmente me dejó con la boca abierta. Creo que es una de las casualidades más bonitas que me han pasado desde que empecé en la divulgación.

7. Dime alguna obra de arte que sea poco conocida pero que te haya impactado

Pues mira, una de las obras más curiosas con las que me he topado es el autorretrato de una miniaturista estadounidenses llamada Sarah Goodridge. Lo que hizo esta buena señora fue, ni más ni menos, que retratar dentro de una cajita diminuta sus propios pechos. La obra se llama «Belleza revelada» y a mí me resulta sublime.

@claramore_: «Sarah Goodridge: Belleza revelada»

Retoma la idea de los ojos de los enamorados, una moda del siglo XIX en la que los señores decimonónicos llevaban un retrato del ojo de su amante para acordarse de ella sin que nadie pudiera reconocerla, pero llevado a un nuevo nivel. Pintado encima por la propia protagonista. Es una de esas historias que te atrapan.

8. ¿Has experimentado alguna vez un cambio significativo en tu apreciación del arte después de aprender más sobre su contexto o historia?

Por supuesto. El contexto es fundamental. Se ve sobre todo en corrientes como el arte conceptual o el abstracto pero en realidad se aplica a todas. Hay mucha gente que cree que el arte debe entenderse por si mismo, que si tiene que explicarse no es valido, pero eso no es del todo así.

En realidad no existe ninguna obra que puedas apreciar en su totalidad sin una explicación de por medio. En mi caso, como en el de muchas otras personas, lo viví especialmente en mi relación con las vanguardias artísticas.

Entré en la carrera siendo una hater para, al conocer el motivo de su existencia y lo que persiguen transmitir, convertirme en una auténtica fanática. De hecho, creo que es de lo que más hablo.

Fue justo lo que viví con Rothko, que pasó de parecerme un vende humos a ser uno de mis pintores favoritos. Puedo poner ejemplos de obras figurativas también, obras que demuestran que el contexto es importante. A ver quién entiende «El desayuno sobre la hierba» de Manet sin conocer su historia. 

9. ¿Cómo equilibras la simplificación para el público general sin perder la profundidad y complejidad de las obras de arte? 

Sinceramente creo que no está reñido. En cualquier tipo de comunicación es tan importante qué cuentas como cómo lo cuentas. Si estás en redes sociales y dirigiéndote a un público generalista, para mí es un error emplear terminología compleja y abordar el tema como si estuvieras redactando una tesis doctoral.

Creo que hay un tono y enfoque distinto en función de a quién quieres calar y por qué vías vas a hacerlo. Muchas veces se me tacha de banalizar el arte. Creo que en ese tipo de casos, simplemente no estoy llegando a las personas adecuadas. No se trata de restarle importancia ni de cometer falsos históricos, se trata de simplificarlo y hacerlo más accesible.

De favorecer un primer acercamiento que tal vez se puede profundizar más adelante. Si no, volvemos al aura alejado del que se nos tachan siempre.

10. Destaca algún espacio expositivo, galería o museo, que te llame la atención por cómo integra y divulga su contenido

Pues pude sonar típico, pero es que yo soy muy fan de la comunicación del Museo del Prado. Creo que dentro de las limitaciones que tienen por ser el museo que es, hacen un trabajo estupendo en sus redes creando contenido accesible, curioso y que conecta bien con su audiencia.

El TikTok de la Nationall Gallery de London también me resulta muy puntero en su forma de compaginar vídeo de divulgación pura y dura con otros contenidos más humorísticos y que usan los lenguajes nativos de la plataforma. 

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