MAGNA IMAGINERIS
En La Cámara del Arte nos hemos propuesto para esta Semana Santa 2019 entrevistar a algunos de los mejores imagineros de Andalucía, planteándoles las mismas 13 preguntas para ver cómo responden a ellas desde sus diferentes prismas, en este caso toca la entrevista a Darío Fernández Parra.
NOTAS BIOGRÁFICAS
Darío Fernández Parra nace en Sevilla en 1973. Desde temprana edad tuvo interés en el arte de la imaginería sacra, entrando como discípulo en el taller del artista Antonio Dubé de Luque. Al mismo tiempo, completaba su formación académica en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Sevilla y, posteriormente, en la Universidad de la misma ciudad.
En 1992, vieron la luz sus primeras obras relevantes – San Juan y San Marcos para el paso del Cristo de la Humildad y Paciencia de la Hermandad de la Sagrada Cena de Sevilla – iniciando así una prolija andadura. Actualmente, es uno de los artistas más representativos y consagrados de la imaginería andaluza.
ENTREVISTA
1. Las imágenes de devoción, en cierto modo, son una prolongación de la fe, las búsquedas existenciales o luchas internas. A la hora de afrontar un encargo… ¿De dónde proviene la inspiración primigenia?
– De los textos sagrados siempre en primer lugar, tengo muy claro que mis imágenes quiero que sean herramientas catequéticas y que sirvan para el culto. Después pueden ser numerosas las fuentes de inspiración, como la pintura, la escultura, la música, el cine, incluso el mundo que nos rodea.
2. La alargada sombra del Barroco llega, de forma indudable, hasta nuestros días. ¿Necesita la imaginería actual la influencia barroca para ser entendida y aceptada por el gran público?
– Pienso que no, la influencia barroca en lo formal y meramente estético no tiene por qué ser necesaria para que sea entendida o aceptada una obra por el gran público, creo que puede haber muchas lecturas para llegar a realizar una imagen que conecte con el pueblo. En cambio, conceptualmente sí, creo que el barroco, que nos dio el naturalismo, con unas imágenes atemporales con una carga espiritual muy creíble y poderosa, sigue siendo necesario.
3. ¿Cree que, en el panorama artístico actual, cabrían otras tendencias artísticas?
– Creo que sí, pero teniendo en cuenta que tenemos que hacer figuración, estar sujetos a una iconografía concreta y hacer un trabajo que sirva para el culto. A partir de ahí, creo que los caminos pueden ser y están siendo muy diversos y muy válidos, y eso enriquece la producción artística. No podemos olvidar que el arte es infinito.
4. Desde el punto de vista formal… ¿Está el imaginero actual limitado o condicionado? ¿Ha desechado alguna vez alguna idea por recelo a no ser entendido?
– Pienso que estamos menos condicionados que nunca, de ahí la diversidad que existe hoy en día, entendiendo siempre que hay que respetar unos parámetros. En mi caso, trabajo con libertad y mis clientes respetan, por lo general, las ideas que les propongo sin necesidad de tener que desecharlas.
5. Después de una larga trayectoria ¿cómo evita que las imágenes sean semejantes entre sí?
– Entendiendo que la obra de cada artista tiene un lazo de unión que las caracteriza y las distingue de las del resto de los artistas y de lo que no te puedes desligar, aunque estemos hablando de la primera obra y de la última. Hago lo posible por darle a cada imagen personalidad y hacer la obra que me apetece en cada momento, disfrutándola mientras la creo como si fuese la primera vez, pensando que funcione en su destino. Me aburriría muchísimo si tuviera que hacer siempre lo mismo.
6. ¿Considera importante los elementos iconográficos (corona espinas, potencias, bordados…) en una imagen cristífera? ¿O considera que son elementos estéticos que se pueden utilizar siguiendo un gusto personal sin importar la representación en sí?
– No son imprescindibles, pero los considero muy importantes, no son adornos, sino elementos simbólicos que le dan una lectura más correcta y potencian la divinidad en la imagen.
7. En caso de que se hayan eliminado en imágenes suyas, ¿es por su propia voluntad a la hora de crear la imagen, o se debe a exigencias de la Hermandad?
– Siempre asesoro a mis clientes y suelo recomendar la inclusión de estos atributos, pero la decisión final la tienen ellos y hay veces que deciden que no los lleven.
8. Estamos en una etapa en que las cofradías reproducen muchos misterios ya representados. ¿Hay posibilidades de creaciones novedosas?
– Creo que se pueden hacer muchas cosas diferentes sin necesidad de caer en la repetición mimética de otros misterios icónicos.
9. La principal finalidad de su trabajo es el culto religioso. Romano Guardini, decía que la imagen de culto tiene autoridad. Manifiesta que existe Dios. ¿Es necesario ser creyente para crear y producir imágenes sacras?
– No es necesario ser creyente, lo que sí hay que ser es buen artista para llevar a cabo un buen resultado que funcione bien en su contexto, y tener un amplio conocimiento en la materia. Un buen escultor, pintor o músico tiene que ser como un buen actor, capaz de interpretar cualquier cosa y hacer creíble el papel que le toque representar.
10. Según su experiencia personal, ¿Cómo se llega más directamente al fiel, a través del Dolor o a través de la Belleza?
– Se puede llegar de muchas formas, según la necesidad, las costumbres, la cultura que pueda llegar a tener el receptor. Desde mi experiencia, creo que la simbiosis de ambas, dolor y belleza, es perfecta para conectar con el gran público.
11. ¿Qué opina del papel de la mujer en la imaginería?.¿Cree que es necesario/importante la figura de la mujer imaginera en los tiempos actuales, en la Semana Santa ya sea de Andalucía o de Sevilla?
– Unos de mis referentes es La Roldana y he crecido viendo el ejemplo de ella con naturalidad y que es un campo el de la imaginería en el que podemos desarrollar y compartir ambos sexos sin ningún tipo de problema. Sé que ha costado trabajo la inclusión de mis compañeras en este oficio, que estaba relegado a los hombres, igual que el mundo de las Hermandades, y estoy hablando de tan sólo veinticinco o treinta años atrás. Me siento muy contento de que actualmente en mi profesión, como en otras, haya sitio para hombres y mujeres.
12. ¿Qué entidad es su principal mecenas? ¿Hay mucha demanda particular o todo se circunscribe al mundo eclesiástico?
– Mis clientes están repartidos en tres bloques bastante homogéneos. Las Hermandades por un lado, órdenes religiosas y Parroquias por otro, y finalmente particulares. En mi caso puedo decir que tengo mucha demanda particular, lo veo muy enriquecedor porque te aportan normalmente trabajar con otras iconografías, otros formatos, incluso otras técnicas.
13. ¿Qué imaginero ha influido más en su obra? De los imagineros e imagineras actuales, ¿Cuál le gusta más?
– No soy de quedarme con una opción, son muchísimas, pero le puedo citar que dos de los que más me han influido han podido ser Juan de Mesa y Pedro Roldán. De los compañeros actuales destacaría a Navarro Arteaga y a Juan Manuel Miñarro.
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