FRIDA KAHLO O LA AMAS O LA ODIAS
Frida Kahlo es uno de los personajes más famosos e influyentes no sólo de México sino de todo el siglo XX. Nacida el 6 de julio de 1907 en Coyoacán, se ha convertido en un icono de su país y del arte.
Llevó una vida convulsa llena de idas y venidas, de amor, de depresión, dolor, sufrimiento, superación, reconocimiento y éxito. Se cumplen 70 años de la muerte de una artista que no deja indiferente a nadie: o la amas u odias.
FRIDA KAHLO, UNA BIOGRAFÍA HECHA ARTE
Para entender la obra de Frida Kahlo hay que conocer algunos datos relevantes de su vida y que son claves para entender su arte.
Con 18 años Frida sufrió un grave accidente que la marcaría para siempre. Ocurrió cuando el autobús en el que viajaba para volver del colegio fue arrollado por un tranvía. Tuvo graves lesiones en la columna, las costillas, la clavícula, las piernas y la cadera. Fue intervenida quirúrgicamente a lo largo de toda su vida, obligada a llevar corsé y sufriendo dolores hasta el final de su vida.
Este hecho atravesaría sus relaciones, su trayectoria y por supuesto su obra. Poco después del accidente se interesó por la pintura en la que volcó todas sus frustraciones.
Porque si hay algo que caracteriza a la pintora es que hizo de los acontecimientos de su vida el tema central de sus lienzos. El tema central de su obra por tanto era ella misma.
Erróneamente calificada por André Breton como surrealista, ella se autorretrata una y otra vez. De forma cruel, dura y sin matices. Haciendo de sí misma una obra de arte.
‘Me pinto a mi misma porque soy lo mejor que conozco’
FRIDA KAHLO
Esta es una de las primeras críticas que recibe. Y es que al igual que su pintura se vuelve mundialmente característica y reconocible, también, para algunos, se percibe como cargante y repetitiva. Es ella misma, una y otra vez con los distintos avatares de su vida. Así es como su cara se ha convertido en una de las más famosas de la historia. Y sin cine.
INFLUENCIAS
Antes del accidente Kahlo no se sentía especialmente atraída por el mundo del arte. Fue una de las primeras mujeres en estudiar en la Escuela Nacional de Preparatoria donde se inclinaba por la medicina. Sin embargo, una vez que quedó inválida, y motivada especialmente por su padre, que era fotógrafo, comenzó a volcar su dolor y frustración a través de la pintura.
Aunque Frida Kahlo ha conseguido tener una forma de pintar muy reconocible no llega de la nada. Una de las influencias más claras que se le conocen es Modigliani.
La primera obra profesional de la artista, como no podía ser de otra forma, es un autorretrato. Se trataba de un regalo para su novio en ese momento, Alejandro Gómez Aria, realizado después del accidente. Según la propia Frida el mar en el fondo simboliza la vida.
Poco a poco su estilo fue cambiando. Conoció las vanguardias y los movimientos artísticos de su momento y extrajo de ellos lo que en cada momento le interesaba.
Lleno de simbolismo y dureza, sus pinturas mezclan elementos propios de la cultura mexicana con flores, frutas y naturaleza. Con una iconografía fantástica, sus imágenes de colores brillantes a veces con tintes surrealistas, de estilo naif o primitivo.
Algunos la han querido relacionar con Rousseau, otros con su propio marido por el hecho de querer exaltar su identidad nacional. Lo que está claro es que, al igual que Dalí o Warhol, Kahlo consigue crear un personaje que es arte por sí mismo.
FRIDA Y DIEGO
Además de las secuelas físicas con las que tenía que lidiar de forma crónica, la relación con su marido, Diego Rivera fue, en palabras de Frida, el otro gran accidente de su vida.
Desde el principio fueron una pareja que llamó la atención.
Ella, pequeña, uniceja, minusválida y comunista. Y sin embargo con una expresividad plástica que contrastaba con su vida. Por su lado, Diego. Un muralista de éxito, mujeriego y librepensador que creía en la revolución a través del arte.
Se les conocía como la paloma y el elefante.
ICONO FEMINISTA
Ha día de hoy, hay quien la considera un icono feminista.
Es cierto que Kahlo denunció acciones machistas concretas. El ejemplo lo encontramos en la obra unos cuantos piquetitos en la que denuncia el violento asesinato de una mujer a manos de su marido.
En esta obra la artista denuncia el asesinato de una mujer a manos de su marido tras leer la noticia en la prensa. El nombre de piquetitos hace referencia a la declaración del hombre el cuál se excusó diciendo que solo había dado unos cuantos piquetitos a su mujer.
Lo que entonces se consideraba un crimen pasional fue representado por Kahlo con la máxima crudeza.
Sin embargo, no debemos guiarnos únicamente por el cuadro. Porque si bien la mexicana denunciaba este acto, una y otra vez volvía a compararlo consigo misma. Con su propia biografía. Y es que de alguna manera la artista veía en la escena un símil violento de la relación que ella vivía con su marido, Diego Rivera.
Una relación plagada de celos, separaciones, reconciliaciones e infidelidades por parte de ambos. Incluyendo a la hermana de Frida y a parejas bisexuales.
A lo largo de los años, es cierto que en ocasiones se ha usado su imagen pues unifica una estética andrógina y alejada del canon imperante con la presencia de arte y reconocimiento. En muchas ocasiones se la ha tomado como ejemplo del feminismo.
Pero no es oro todo lo que reluce y la vida de Frida mezcla una auténtica contradicción. Con un éxito sin precedentes pero también con una vida llena de tormento.
Lo que está claro es que su vida no se amolda ni a lo que se esperaba de ella antes, ni lo que se espera de ella ahora.
FRIDA KAHLO Y EL RESTO DEL MUNDO
Una de las grandes críticas que ha recibido la artista es que Frida gozaba de una posición de privilegio gracias a los contactos que pudo tener por el hecho de ser pareja de Diego Rivera.
En efecto, la pintora conoció a figuras como Picasso, Duchamp, Kandinsky o André Bretón. Todos ellos reconocieron su trabajo y posiblemente influyeron en él.
Además mantuvo relaciones sentimentales con Trotsky y el fotógrafo Nickolas Muray. Ambos admiraron a la artista. Muray la fotografió en Estados Unidos siendo las imágenes de Frida más icónicas. Por lo tanto la mexicana estuvo en contacto con personajes importantes de su momento histórico, siendo ella una parte fundamental del mismo grupo.
LA AMAS
Su primera exposición en el extranjero fue en Nueva York, en la galería de Julien Levy en 1938. De los 25 cuadros, vendió la mitad y comenzó a recibir numerosos encargos
Es entonces cuando se empieza a fraguar la imagen que tenemos de ella. Una mujer liberal y de izquierdas. Que combinaba vestidos y peinados tradicionales mexicanos con trajes masculinos y pelo corto. Tenía relaciones con hombres y mujeres, no seguía las normas sociales, y se rodeaba y gozaba de admiración intelectual y cultural.
Es en los años 70 cuando su popularidad estalla. Todo gracias a una exposición conjunta con Tina Modotti que viajó por toda Europa. Desde ese momento la cara, la vida y la obra de Frida Kahlo coge fuerzas y se convierte en la leyenda que conocemos.
O LA ODIAS
Entre las voces que cuestionan a Frida hablan de esta situación como una ventaja que la introdujo en el mundo del arte por delante de sus contemporáneos.
Algunos hablan de un monopolio creado por los muralistas Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco que dejaba fuera a novedosos pintores que fueron famosos lejos de México como María Izquierdo y Olga Costa.
CALIDAD DE FRIDA KAHLO
Nadie puede negar que la influencia de Frida Kahlo sigue siendo actual. Se mantiene durante el siglo XX impresionando a las generaciones presentes y futuras del siglo XXI. Aunque esto en general es favorable, para sus críticos se ve como algo negativo. Kahlo se convierte en un personaje manido. Una referencia fácil pero en la que no se profundiza. Es ahí cuando se pasa del amor al odio.
No debemos olvidar que ya en su momento fue reconocida. Recibió el Premio Nacional, dio clases de pintura en la Escuela de Artes Plásticas y fue miembro del Seminario de Cultura Mexicana.
Es, probablemente, la artista femenina más conocida. Supera en popularidad a otras grandes como Leonora Carrington, Rosa Bonheur o Remedios Varo. Más allá de su calidad artística Kahlo se ha convertido en icono pop cuya silueta inunda camisetas, bolsos, calcetines y posters en el mundo entero.
Sin embargo, hay quienes se preguntan si es tanto la calidad de su obra como el impacto que su persona tuvo en su momento.
Como público nos encanta adorar a grandes atormentados que murieron casi en el anonimato. Descubrir a genios desconocidos. No es el caso de Frida Kahlo que gozó de reconocimiento en vida. Tal vez reconocer el arte de alguien hiper conocido nos reste protagonismo como críticos de arte.
En definitiva. Kahlo es el ejemplo perfecto de un artista cuya vida no se puede separar de su obra. Una vez ahí, cabe preguntarse si nos encontramos ante una ruptura en la historia del arte que marca un hito generacional o es su vida, turbulenta, magnética y reconocida, la que nos engancha.