– Lo que me gusta de las iglesias es cómo conectan a vivos y muertos. ¿Y el altar? Es moderno – Jane reflexiona-, o me lo parece…
– Sí. De Henry Moore. Bonito, ¿verdad? ¡Tan simple…!
Así conversaban Jane (Gugu Mbatha-Raw) y Edward (David Oyelowo) mientras caminaban por la iglesia anglicana de St Stephen Walbrook, de Londres, durante una escena de La chica de antes (The Girl Before), serie de HBO de 2021.
Esta iglesia tiene origen bajomedieval -data del S. XV-, pero tras el Gran Incendio de Londres (que asoló la ciudad del 2 al 6 de septiembre de 1666), hubo de ser reconstruida años después, entre 1672 y 1679, como Edward le cuenta a Emma, otro personaje de la serie, en otra escena.
El incendio de Londres de 1666
En aquel terrible incendio fallecieron cerca de 68.000 personas -100.000 según algunas fuentes-; lo que vendría a ser una sexta parte de la población total de la ciudad. Parece ser que la primera mecha se encendió en la panadería de Thomas Farriner, en la calle Pudding Lane y desde ahí se extendió hacia el resto de la urbe, propagándose con suma rapidez.
Multitud de viviendas y otras construcciones importantes fueron destruidas al paso de las impasibles llamas, incluyendo, claro, la iglesia de la que hablamos.

La dañada St Stephen Walbrook, entonces, necesitaba recuperarse tras los destrozos del fuego y el encargado de devolverle la vida fue el arquitecto Christopher Wren. Su interior había quedado plagado de bancos de madera quemada y las vidrieras de las ventanas se habían, en su mayoría, hecho añicos.
El altar original estaba ubicado en el extremo este y presentaba un retablo que contenía los Diez Mandamientos y pinturas de las figuras de Moisés y Abraham del Antiguo Testamento.
Fue aquel sobre el que hablan los protagonistas de La chica de antes el que le fue encargado al innovador Henry Moore muchos años después.
Ubicado en el centro del templo, fue tallado por el escultor entre 1972 y 1983 en mármol travertino pulido (que fue tomado de la misma cantera con la que trabajó el mismísimo Miguel Ángel); mide dos metros y medio de ancho y pesa varias toneladas.
De líneas sencillas, fue diseñado específicamente para ser colocado en el centro de la iglesia. No fue poca la controversia que se generó a su alrededor, pues hubo disputas sobre su diseño y colocación, llevándose esta discusión al Court of Ecclesiastical Cases Reserved.

Fue encargado por el promotor inmobiliario y guardián de la iglesia Lord Palumbo, como parte de la restauración (por el valor de £1,3 millones) de la iglesia que tuvo lugar entre 1978 y 1987.

La cúpula de la iglesia, de unos veinte metros, se sostiene magistralmente por columnas y arcos, que dejan pasar la luz exterior mediante amplios vanos con vidrieras, insuflando de vitalidad y energía al corazón del templo.
La iglesia se considera una precursora de la famosa Catedral de San Pablo de Londres y uno de los mejores trabajos de Wren (pese a ser la única iglesia que diseñó). A menudo se la enmarca dentro de las grandes joyas de la arquitectura inglesa.

El arte de Henry Moore
Volviendo a Henry Moore (1898-1986, Reino Unido), fue un artista que exploró mucho la interrelación entre formas cóncavas y convexas.
Mientras escribo esto me acuerdo, con cariño, del primer artículo que escribí para La Cámara del arte: sobre una escultura de un artista rumano, Albert Gyorgy, titulada El vacío del alma.
Aquella bebía de la inspiración de la que se nutría su autor a través de otros como, precisamente, Henry Moore. Y es que ambos utilizan el espacio para incorporarlo a su obra, como si fuera un elemento más de materia.
Me ha parecido curioso que mi primer artículo se conectara, precisamente, con el último del 2023. Conservo la misma ilusión que por entonces. Ojalá siga aquí mucho más tiempo, porque es una gozada 😊
Moore fue conocido por sus esculturas abstractas de bronce y mármol, que muchas veces pueden ser contempladas como obras de arte público, en diferentes partes del mundo.
Pero también tiene ejemplos de obra pictórica tan especiales como Tres figuras sentadas, que puedes visitar en el Museo Thyssen Bornemisza, concretado en 1941. A través del dibujo, Henry podía transformar las tres dimensiones de sus esculturas a las dos del papel.

Efectuado a base de tinta china, carboncillo, lápiz cera sobre papel adherido a tablero, Moore se adentró en una serie titulada Escenas de refugio, entre las que se encuentra Tres figuras sentadas, para recoger los horrores vividos durante el infernal blitz: una campaña de bombardeos sostenidos en el Reino Unido por parte de la Alemania nazi entre 1940 y 1941.
Londres volvió a quedar en ruinas (como en el tan truculento incendio de 1666) y más de cien mil civiles buscaron amparo en las estaciones de metro.
El propio artista se sorprendía y sobrecogía ante la imagen tétrica que le tocó presenciar con su esposa Irina cuando ambos tuvieron que refugiarse en el metro de Belsize Park:
“Vi cientos de figuras reclinadas de Henry Moore, extendidas a lo largo de los andenes -comentaba-, incluso los túneles parecían ser los agujeros de mis esculturas”.
Tres figuras sentadas nos habla de expectación, de cuerpos paralizados mientras se refugian de los bombardeos en los andenes del Metro. Tres mujeres rotundas, imitando los volúmenes escultóricos de Henry Moore.
Tres mujeres que hacen alusión también al tema de las tres Gracias, influencia de la tradición mediterránea en este periodo del Maestro. El propio Moore pronunciaba estas palabras al reflexionar sobre esta etapa:
“Tras dejar a Masaccio en Florencia, me volví a sentir atraído por la escultura arcaica y primitiva del Museo Británico”.
La vida humana y los edificios
En dos momentos de la serie se producen dos diálogos interesantes:
En uno, Jane le dice a Edward, refiriéndose a la estructura de la iglesia:
“A primera vista es completamente distinto a tu trabajo, pero luego empiezas a ver el parecido: el control, la sencillez…”.
Y en otro es él quien le dice a Emma:
“Las personas no distan mucho de los edificios, a mi parecer. Tienen tendencia a acumular cosas inútiles. Gestos románticos, palabras que no significan nada”.

En ambas ocasiones se le otorga al edificio características de la personalidad humana. Y es que estas construcciones son fiel reflejo de la sociedad. Son nuestros espacios, nuestro cobijo, nuestro lugar de reunión. Hogar, resguardo, ocio, trabajo. Gran parte de nuestra vida diaria queda enmarcada entre cuatro paredes.
La iglesia fue durante siglos el principal lugar de encuentro, protección y refugio para el pueblo llano, además de constituir el “Biblia pauperum”, medio por el que se instruía al fiel en la fe cristiana.
A comienzos de la escena a la que nos referimos en este artículo, Emma comenta que no le gustan las iglesias porque son “demasiado pomposas y solemnes. Nada que ver con la religión verdadera”.
La Iglesia anglicana
Pues eso es precisamente lo que critica la iglesia anglicana, como escisión del protestantismo, a la católica: la opulencia y la ostentación. El no adscribirse exclusivamente al camino de la fe, excluyendo todo lo accesorio.
Su origen se remonta a 1534 cuando el rey Enrique VIII, jefe supremo de la iglesia, la decreta en un acta y exalta la supremacía de las escrituras sagradas como único fundamento de la fe, reconociendo dos sacramentos principales: el bautismo y la eucaristía; a diferencia de la católica que se fundamenta en siete sacramentos.
Sus raíces históricas están en Inglaterra (estando la sede principal en Canterbury), así como la Iglesia Católica toma a Roma como centro espiritual. La Catedral de Canterbury -una de las más antiguas de Europa y construida en el año 597- es Patrimonio de la Humanidad desde 1988 y es centro religioso del Reino Unido, ya que es la sede del Arzobispo de Canterbury. Principalmente es de estilo gótico aunque tiene elementos románicos.
Desde el 2013, el Arzobispo es Justin Welby, siendo la persona 105 en ocupar el Arzobispado.

Hay ciertas diferencias respecto al catolicismo como la visión de la Virgen, por ejemplo. Mientras que el católico la adora, el anglicano la considera ejemplo de vida y la venera.
Respecto al sacerdocio, muchas iglesias anglicanas están dispuestas a que lo ocupen tanto hombres como mujeres, y en la católica está únicamente reservado para varones.
Y entre otras muchas, también hay diferencia en la celebración de eventos importantes relacionados con la vida de Cristo. Hasta el siglo XIX algunas iglesias protestantes dejaron de celebrar la Navidad, para desligarse del catolicismo.
Pero la mayoría, comenzando por Lutero, continuaron celebrándola el 25 de diciembre. Por ejemplo, en Navidad católicos y protestantes la celebraron desde 1607, año en que se celebró por primera vez en Norteamérica.
Hoy, a cinco días del 25, celebramos el poder estar compartiendo estas fechas desde la Cámara del arte contigo. Es una suerte que cuentes con nosotros para adentrarte en historias sobre la historia, el arte y sobre la historia del arte. Feliz Navidad y 2024.
WEBGRAFÍA
Exploring London. Treasures of London -Henry Moore altar at St Stephen Wallbrook… (junio, 2013)
Tourist Link. St. Stephen Wallbrook.
Historia. National Geographic. El pavoroso incendio que destruyó Londres en 1666. (28 de septiembre de 2022, Joseph Palau Orta)
Museo Thyssen Bornemisza. Tres figuras sentadas.
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