La Piedad

SOBRE EL DOLOR DIVINO Y HUMANO DE UNA MADRE

Según la Real Academia de la Lengua Española, Piedad es la “Virtud que inspira, por el amor a Dios […] y, por el amor al prójimo, actos de amor y compasión.”. Cierto es que, se trata de un término con una doble cara menos amable en significado, pues también denomina aquello que genera “Lástima, misericordia, conmiseración.”. 

Lo que veremos a continuación se relacionará directamente en el segundo significado, pues, en la Historia del Arte el término Piedad adquiere un carácter representativo, una condición iconográfica, donde el dolor y la angustia inundan la escena.


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Para establecer unos parámetros de similitud que caracterizan este modelo iconográfico, nos centraremos en dos obras maestras que inspiraron, desde su concepción, a los artistas y que, gracias a la gran sensibilidad que contiene, muchas representaciones piadosas siguen naciendo en la actualidad.

La Piedad
Pietà, El Greco (entre 1571 y 1576)

Cuando hablamos de representaciones sobre la Piedad, normalmente nos referimos a un momento exacto, una escena incómoda que recibe este nombre a raíz de los gestos de tristeza, rabia, de súplica que los personajes muestran con lo que está ocurriendo: el llanto sobre el cuerpo de Cristo muerto.

Lo importante viene ahora: la Piedad no sería considerada como tal si no apareciese la figura de María, Madre de Dios. Como ya hemos visto, la Piedad es un momento, un preciso instante que no aparece explícito en los evangelios, protagonizado únicamente por María y Jesús. 

Volviendo a la concepción de este modelo iconográfico en la Baja Edad Media (siglos XII-XIII) surgió la necesidad de otorgar un momento a María para admirar de que su hijo ha muerto y que, narrativamente, si estuviese presente en las sagradas escrituras se encontraría entre el descendimiento de la cruz y el santo entierro.  

El descendimiento de la Cruz y el Santo Entierro de Las muy ricas horas del Duque de Berry, Barthélemy d’Eyck, hermanos Limbourg y Jean Colombe (entre 1410 y1480) Folio 156v-157r.
El descendimiento de la Cruz y el Santo Entierro de Las muy ricas horas del Duque de Berry, Barthélemy d’Eyck, hermanos Limbourg y Jean Colombe (entre 1410 y1480) Folio 156v-157r.

No solo pictóricamente, sino también en el terreno literario, el Stabat Mater (“Estaba la Madre”) un poema del siglo XIII es un ejemplo de la importancia que cobra la figura de María en la muerte de Jesucristo en estos momentos y que hasta entonces no tenía representación artística.

Se necesitaba una Virgen María Símbolo, que acogiera el espíritu de la maternidad, sufrimiento y amor. Que fuese protagonista en el misterio del dolor y que como bella mártir del alma revelara la Verdad, la Belleza y la Bondad.

Para alcanzar la máxima expresión de esta simbología, la fuente de formación para los artistas era la Sagrada Biblia y los evangelios apócrifos. Debían tomarlo y hacer un “copia y pega” de lo que leían, por eso en la mayoría de los ejemplos si comparamos los textos con lo que vemos podemos ver que cumplen con lo escrito. De ahí la importancia del arte en la formación de la fe cristiana.

Algunos ejemplos de similitudes entre textos e imágenes: 

«La cabeza está herida, el corazón extenuado, de la planta del pie a la cabeza no queda parte ilesa: heridas y contusiones, llagas abiertas, no limpiadas ni vendadas ni aliviadas con aceite.»  Is 1, 5-6

La Piedad
Lamentación sobre Cristo muerto, Anthony van Dyck (1640)

«Mujer, ahí tienes a tu hijo» Jn 19, 26

La Piedad
Lamentación sobre Cristo muerto, Andrea Mantegna (1475)

«¿Qué hombre no lloraría si a la Madre de Cristo viera en tanto suplicio?» Verso III de Stabat Mater

Llanto por Cristo muerto, Giotto (1305)
La Piedad
Piedad, Miguel Ángel Buonarroti (entre 1498 y 1499)

Realizada entre 1498 y 1499 y ubicada la Basílica de San Pedro del Vaticano, es una escultura de mármol de Carrara -no presenta vetas, es decir, no tiene imperfecciones en su superficie, lo que demuestra su gran calidad- con una composición triangular que remite a la Trinidad y la eternidad ya que está colocada sobre una base elíptica.

Una obra que demuestra un gran equilibrio y estabilidad cuyo objetivo es revelar a través del momento de la Piedad, cómo la maternidad divina adquiere su plenitud con el cumplimiento de la voluntad de Dios, y de manera compacta, nos enseña que los hijos son un regalo de este encomendados a las madres y padres. María supo dejar ir a su hijo y contribuyó para que se cumpliese el misterio del cristianismo católico.

El equilibrio y la armonía del conjunto se convierten claves en el proceso creativo para que prime la belleza sobre el sufrimiento, mostrar la belleza que hay en el dolor. María se convierte carne de su carne.

El tratamiento del cuerpo de Jesús, desfigurado, flácido y roto (hombro dislocado y abdomen hundido como consecuencia del esfuerzo ejercido sobre la cruz), se mezcla con las carnaciones de María, separadas simplemente por el sudario lo que preserva la sacralidad del cuerpo muerto. Ella se mezcla con su hijo y comparten el mismo dolor.

Detalles de la obra: torso de Cristo, mano de María y brazo de ambos. 
La Piedad
Detalles de la obra: torso de Cristo, mano de María y brazo de ambos. 

El juego de luces y sombras es importante también porque crea casi una experiencia inmersiva en el que el espectador puede ver los claroscuros de la Piedad. La sombra como el final del hijo de Dios, y la luz esperanzadora del bien mayor que supone haber muerto en la cruz, y eso María lo conoce.

Detalles de los rostros de Cristo y la Virgen según la ubicación de los focos de luz.

Su expresión es serena, juvenil, bella, inmaculada. Una entereza frente a una situación tan desagradable que según desde el punto de vista que veamos puede parecer que hasta duerme. Por eso, contemplar con detenimiento una obra tan bella como esta que representa una escena tan dolorosa, ayuda a fortalecer el consuelo en el dolor siempre desde la verdad, bondad y belleza. 

Pese al dolor, se entrega plenamente a su hijo.

«¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque esas llegasen a olvidar, yo no te olvido. Míralo, en las palmas de mis manos te tengo tatuada.»  Is, 49-16.

Cuando la vida terrenal del Hijo de Dios comienza, María lo sostiene; cuando termina, María sigue sosteniéndolo. 

La Piedad

«A ti misma una espada te atravesará el alma.» Lc 2, 35.

Un segundo alumbramiento en el que María hace una donación total de sí en su Hijo. Una renuncia a sí misma.

En la Historia del arte, la muerte de un hijo se ha interpretado de diferentes maneras, desde la fe, la historia, las propias vivencias de los artistas u otras formas de entender lo que es la Piedad con mayúsculas. 

La Piedad
Piedad, según Delacroix, Vicent van Gogh(1889) 
Imagen que contiene interior, cuarto, vivo, tabla

Descripción generada automáticamente
Iván el Terrible y su hijo, Ilía Repin (1885)
La Piedad
Mujer con mi hijo muerto, Käthe Kollwitz (1903)
Marina Vargas: Subvertir modelos heredados a través de lo simbólico
La Piedad Invertida o La Madre Muerta, Marina Rodríguez Vargas y Marina Vargas (2017)

La vivencia de los cristianos en los momentos de dolor, la búsqueda del consuelo en la oración también se acompaña de la búsqueda de la belleza en el sufrimiento. Si recogemos todo esto, la Piedad no consiste en un dolor divino, sino en el sufrimiento humano. En el arte no hace falta tener delante de nosotros un cuadro de temática religiosa para sentir el consuelo del que sufre, Jesús. 

«No derraméis sin piedad sangre inocente en este lugar.» Jr 22, 3

La segunda obra maestra que muestra la otra cara de la Piedad es sin duda Guernica de Pablo Picasso realizada en 1937, es una pintura que representa el horror vivido durante el bombardeo del pueblo vizcaíno de Guernica en abril de 1937 por parte de la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana, que combatían en favor del bando sublevado contra el gobierno de la Segunda República Española. 

La Piedad
Guernica, Pablo Picasso (1937)

El Guernica es obra que nada tiene que ver con el clasicismo anterior, pues el estilo cubista remplaza todo tipo de perfecciones y limpiezas traídas en la escultura renacentista, sometiendo la representación en un escenario de atrocidad y espanto.

Ninguna belleza maternal protagoniza el cuadro, de lo contrario, es la maternidad más humana que nunca. Algunas interpretaciones creen que la madre y el hijo podrían tratarse de la República huyendo de la ciudad sitiada de Madrid hacia fuera del lienzo. 

Un grito ahogado que suplica al cielo. Una madre que llora y se desgarra. Daría a cambio sus entrañas por la vida de su hijo. Su lengua es afilada como un estilete y sus ojos tienen forma de lágrimas. Sostiene en sus brazos a su hijo ya muerto cuyos ojos carecen de pupilas. Pechos descubiertos, manos dañadas que se mezclan con las de su hijo (mismas carnaciones que la Piedad Vaticana) sin que las telas les separen. 

Se manchan. Es sangre de su sangre. Todos sus rasgos miran hacia arriba preguntándose: “¿Qué es lo que quieres de mí?”. Una humanidad que no contiene su llanto ni esconde su muerte en vida. 

No es difícil de comprender la actuación de esta madre, es lo más terrenal y racional del cuadro. La divinidad de María Virgen no puede compararse con este duelo. Pese al desprecio que invade nuestra mirada hacia el Guernica, no nos sentimos ajenos a este pues seríamos más capaces de actuar así que contemplar en silencio y devoción lo que fue el resultado vivo del amor humano.

Dos realidades donde una no es mejor que la otra. Ambas perfecciones se asemejan a las realidades del ser humano: alma y cuerpo. La espiritualidad en la Piedad de Picasso se hace presente con las similitudes que tiene con la Piedad vaticana, pero la interpretación del pintor cubista no le interesa demostrar una escena de calma, sino una que juegue en sintonía con el resto del lienzo, de ahí la inspiración compositiva de la obra renacentista ya que le permite remitir al aspecto espiritual frente a todo el caos y dolor carnal. 

La Piedad
Detalle de madre e hijo
Detalle de madres
La Piedad
Detalle de hijos

Algunos enlaces de interés

Ver el Guernica en Gigapixel.

La Piedad de Miguel Ángel: análisis detallado en La Cámara del Arte.

El Sufrimiento de las obras de arte: los ataques más famosos de la historia a obras de arte en La Cámara del Arte.

Galería completa de la Piedad por Robert Hupka.

BIBLOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA

GARCÍA-LUENGO MANCHADO, Javier: “La Piedad en el siglo de las guerras: aproximación a la exégesis iconográfica del sexto dolor de maría en el arte contemporáneo”. Regina Mater Misericordiae: estudios históricos, artísticos y antropológicos de advocaciones marianas. Córdoba, 2016.

SOLSONA QUILIS, Hector: Teología del Guernica. El Guernica de Picasso como primer cuadro de la muerte de Dios. A Parte Rei. Revista de filosofía. 2002: nº 20: 1-9. 

VIANA, María del Camino: “María, Madre en el Dolor”, María una obra maestra. La Madre de Dios a través del arte. España, 2021.

CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA. SAGRADA BIBLIA: https://www.conferenciaepiscopal.es/biblia/  (Consulta: 28/08/203) 

REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: https://dle.rae.es/piedad (Consulta: 28/08/2023) 

Biblioteca de Imágenes: 

El descendimiento de la Cruz de Las muy ricas horas del Duque de Berry, Barthélemy d’Eyck, hermanos Limbourg y Jean Colombe: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Folio_156v_-_The_Deposition.jpg 

El Santo Entierro de Las muy ricas horas del Duque de Berry, Barthélemy d’Eyck, hermanos Limbourg y Jean Colombe: https://ca.m.wikipedia.org/wiki/Fitxer:Folio_157r_-_The_Entombment.jpg 

Lamentación de Cristo muerto de Andrea Mantegna: http://pinacotecabrera.org/en/collezione-online/opere/the-dead-christ-and-three-mourners/ 

Lamentación sobre Cristo muerto de Giotto: https://www.wga.hu/index_search.html 

Lamentación sobe Cristo muerto de Anthony van Dyck: https://vlaamsekunstcollectie.be/nieuws/anthony-van-dyck-bewening-van-christus-kmska 

Piedad de El Greco: https://www.philamuseum.org/collection/object/102629 

Piedad de Miguel Ángel: https://web.archive.org/web/20161029060145/http://www.panoramio.com/photo/102488349 

Guernica de Pablo Picasso: https://www.museoreinasofia.es/coleccion/obra/guernica 

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