MACHU PICCHU, EL REINO DEL INCA
¿QUIENES FUERON LOS INCAS?
Hay un mito que recoge el nacimiento de los incas. Inti, el dios sol, al ver la desorganización en la que vivían los humanos en la tierra, decidió enviar a dos de sus hijos para llevar a la humanidad el orden y la civilización.
Estos hijos fueron Manco Copac y Mama Ocllo, que emergieron del lago Titicaca. Desde allí, se encaminaron hacia el norte, creando así el primer Camino Inca. Al llegar al final de ese camino fundaron la ciudad Cusco y Manco Copac se convirtió en el primer Shapa Inca, gobernante del pueblo andino (inca=rey).
El pueblo inca forjó un amplio imperio al que llamaban Tahuantinsuyo (los cuatro rumbos del universo) y que aglutinó Perú, Bolivia, Ecuador, Chile, Argentina, las costas del Pacífico y el este amazónico.
Esta expansión se inició en el siglo XV bajo el mando de Pachacuti Inca Yupanqui (1438-1471) consolidando el auge del imperio su hijo, Túpac Yupanqui, apoderándose de lo que actualmente es Chile, Argentina y Bolivia. Tras el fallecimiento de Huayna Cápac, el sucesor de Túpac, el territorio se sumió en una guerra civil entre sus hijos, cosa que los distrajo de un peligro aún mayor que se cernía sobre ellos: la llegada de los conquistadores españoles.
LA SOCIEDAD INCA
Para gobernar un territorio tan amplio, se dividió el territorio en cuatro regiones, gobernadas por un representante del inca (rey) llamado suyoyoc apu, que también formaban parte de un consejo de gobierno que asesoraba al inca.
La base de toda la organización social de los incas era el aillu, formado por las familias que descendían de un mismo linaje y cada uno tenía su propia tierra, su ganado y su divinidad. Eran la verdadera fuerza de trabajo y el sustento económico y militar del imperio. La nobleza, incluido el inca, se agrupaban en aillus, pero se conocían con el nombre de panacas.
La sociedad inca, como la mayoría de sociedades de esta época, era una sociedad fuertemente jerarquizada, estando en lo alto de la cúspide el inca, con un poder absoluto sobre todo, incluida la vida y posesiones de sus súbditos, además de tener poder en lo político, lo militar, lo religioso y lo administrativo. El resto de cargos administrativos y religiosos de más importancia los ocupaban miembros de la familia real.
En el otro extremo de la pirámide, en la base, la gente común, a la que el Estado organizaba toda su vida, incluso le decían con quien casarse. Aunque, por otro lado, les facilitaba vivienda, una parcela, trabajo y ropa, además de fomentar la solidaridad entre los miembros del aillu y proteger a los discapacitados y ancianos.
Esta es, a grandes rasgos, la civilización que construyó este hito de la arquitectura y el urbanismo conocido como Machu Picchu.
LA CIUDAD DEL INCA: MACHU PICCHU
La espectacular ciudad de Machu Picchu, la ciudad del inca, se alza entre las brumas de las montañas de los Andes, donde se sitúa a unos 2.438 metros de altitud. Fue erigida en el siglo XV por el inca Pachacuti, que la convirtió en el centro político y espiritual del Tahuantinsuyo. La ciudad se divide en dos grandes áreas: el barrio alto o Hanan y el barrio bajo o Hurín, siendo el sector urbano el primero y el agrícola el segundo.
- Barrio alto o Hanán
Esta zona de la ciudad corresponde al sector urbano y en él se sitúan los principales edificios de las élites, tanto la gobernante como la sacerdotal. Se accedía a la zona a través de una puerta de piedra abierta en una muralla que separaba esta zona del sector agrícola.
Sus edificios más destacados son: el Templo del Sol, la casa de la Ñusta, la residencia real, el Templo de las Tres Ventanas y el Templo Principal. Coronando todo el sector, y la ciudad, se alza la pirámide natural de la Intihuatana, el lugar místico de la ciudad.
En esta parte de la ciudad abundan las construcciones de tres paredes, conocidas como wayronas y que solían usarse para conservar alimentos y manipularlos. También se pueden ver otros edificios, los qulcas, almacenes para alimentos, ropa y armas.
- El Templo del Sol
De forma circular, nos recuerda a los torreones medievales. Presenta dos partes bien definidas: la inferior, con una cueva cuya función debió ser sagrada; y la superior, circular, en la que se pueden ver tres ventanas trapezoidales en sus muros. En su interior alberga una gran piedra que pudo hacer de altar y que en cada solsticio, al alba, es iluminada por el sol.
Curiosos son los clavos líticos (de piedra) que forman parte de las ventanas este y sur y que podrían haber sido usados para cortinajes o para sujetar utensilios que estarían dedicados a la astronomía.
También forma parte del templo una fuente, situada frente a la ventana norte, y que se conoce popularmente como la Fuente de las Serpientes.
- La casa de la Ñusta
También conocida como Casa Sacerdotal y se sitúa a escasos metros del Templo del Sol. A pesar del nombre (ñusta es el nombre de la princesa que pertenecía a la familia real) no se sabe su función.
Tiene dos plantas, algo poco común en las viviendas incas. No están comunicados entre sí por el interior, teniendo entradas independientes. Para acceder a la parte superior se hacía desde una plaza anexa al Templo del Sol donde había una escalera de piedra. Por el contrario, para acceder a la parte inferior, se entraba por una gran puerta trapezoidal.
- El Templo de las Tres Ventanas
Quizá una de las edificaciones más conocidas de Machu Picchu. Aunque siempre se le ha considerado un templo, no se conoce su función real, lo que sí se sabe es que el edificio, en su origen, tenía cinco ventanas, pero se cegaron dos para usarlas como hornacinas.
Este edificio sigue el modelo de las wayronas y presenta una columna de piedra en el centro que serviría de apoyo a grandes vigas de madera que sujetaban una techumbre vegetal a dos aguas. El tamaño de las ventanas ha llevado a pensar que el lugar estuvo dedicado a un uso astronómico.
- El Templo de Intihuatana
El templo se sitúa en lo alto de una colina y domina toda la ciudad. Este promontorio natural tiene forma de pirámide, está escalonado y coronado por un templete. Detrás, se alza imponente el símbolo de Machu Picchu: la montaña de Huayna Picchu.
La montaña se escalona de forma artificial gracias al uso de andenes, algo muy característico de la ciudad, y que tenían una doble función: por un lado, apuntalar las laderas y así evitar derrumbes; y por otro, crear terrazas agrícolas, quizá dedicadas a cultivar plantas que se usarían en el culto.
Se accede a la cima por una escalera tallada en piedra que lleva hasta una explanada en la que podemos ver un edificio de tres paredes y, desde ahí, se llega a lo más alto.
Lo más importante de todo el conjunto es la piedra sagrada, la piedra de la intihuatana, situada en lo más alto del promontorio. Está tallada en una sola pieza y todo el simbolismo que rodea tanto a la piedra como al templo estaría relacionado con el sol. Esta piedra sería un altar natural, quizá destinado a sacrificios, aunque aún no está confirmado.
- Barrio bajo o Hurín.
Zona del sector agrario y el pueblo llano, situada al sur de la ciudad y formada por terrazas que no solo cimentaron la ciudad, sino que también alimentaban a sus habitantes, peus eran las terrazas de cultivo. Esta zona se separa de la parte alta por un muro, un foso (creado por el principal desagüe de la ciudad) y una escalinata.
Aquí se situaban las viviendas de los incas de a pie. Su estructura básica era la cancha formada por un grupo de casas rectangulares organizadas en torno a un patio común y con un muro que las rodeaba en el que había una única puerta de acceso.
Construidas en piedra y de una sola planta, se cerraban a dos aguas a través de una cubierta vegetal. Estas casa no tenían puertas en sí sino que usaban una especie de cortina para ello. En su interior se encontraban nichos destinados para diversos usos, desde colocar cerámica a acoger las estatuillas de los dioses.
Los edificios más importantes de esta zona de la ciudad son : el Templo del Cóndor, la casa de las Escogidas y el grupo de las Tres Puertas.
- El Templo del Cóndor
Esta construcción singular se conoce también como Apu Kuntur. No es de extrañar la existencia de un templo dedicado a este ave, pues para los incas era un animal divino y representaba la inmortalidad.
Lo más original es su fachada que aprovecha dos enormes rocas y que los ingenieros incas utilizaron para simular las alas del cóndor. Y es que gracias un ingenioso juego de luces y sombras proporcionado por el sol, la sombra que estas enormes rocas proyectaban sobre el suelo recuerdan a las alas del cóndor. Además, se talló en el suelo parte del cuerpo y de la cabeza del ave para dar así mayor realismo a este fenómeno.
En la parte trasera del templo encontramos un edificio con unas pequeños huecos en la pared. Siempre se ha interpretado esta construcción como una especie de cárcel, donde los prisioneros sufrían terribles torturas.
- El grupo de las Tres Portadas
Situado junto a la plaza principal y elevado sobre tres niveles de terrazas, cada construcción tiene una puerta de doble jamba. Esto hizo pensar que en este lugar residían las élites, pues únicamente las construcciones más relevantes tenían este tipo de entrada.
Este conjunto sigue el modelo organizativo de la concha inca, con edificios rectangulares de tipo habitacional y almacenes para guardar tanto víveres como otros útiles. Todo está rodeado por una muralla con una única entrada. Parece ser que los habitantes de este lugar eran ciudadanos principales, posiblemente pertenecientes a la familia imperial.
Otro edificio a destacar es la Casa de las Escogidas, lugar donde se alojaban las acllas, jóvenes seleccionadas para servir al Estado. Estas chicas procedían de la nobleza. Cuando cumplían entre ocho y diez años, se las separaba de su familia y se las ingresaba en una escuela especial, donde estaban obligadas a abrazar el voto de castidad y a trabajar para el Estado. En lengua quechua, este lugar era conocido como acllahuasi (casa de las escogidas).
HIRAM BINGHAM Y UN HITO ARQUEOLÓGICO: EL DESCUBRIMIENTO DE MACHU PICCHU
Desde la llegada de los españoles a tierras peruanas, y su posterior conquista, siempre habían circulado leyendas sobre increíbles ciudades incas perdidas en la selva. Puede que Bingham, atraído por estas historias, se interesase por el mundo incaico y decidiese hacer una expedición a la zona en 1911 con el fin de hallar la mítica ciudad de Vilcabamba. Con esto en mente, viajó hacia Cuzco acompañado por dos colegas de la Universidad de Yale, un grupo de porteadores nativos y un sargento del ejército peruano que les hacía de guía.
En una ocasión, llegó hasta su campamento un indígena que les aseguró que en la cumbre de la montaña conocida como Machu Picchu se escondían las ruinas de una antigua ciudad. Bingham, convencido que había dado con Vilcabamba, se encaminó hacia el lugar.
En su ascenso, recabaron en una cabaña a los pies de la montaña, donde vivía una familia que le confirmó lo que aquel indígena les dijo, incluso uno de sus hijo los acompañó. Lo primero que vieron al llegar fueron las terrazas de piedra escalonadas y, tras retirar gran parte de la maleza, se toparon con diversas viviendas. Poco a poco, el muchacho condujo a los exploradores por una cueva que desembocó en una gran plaza y fue entonces cuando, ante sus ojos, se alzaron dos magníficos templos.
Gracias a estos hallazgos sin parangón, tanto la Universidad de Yale como la National Geographic Society se interesaron por la zona, financiando una nueva expedición en 1912. Esta vez, Bingham se acompañó de una amplia cuadrilla de nativos que se dedicaba a retirar la vegetación mientras él inspeccionaba y cartografiaba el yacimiento.
Bingham realizó varias expediciones más hasta la zona y defendió hasta el final de sus días que lo que había encontrado era la mítica ciudad de Vilcabamba, lo mismo que le ocurrió a Colón, que murió pensando que lo que había hallado era nueva ruta a las Indias.
UN DESCUBRIMIENTO NO TAN NOVEDOSO
A pesar de la fama de Hiram Bingham como descubridor de Machu Picchu, lo cierto es que ese honor no es del todo suyo, pues siempre ha habido referencias a esta ciudad.
Ya en 1870 Henry Singer hizo un mapa de la zona y, cuatro años después, lo hizo Herman Gohring. Tiempo después, otros exploradores confirmaron su existencia, aunque es cierto que no llegaron hasta las ruinas, quizá por la falta de existencia de algún camino que llevase hacia ellas.
Pero será en 1902 cuando tres cuzqueños (Gabino Sánchez, Enrique Palma y Justo Ochoa) guiados por Agustín Lizárraga llegaron a Machu Picchu. De hecho, dejaron su huella en el Templo de las Tres Ventanas a través de una inscripción que, al llegar Bingham y verla, mandó destruir, para así atribuirse el merito exclusivo.
POLÉMICA POR LAS PIEZAS
Será durante la campaña de 1912 cuando se realicen los mayores hallazgos materiales como cerámicas, metales, momias… un sinfín de objetos que Bingham iba enviando destino al Museo Peabody de la Universidad de Yale, todo con el beneplácito del gobierno de Perú, aunque no por ello exento de polémica, ya que parte de las piezas salieron de forma un tanto sospechosa a través de Bolivia.
A pesar de contar con el permiso para exportar las piezas, dicho permiso tenía una condición: que las piezas se devolviesen a territorio peruano en unos tres años, cosa que nunca ocurrió por falta de petición del gobierno peruano. En 2008 Perú solicitó a Yale que desvolviese las piezas, pero la universidad se negó, diciendo que, tras noventa y seis años en sus fondos, eran consideradas patrimonio de la institución.
Pero será en 2011, con motivo del centenario del descubrimiento de Machu Picchu, cuando la Universidad de Yale y Perú llegó a un acuerdo: devolverían de forma paulatina las piezas. Hoy se pueden disfrutar parte de esas piezas en el Museo Machu Picchu situado en la Casa Concha de Cuzco.
MUSEO MACHU PICCHU CASA CONCHA
Inaugurado en 2011, el museo se sitúa en una antigua casa colonial que se levantó sobre el palacio de Pucamarca del Tupac Inca Yupanqui.
El inicio del recorrido lo conforman una colección de imágenes de la expedición de Hiram Bingham , además de imágenes del yacimiento desde el aire y dioramas de las excavaciones. Además de esto, se exhiben unas 366 piezas, todas ellas corresponden ala expedición de Bingham de 1912.
BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
Colección «Arqueología» Volumen «Machu Picchu». National Geographic. RBA, 2017.
EL GRAN CAMINO INKA.
NATIONAL GEOGRAPHIC.
https://historia.nationalgeographic.com
MUSEO MACHU PICCHU