COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE ABAPORU
CONTEXTO HISTÓRICO
Abaporu fue creado en 1928 por Tarsila do Amaral, una de las figuras más importantes del modernismo brasileño. La obra surge en un momento en que Brasil buscaba emanciparse culturalmente de Europa, fomentando un arte que reflejara su identidad nacional, sus raíces indígenas, africanas y mestizas.
La pintura está directamente ligada al Movimiento Antropofágico, liderado por Oswald de Andrade, pareja de Tarsila en ese entonces. Este movimiento, inspirado por el concepto de “antropofagia” o “canibalismo cultural”, proponía devorar y asimilar influencias externas para transformarlas en algo auténticamente brasileño. Esto representaba una metáfora de resistencia cultural frente al colonialismo europeo, fomentando la creación de un arte que fuera una mezcla única de lo local y lo universal.
El título, Abaporu, proviene del tupí-guaraní y significa “hombre que come gente” (aba = hombre, poru = comer). Oswald de Andrade, al recibir la pintura como un regalo de Tarsila, quedó fascinado y lo convirtió en el símbolo del Manifiesto Antropófago, publicado ese mismo año.
Este momento marcó un cambio en el arte brasileño: en lugar de imitar estilos europeos como el academicismo, artistas como Tarsila comenzaron a reinterpretarlos desde una perspectiva brasileña, destacando temas y elementos visuales autóctonos.
BREVE BIOGRAFÍA DE LA ARTISTA
Tarsila do Amaral (1886-1973) nació en una familia rica en São Paulo y se formó inicialmente en el arte académico tradicional. Posteriormente, estudió en París, donde absorbió las influencias de vanguardias europeas como el cubismo (a través de maestros como André Lhote y Fernand Léger), el surrealismo y el fauvismo.
Regresó a Brasil en los años 20, ya influenciada por estas corrientes, pero con un interés renovado por explorar las raíces de su propia cultura. Formó parte del Grupo dos Cinco, un colectivo de artistas e intelectuales modernistas, junto con Oswald de Andrade, Mário de Andrade, Anita Malfatti y Menotti del Picchia. Este grupo desempeñó un papel clave en la Semana de Arte Moderno de 1922, un evento que rompió con las convenciones artísticas tradicionales y sentó las bases para el modernismo brasileño.
La obra de Tarsila evolucionó desde un enfoque más europeo hacia una fusión única de vanguardia y elementos locales. Su etapa “antropofágica”, de la cual Abaporu es el ejemplo más icónico, se considera su mayor contribución al arte mundial.
ANÁLISIS FORMAL

Composición
La figura humana domina la obra, ocupando el primer plano. Está sentada sobre un pequeño terreno verde, acompañada por un sol amarillo y un cactus de gran altura. La proporción exagerada entre los elementos crea un juego visual donde la monumentalidad y lo absurdo dialogan.
Colores
La paleta de colores es vibrante y cálida, con tonos de amarillo, naranja y verde que evocan el paisaje tropical brasileño. El fondo azul claro proporciona un contraste armonioso que resalta las figuras.
Figuras y formas
La figura humana presenta extremidades alargadas y desproporcionadas, con pies y manos enormes, mientras que la cabeza es pequeña y casi insignificante. Esto refuerza la conexión del personaje con la tierra, representando la fuerza física y la simplicidad del hombre brasileño, en contraste con el intelectualismo europeo.
Líneas y técnica
Las líneas son curvas y suaves, dando un carácter orgánico a la composición. La simplificación de las formas, inspirada por el cubismo, hace que los elementos se perciban como universales y modernos a la vez.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO
Abaporu tiene un profundo simbolismo, tanto en sus elementos visuales como en su contexto:
Figura humana
La figura desproporcionada, con su cabeza pequeña y pies grandes, representa al “hombre común”, conectado a la tierra y a su entorno. Este ser refleja la identidad del Brasil rural, simple pero lleno de fuerza y vitalidad.
Cactus
El cactus es un elemento típico del paisaje brasileño, especialmente del nordeste árido, y simboliza la resiliencia y la adaptación a condiciones difíciles. También evoca la conexión con la naturaleza autóctona.
Sol
El sol amarillo brillante puede interpretarse como una fuente de vida y energía, vinculada a la vitalidad tropical del país.
Relación antropofágica
La obra representa el acto de devorar influencias externas para crear algo nuevo y propio. Es un llamado a regresar a las raíces indígenas y africanas de Brasil mientras se moderniza.
CURIOSIDADES
- Abaporu fue un regalo de Tarsila a Oswald de Andrade, quien inmediatamente lo declaró el símbolo del Manifiesto Antropófago.
- En 1995, la obra fue adquirida por un coleccionista argentino, Eduardo Costantini, en una subasta por 1,5 millones de dólares. Actualmente, se encuentra en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA).
- Es considerada la pintura más cara de un artista brasileño y una de las obras más importantes del modernismo en América Latina.
CONCLUSIÓN
Abaporu no es solo una obra maestra de Tarsila do Amaral, sino también un símbolo de la emancipación cultural de Brasil. A través de sus formas simples pero cargadas de significado, logra sintetizar el espíritu del Movimiento Antropofágico, que redefinió el arte brasileño. Su capacidad para integrar lo local y lo universal hace de Abaporu una pieza icónica, no solo de Brasil, sino del arte moderno mundial.
BIBLIOGRAFÍA
- Amaral, Tarsila do. Diarios y escritos sobre su obra. Ediciones Modernismo Brasileño, 1970.
- Andrade, Oswald de. Manifiesto Antropófago. São Paulo, 1928.
- Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA). “Colección Permanente”.
- Barnitz, Jacqueline. Twentieth-Century Art of Latin America. University of Texas Press, 2001.
- Ramírez, Mari Carmen. Reshaping the Nation: Modernism in Latin America. The Museum of Modern Art, 2004.