COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE BACO
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO
Obra pictórica realizada por el artista italiano Michelangelo Merisi, más conocido como Caravaggio y siendo considerado como el primer gran exponente de la pintura del Barroco.
Desde el principio de su estancia romana rechazó la característica belleza ideal del Renacimiento, basada en normas estrictas, y eligió el camino de la verdad y el realismo, realizando sus obras mediante copias directas del natural, sin ningún tipo de preparación previa. Sus primeras creaciones son fundamentalmente pinturas de género que combinan la figura humana con escenas de bodegón y naturaleza muerta.
Baco fue pintado poco después de que Caravaggio se uniera a la casa de su primer patrón importante, el cardenal Del Monte, y refleja los intereses humanistas del círculo del cardenal. El cardenal lo encargó como regalo para Fernando I de Médici en honor a las celebraciones de las bodas del hijo Cosme II.
ANÁLISIS FORMAL
En esta obra, Baco no es representado en manera idealizada como en el pasado, sino que se parece a un joven de pueblo, uno de esos personajes con los que Caravaggio solía frecuentar las tabernas y los prostíbulos.
Como en la mayoría de sus obras, aquí también el paisaje está ausente: el interés del artista es de hecho destacar la humanidad de los personajes en vez de los detalles. Su elección en representar sujetos populares, toscos, torpes y sin gracia le trajo muchas críticas durante su vida.
La pintura representa a un joven dios Baco, reclinado a la manera clásica con uvas y hojas de parra en el pelo. Sobre una mesa de piedra enfrente de él hay un bol de fruta y una jarra grande de cristal con vino tinto; con su mano izquierda ofrece al espectador un cáliz o copa de vino llana y ancha, aparentemente invitando al espectador a unirse a él.
Caravaggio utilizaba un complejo sistema de espejos para retratar sobre sus lienzos, como una primitiva técnica fotográfica.
La fruta y la jarra han llamado más la atención de los expertos que el propio Baco. La fruta, porque la mayor parte de las piezas son incomestibles, lo que, según los críticos más serios, simboliza la fugacidad de las cosas mundanas. La jarra, porque después de limpiarse la pintura, apareció en el vidrio un pequeño retrato del artista trabajando en su caballete.
GALERÍA DE IMÁGENES