COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DEL BESO EN LA CAMA DE TOULOUSE-LAUTREC
CONTEXTO HISTÓRICO
En el siglo XIX París era paisaje del arte y el placer hedonista. Toulouse-Lautrec llegó a la capital francesa en 1882, el mismo año en que abría sus puertas el cabaret Le Chat Noir. Este sitio había sido durante mucho tiempo un punto de encuentro de artistas, músicos, escritores…pero con el tiempo había pasado a ser un lugar al que acudían todo tipo de personas, sin distinción de clases, para mezclarse los estratos sociales más bajos y la gente más extravagante.
El artista había estudiado letras y provenía de una familia adinerada que solía acudir a los salones aristocráticos, sin embargo prefería frecuentar los antros más oscuros de la brillante París. Esto era por un incansable recelo a los gustos burgueses y por sentirse acomplejado cuando estaba rodeado de ellos, pues tenía una pequeña estatura que rozaba el límite del enanismo y un físico poco agraciado. De esta forma Montmartre comenzó a formar parte de su refugio y hogar, y este se convertiría en un “reportero” de sus escenas. Verdaderamente Lautrec se sentía cómodo entre las prostitutas, los borrachos, el ambiente y atmósfera de la vida bohemia.
Este cuadro forma parte de una colección que le mandó pintar el propietario de un prostíbulo de la rue d’Ambroise para decorar el lugar. Toulouse-Lautrec pintaba desde bailarinas moviendo sus faldas en el Moulin Rouge o escenas de hombres bebiendo en la barra de algún local, hasta pinturas más íntimas como esta. Además fue un importantísimo cartelista para todo ese mundo, promocionó gran parte de los encuentros y bailes apoyándose en la línea como forma de representación y a través de los colores amarillo, rojo y negro. Se le llegó a reconocer como pintor de la modernidad.
ANÁLISIS FORMAL
El postimpresionismo se puede entender como la generación siguiente al impresionismo. La definición la acuñó Robert Fry para una exposición que tuvo lugar en la galería Grafton de Londres en 1910. En ella se expusieron todo tipo de obras, sin embargo la tendencia a categorizar tiene sus riesgos puesto que en realidad entre esos artistas había poco en común, salvo el rechazo a la academia y al ambiente rico-burgués.
En este contexto, Toulouse-Lautrec tiene una interesante personalidad y trayectoria artística que parece no encajar en ninguna parte porque desarrolló sus pinturas sumido en su propia burbuja de Montmartre ajeno a los acontecimientos y novedades parisinas. En aquellos prostíbulos y cabarets parecía perder la noción del tiempo y la memoria. En este cuadro el artista presenta a dos amigas prostitutas que comparten las misma cama y parecen descansar de su trabajo, una escena aparentemente dulce entre otro tipo de temas en los que exponía los aspectos más sórdidos de la vida nocturna de París.
Las mujeres retratadas acaparan la mirada del espectador gracias a una composición que las focaliza solo a ellas haciéndolas protagonistas de la escena, donde no importa la cama y lo que les rodee sino el vínculo afectivo que comporten en ese instante.
Las figuras están dispuestas en escorzo y son tratadas con una pincelada ágil creando contornos sinuosos junto con una extensión compacta del color; este comportamiento es fruto de la influencia de los grabados japoneses y las litografías publicitarias para los cafés. El artista a su vez utiliza colores fríos pero aun así no influyen en la percepción del espectador para sentir calidez por la escena.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO
Las pinturas de Lautrec solían representar sin pudor grandes connotaciones eróticas a través del tema lésbico y la prostitución. Sin embargo a partir de esta obra de “El beso en la cama” parece que el artista se vuelve más sensible y su obra cobra características más tiernas. Aun presentando el tema del lesbianismo no se marca sensualidad ni erotismo, sino que se dan cabida a sentimientos e incluso a un mensaje moral.
Existen múltiples interpretaciones acerca de Beso en la cama, parece que las chicas encuentran en ellas el cariño y el amor que no reciben de sus clientes. Por otro lado también es interesante comentar que no todo el mundo se percata de que se trate de dos mujeres, puesto que la figura de cara al espectador podría ser también un hombre. De alguna forma el artista despoja de género al retrato, posiblemente bajo la idea de exhibir una idea del amor puro sin límites, centrado en el espíritu y no en la forma.
CURIOSIDAD
Algunas de las obras de Toulouse-Lautrec llegaron a exponerse, sin embargo terminaron por ser retiradas porque la temática de las mismas resultaba controvertida para los valores burgueses que solían ser más tradiciones y conservadores. La situación fue hipócrita porque aquellos que señalaban de trasgresor a Lautrec y presumían de esos valores eran los mismos que frecuentaban los locales del Montmartre en busca de diversión y libertinaje.
Las obras requisadas pasaron de mano en mano, algunas veces valorándose mejor que otras, hasta acabar más tarde en casas de subasta llegandose a pagar grandes cantidades de dinero por ellas. Esta pintura de “El beso en la cama” fue vendida en la casa de subasta Shoteby’s de Londres para una colección particular por la cifra de 15,6 millones de euros.
BIBLIOGRAFÍA
Obra social LA CAIXA: Catálogo: Toulouse-Lautrec y el espíritu de Montmartre, 2018.
ARNOLD, Matthias: Toulouse-Latrec. TASHEN.
JULIEN, Édovard: Toulouse-Lautrec en el circo. Barcelona, 1956.
TOBIEN, Felicitas: Toulouse-Lautrec. 2017