Cabeza de Medusa

Ficha técnica

Título: Cabeza de Medusa
Autor: Peter Paul Rubens
Cronología: 1617-1618
Estilo: Barroco
Materiales: Óleo sobre lienzo
Ubicación: Kunsthistorisches Museum, Viena (Austria)
Dimensiones: 68,5 x 118 cm

COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE CABEZA DE MEDUSA

Te han hecho criatura de trágica andanza 

Temida, cercada, y marcada de malas palabras 

¿Qué han hecho de ti, pobre muchacha? 

(…)

CONTEXTO HISTÓRICO-ARTÍSTICO

Así comienzan las líneas que Dalma Arlissthayr dedica a la trágica historia mitológica de Medusa, la joven doncella que servía como sacerdotisa en el Templo de Atenea. Su belleza era tan magna y tan divina que captó la atención de los mortales y de los dioses, en especial del dios del mar, Poseidón. 

Como bien narran los rumores mitológicos clásicos, los dioses tenían cierta pretensión a apoderarse de las muchachas y abusar de ellas a diestro y siniestro. Cosa de la que tampoco pudo librarse la maltratada Medusa, que fue violada por Poseidón en casa de la diosa Minerva. 

No bastó con la humillación sufrida, que la diosa romana de la sabiduría decidió imponer un castigo divino sobre Medusa, que fue culpada por alentar a la provocación. Curiosamente el castigo es lo que alegóricamente se ha concebido como la personalidad y cualidades de Medusa, sin cuestionar nunca si antes de la brutalidad cometida por Poseidón o después. 

Minerva convirtió los rizos de Medusa en serpientes, y otorgó a sus ojos el poder incontrolable de convertir en piedra a todo aquel que la observase directamente. 

“¡Pobre Medusa!” Este es el único canto mélico que consuela a los amantes de la mitología sobre la narración de esta maltratada doncella. 

Además de la reprimida vida que Medusa tuvo que llevar, siendo esta desarrollada a las afueras del ilustre océano, en la extremidades de la Hélade. Concretamente en la cueva de las gorgonas, lugar en que el “héroe” mitológico Perseo cortó la cabeza de nuestra protagonista eventual.

Cabeza de Medusa
Perseo con la cabeza de Medusa, Cellini (1545-1554)

Pero Perseo no se imaginaba el poder de los ojos de Medusa, que a pesar de ser inertes tras su asesinato, estos podían seguir convirtiendo en piedra a los incautos que se atreviesen a mirarla. 

Rubens nos vuelve a deleitar en una de sus pinturas barrocas, esta vez retratando el asesinato mediante un lienzo en el que muestra la cabeza de Medusa. Los ojos bien abiertos y la hemorragia provocada por la espada de Perseo protagonizan este homicidio según el pintor holandés. 

Por estas fechas Rubens ya había dedicado bastante tiempo al estudio anatómico de una cabeza con pelo rizado, que debido al desenlace anecdótico tuvo que convertir en serpientes deslizantes y hambrientas. En 1617 acaba su obra; La vista junto a Jan Brueghel el Viejo, expuesta en el Museo del Prado. 

Además de mostrar un estudio pictórico excelente en la estantería que enseña lo que serían modelos escultóricos de cabezas hechas en mármol, la alegoría a los cinco sentidos y la perfección y precisión de ambos maestros barrocos, expone un equilibrio simultáneo y recíproco que destaca por encima de otros autores de época. 

La vista o El sentido de la vista, Peter Paul Rubens y Jan Brueghel el Viejo (1617)

ANÁLISIS FORMAL E ICONOGRÁFICO

Pasando de una manera más formal a indagar en lo profundo de las pinceladas del pintor procedente de la Escuela de Amberes, Cabeza de medusa o Hoofd van Medusa, título original en el alemán nativo del artista, es una obra en óleo sobre lienzo que muestra en plano central la asesinada Medusa desangrándose lentamente. 

La cara totalmente pálida y los ojos casi fuera de sus órbitas reflejan las brutalidades a las que Medusa estuvo sometida durante su vida antes de ser la terrible gorgona. En la pintura del Homero barroco; el terror, la frialdad, el asombro, describen y empatizan con el asesinato de Medusa. 

Y Rubens lo hace de una peculiar manera, pues el énfasis realista y expresivo en la grotesca composición facial parece gritar y advertir el terror sufrido por las víctimas de los dioses griegos. 

La técnica de claroscuro aplicada por Paul Rubens muestra un control y tranquilidad excepcional además de ser culpable del protagonismo de la propia cabeza, la misma que da nombre a esta pieza pictórica.

No contento con una composición fundamentada en la luminosidad y el mundo de las sombras (muy apropiada para una narración mitológica de tal embargue), las serpientes nacientes del pelo de Medusa le otorgan ese carácter áspero y venenoso que Rubens pretende dar a la obra. 

Si nos fijamos con énfasis en las serpientes que cobran vida gracias a la paleta de verdes, amarillos y bronces del autor alemán, una de ellas aparece representada con una doble cabeza. Generando debates en relación con el público espectador sobre la dualidad y el propio asunto iconográfico.

¿La vida o la muerte? ¿La luz o la ceguera? ¿El sueño o la vigilia? Miles de cuestiones rondan la cabeza de los amantes de Peter Paul Rubens sobre esta obra, algo que además potenció el propio contexto historiográfico, con el filósofo racionalista tan reconocido, René Descartes. Que provocaba dudas y dobles sentidos allá por donde pisaba. 

Cabeza de Medusa
Cabeza de Medusa

En suma, este lienzo de medianas proporciones es el fragmento final de la vida de Medusa, la doncella de terrible destino. Pero es mucho más que eso, pues es una de las primeras temáticas mitológicas que Rubens tratará. También la menos desconocida. 

Tener conciencia del asesinato y la violación de Medusa es importante. La mitología deja de ser mitología cuando se encarna en la humanidad. Poseidón abusó de ella y otras mujeres para su goce personal y beneficio, y tras siglos y siglos de distancia siguen sucediendo momentos iguales, aunque Rubens haya dejado de pintar mostrando testigo de tales ignominias. 

Your body is a battleground, Barbara Kruger (1989)

Para finalizar este profundo artículo, sería imposible cerrar de otra forma diferente a recordar otros modelos mitológicos de Medusa. Resaltando la influencia de los mismos en la obra de Peter Paul Rubens. 

La cabeza de Medusa de Caravaggio en 1597, presenta exactamente el mismo momento que Rubens ejecuta tan notablemente, y es que quizás Rubens tomase nota de la plasticidad del modelo utilizado por Merisi. Aunque parezcan obras muy diferentes, no lo son en el fondo. 

Cabeza de Medusa
Medusa, Michelangelo Merisi da Caravaggio (1597) 

Puede que el contemporáneo Iliá Repin sintiera fascinación por la obra comentada, así como Rubens toma influencia de los genios barrocos para convertirse en uno de ellos, y ser en consecuencia fuente de maestros de otras épocas, corrientes o movimientos artísticos.

En Iván el terrible y su hijo del autor ruso previamente mencionado, los ojos de Iván el terrible parecen una emulación violenta de la misma calidad que la Cabeza de Medusa comentada.

Iván el terrible y su hijo, Iliá Repin (1885) 

Como siempre en este mundo pictórico tan distanciado pocas veces conoceremos con seguridad las influencias de tal maestro o aquel aprendiz, pero el talento es innegable, y por lo pronto es lo que nos hace admirar la pintura. 

¡Ay, Medusa! 

¿Qué han hecho de ti, pobre muchacha?




BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA

GOMBRICH JOSEF, Ernest Hans: La Historia del Arte, Nueva York, 1995. 

EN FLORENCIA, MEDUSA: https://www.enflorencia.com/medusa-caravaggio/

WIKIART, ILIÁ REPIN: https://www.wikiart.org/es/ilia-repin Instituto Geográfico De Agostini, Rubens, Barcelona, 1966.

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