COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE LA CAPILLA DE LOS VÉLEZ
CONTEXTO HISTÓRICO
La historia de la catedral de Murcia comienza en el año 1266, fecha en la que mediante una ceremonia religiosa en la cual estaba presente en rey Jaime I, se convierte la mezquita en templo cristiano bajo la advocación de Santa María. El convertir la mezquita mayor en catedral es una práctica común cuando se reconquistaba una ciudad, realizándose en muchas ocasiones de manera simbólica al colocar en ella o frente a ella una imagen religiosa, por lo común de la Virgen María, a quién están dedicadas la gran mayoría de las catedrales de España.
A partir de este momento se llevan a cabo las remodelaciones para adaptar el espacio de la anterior mezquita a las exigencias de los ritos de una catedral, quedando la mezquita al crecer el templo catedralicio a la altura de su crucero. En un primer momento tan sólo se construyeron capillas funerarias en el recinto de la ya consagrada mezquita. Hay que esperar hasta el año 1394 para el comienzo de la construcción de la empresa gótica en la catedral murciana.
La construcción se acometió en estilo gótico en su mayoría, constando el templo de tres naves cubiertas por bóvedas de crucería y girola, y es en estilo gótico como se construye la Puerta de los Apóstoles, en el lado sur de la catedral. Por supuesto, posteriormente se llevaron a cabo importantes reformas y ampliaciones en otros estilos. En estilo renacentista se construyó, entre otras obras, la Puerta de las Cadenas, la sacristía, gran parte de la torre campanario y la famosa Capilla de Junterón.

En estilo barroco se levantó, por ejemplo, el imafronte de Jaime Bort, la Capilla de la Virgen del Socorro o de los Dávalos o el trascoro del obispo Trejo dedicado a la Inmaculada Concepción.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO

La Capilla de los Vélez, como su propio nombre indica se trata de una capilla, un lugar de culto privado destinado al enterramiento de un personaje, el promotor de su construcción, y de su linaje familiar. Por lo tanto una capilla aún estando dentro del recinto de un templo es un espacio privado, propiedad de una familia, y como tal se separa del espacio al que el fiel tiene acceso, por lo general a través de una reja, que suele ser en sí misma una obra de arte.
ANÁLISIS FORMAL
Esta capilla se construye anexa a la girola de la catedral y su construcción levantó el enfado de los vecinos ya que ésta sobresale del perímetro del templo e invade la vía pública. Su construcción comienza en el año 1490 y su fecha de finalización la tenemos en el año 1507 tal y como reza el friso de letras góticas que recorre la capilla en su parte superior, donde también se recoge el nombre de sus patronos, el adelantado de Murcia don Juan Chacón y don Pedro Fajardo, su hijo y primer marqués de los Vélez.
La capilla abre a la girola a través de una triple arquería gótica y está cerrada mediante una reja. Se desconoce su arquitecto, sin embargo se piensa que su construcción se encargó a un taller independiente ya que de las 13 marcas de cantero de su exterior solamente dos se repiten en otras zonas de la catedral. Además del estilo, que no coincide con el del resto del edificio.

Posee una planta poligonal y está rematada por una magnífica bóveda estrellada de 10 puntas. Esta estructura la asemeja a otras capillas que se construyen en fechas más o menos recientes como la capilla de don Álvaro de Luna en la catedral de Toledo y la capilla del Condestable en la catedral de Burgos. Además la planta poligonal lleva consigo todo un simbolismo funerario.
Todas las capillas son funerarias, pero el hecho de que sea de planta central nos remite en última instancia a la basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén. Es en el renacimiento cuando se da el paso hacia la capilla devocional, en contraposición a la capilla funeraria que es propia del gótico.

En su interior lo más sorprendente es su sobrecargada decoración que invade todo el espacio, toda ella realizada en piedra, desde el intradós de los arcos de los arcosolios hasta las fantásticas figuras como grifos y dragones que aparecen entre el follaje pétreo.

El vasto programa escultórico, que incluye figuras de bulto redondo, no se llegó a concluir ya que se aprecian las ménsulas vacías bajo los doseletes y que todavía años después, en 1522, se pretendía encargar las figuras que debían ocuparlo al maestro mayor de la catedral, Jacobo Florentín. La decoración es rematada por un gran Cristo en la cruz, colocado sobre el cuadro de altar que preside la capilla y que representa a San Lucas pintando a la Virgen y al Niño, evangelista que es el patrón de la capilla.

En cuanto al exterior, se representan tres grandes escudos de la dinastía Fajardo y Chacón en la parte superior, mientras que en la inferior dos hombres salvajes sostienen el escudo de los fundadores de capilla y, a ambos lados de éste, dos nichos vacíos. Todo el perímetro exterior de la capilla es recorrido por una cadena de piedra de 90 eslabones que hace alusión a la labor de redención o liberación de cautivos que se llevaban a cabo en tierras de frontera, y Murcia era uno de esos territorios.

En definitiva, se trata de una capilla que por su valor tanto histórico como artístico, testigo de una época y unas costumbres le valió la declaración como Monumento Nacional en 1928.
BIBLIOGRAFÍA
Belda Navarro, Cristóbal y Hernández Albaladejo, Elías, (2006), Arte en la Región de Murcia: de la Reconquista a la Ilustración, Murcia: Editora Regional de Murcia
De los Reyes, Antonio, (2013), “La catedral de Murcia. Los Fajardo y la cadena de los Vélez”, Murgetana, nº 130, págs. 57-81
https://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=c,522,m,162&r=CeAP-3999-R_105_DETALLE_REPORTAJES