COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE LA CATEDRAL DE BURGOS
ANÁLISIS FORMAL
La Catedral de Burgos es una de las obras maestras de la arquitectura en España debido al bagaje cultural, arquitectónico y estilístico que representa su proceso constructivo. Por ello, fue declarada Monumento Nacional el 8 de abril de 1885 y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco el 31 de octubre de 1984.
La historia de la catedral tiene sus inicios en un templo románico del siglo XI que estaba dedicado a la Virgen María. Actualmente, se constituye como la Santa Iglesia Catedral Basílica Metropolitana de Santa María.
En el siglo XII e inicios del XIII la ciudad de Burgos se expande y cobra importancia no sólo a nivel político, sino también económico y religioso. Por ello, se planteó la idea de construir una catedral más grande que realce el poder real (Alfonso VIII decidió instaurar su corte en Burgos en los años 70 del siglo XII) y el poder religioso. Así, las ceremonias celebradas en la catedral serían mucho más relevantes y magnas.
Esta idea se concluyó finalmente con la voluntad del rey Fernando III de Castilla (ca. 1199-1252) llamado «el santo» y el asesoramiento del Obispo Mauricio, prelado de la diócesis burgalesa desde el año 1213. La construcción de la nueva catedral se inicia el 20 de julio de 1221 y las obras fueron ejecutadas bajo las directrices de un maestro que era francés, aunque también es muy importante resaltar el papel del obispo Mauricio debido a su amplia cultura artística: estudió Teología en París, asistió al IV Concilio de Letrán, y viajó a Alemania junto con la embajada española para tratar el matrimonio de Fernando III con Blanca de Suabia (matrimonio que se celebró en la antigua catedral románica en 1219).
Para el año 1238 las construcciones habían avanzado de manera efectiva: la cabecera ya estaba casi terminada, al igual que una buena parte del crucero y las naves. Incluso, en ese mismo año, falleció el obispo Mauricio y este fue enterrado en el presbiterio de la catedral. En 1240 el llamado Maestro Enrique fue quien asumió el encargo de las obras y se inspiró estilísticamente en la Catedral francesa de Reims. Del Maestro Enrique se conoce muy poco y por su labor se considera que tuvo un carácter de aprendizaje autóctono. Además, se encuentra documentado también en la Catedral de León, lo que indica la itinerancia de los maestros y sus talleres por la península.
Desde mediados del siglo XIII hasta principios del siglo XIV se completaron tanto las capillas como las naves laterales, además de un nuevo claustro. El Maestro Enrique falleció en 1277 y quien tomó la posta fue el maestro Johan Pérez, cuya lápida fúnebre la encontramos en el claustro.
A partir de este momento, la catedral tuvo ampliaciones y reformas a cargo de importantes maestros, como la familia Colonia, los cuales incorporaron las agujas de las torres de la fachada principal (finales del siglo XV), el cimborrio sobre el crucero (el cual se hundió debido a un huracán en el siglo XVI y se construyó uno nuevo dirigido por Juan de Vallejo) y la Capilla de los Condestables. Del siglo XVIII tenemos construcciones como la Capilla de Santa Tecla, la Capilla de las Reliquias y la Sacristía.
Ya en los siglos XIX y XX pocas son las restauraciones realizadas en el templo, salvo algunas capillas, ventanas y la instalación de vidrieras ornamentales que seguían los patrones y técnicas tardogóticas.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO DE SU ARQUITECTURA INTERNA Y EXTERNA
La Catedral de Burgos presenta una nave de tres cuerpos divididos en tramos, con una estructura donde quedan visibles los contrafuertes. Las naves laterales están cubiertas por bóvedas de crucería, mientras que la nave central está cubierta por una bóveda de carácter sexpartito (vistas antes en Notre Dame), un transepto destacado en planta y menos desarrollado.
Una cabecera bastante amplia (porque en un inicio se pensó en instalar ahí el coro que hoy se encuentra en la planta) con una sola girola y, en torno a ella, una disposición de capillas pentagonales. Con el tiempo esta disposición irá cambiando.
En el interior hablamos de una sensación estructural más desarrollada, un interior tripartito con triforio y claristorio. El trifolio está horadado con fórmulas y elementos geométricos que nos ayudan a marcar límites cronológicos y que aportan contrastes lumínicos.
Al buscar el modelo de donde viene la catedral encontramos soluciones del ámbito francés y se ha establecido la conexión con la catedral de Coutances en la cabecera, como también existe una conexión en la solución del trifolio y su ornamento con la catedral de Bourges. Por tanto, debemos entender que la copia en la catedral de Burgos es importante, pero esta a la vez encierra una variato. Lo que siempre cambia es el perímetro y la cabecera en donde se construyen capillas fúnebres que alteran el plano original. También, las cubriciones que afectan a la zona del crucero se magnifican con elementos ornamentales o soluciones en altura y son bóvedas de crucería de carácter estrellado que nos llevan a una cronología posterior. Así mismo, vemos un crucero ornamentado que se monumentaliza al exterior a través de torres y cimborrios.
Otro elemento importante son las capillas, algunas de carácter centralizado, que pueden ser capillas regias o destinadas a ser espacios de carácter funerario, etc. Por tanto, es un ámbito fúnebre, como es la Capilla de los Condestables. Esta capilla funciona como un espacio centralizado con una cubrición que se puede horadar y que no incide en el funcionamiento estructural del templo. Por ello, en el exterior vemos que sobresale la puerta, el cimborrio y la capilla funeraria de la cabecera.
Destacamos el carácter fúnebre del interior de la catedral ya que dentro de ellas se permitió el entierro, marcando de alguna forma la jerarquía eclesiástica. La cabecera será el lugar preferente y a partir de ahí se definirá la estructura funeraria de los sepulcros. Por tanto, encontramos tumbas que se acomodan a varios formatos: lápidas en el suelo, la tumba exenta o el arcosolio. Destacamos el Sepulcro de Pedro Rodríguez Quijada de principios del siglo XV; el Sepulcro de Gonzalo Hinojosa en la Capilla de los Condestables y el Sarcófago de Alfonso VIII y su esposa doña Leonor de Plantagenet.
Uno de los elementos fundamentales son las portadas y su monumentalidad, estas presentan una decoración escultórica, la primera de ellas es la fachada de Santa María – del siglo XIII -, la cual se codifica siguiendo el modelo francés en H con sus entradas, rosetones y galería de estatuas. Sin embargo, en el siglo XV se construye un elemento que moderniza el alzado y le da la fisonomía que actualmente conocemos. Por tanto, estamos hablando de un edificio que se va mutando y adaptando con el paso del tiempo. Las otras portadas – Puerta del Sarmental, Puerta de la Coronería, Puerta de la Pellejería – merecen ser tratadas de manera específica y detallada debido a la riqueza arquitectónica y escultórica que poseen.
Así mismo, es importante señalar una de las obras arquitectónicas más esplendorosas que tiene la catedral en su interior, como es la Escalera Dorada de Diego de Siloé. Para una mayor profundidad sobre esta obra te recomendamos leer esta entrada: https://lacamaradelarte.com/obra/la-escalera-dorada/
Otro de los tesoros, sin duda alguna, es la Capilla del Condestable (o Capilla de la Purificación de la Virgen), dedicada a San Pedro, que sirvió de panteón familiar y cuyo artífice fue Simón de Colonia.
Todo esto acompañado de retablos, pinturas y decoración heráldica que ornamentan el interior de esta maravillosa catedral, única en el mundo por su particular desarrollo constructivo y decorativo. Una catedral que nos habla de los momentos más importantes de la historia de la ciudad y de su enriquecimiento cultural progresivo.
Como curiosidades tenemos al llamado Papamoscas, se trata de un autómata del siglo XVIII que mueve el brazo dando un campanazo, al mismo tiempo que abre la boca para anunciar las horas en punto. A su derecha también podemos contemplar a otro autómata, el Martinillo, que se encarga de anunciar los cuartos de hora golpeando las campanas.
GALERÍA DE IMÁGENES
VOCABULARIO
Triforio: galería que rodea la nave central de una iglesia sobre los arcos de las naves laterales, suele presentar decoración calada.
Claristorio: último piso de la nave central de una iglesia gótica, en el que están los ventanales.
BIBLIOGRAFÍA
Rico Santamaría, M. (1981). La Catedral de Burgos: algo sobre sus achaques, sus remedios y algunas curiosidades. Boletín de la Institución Fernán González. 1er sem. 1981, Año 60, n. 196, p. 115-132.
Sanz, J. I. P. (2023). Ocho siglos de actividad profesional de los maestros organeros que trabajaron en la catedral de Burgos (1223-2023). Cuadernos de Investigación Musical, (17), 5-44.
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