COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE CLEOPATRA Y CÉSAR
ANÁLISIS DE LA OBRA
Cleopatra VII: símbolo de sexualidad, poder e inteligencia; ícono de una de las civilizaciones más famosas del mundo. También es reconocida por ser amante del militar y político romano Julio César.
A pesar de esto, la reina del Nilo fue una de las mentes más agudas e instruidas de su época, capturando la atención de investigadores, historiadores del arte, egiptólogos y artistas a lo largo de los siglos.
El artista que retrató a la última reina de la Dinastía Ptolemaica fue Jean-Léon Gérôme, un pintor y escultor francés. La pintura fue encargada por una marquesa francesa llamada La Paiva, pero ella la devolvió al artista, ya que no estaba satisfecha con el resultado.
Podemos decir que esta obra representa la versión romántica del primer encuentro entre César y Cleopatra, según los escritos de Plutarco. La joven reina fue expulsada de su palacio debido a las acusaciones de sequía en Egipto realizadas por su hermano y esposo, Ptolomeo XIII.
Determinada a convencer a Julio César de que la ayudara a recuperar su trono, Cleopatra ideó un plan audaz. Se envolvió en una alfombra y solicitó a uno de sus hombres de confianza que la llevara hasta él; se puede ver como su ayudante está agachado ayudándola a salir de la alfombra.
Julio César está representado considerablemente mayor, sentado al fondo en la cabeza de la mesa y mirando a Cleopatra. César quedó cautivado por la osadía, la conversación y el encanto de la reina egipcia.
La reina egipcia dirige una mirada seductora a Julio César y adopta una pose muy relajada, como si ya supiera que lo tenía completamente bajo su control.
El tocado de Cleopatra evidencia la influencia romana; es importante recordar que en ese período, Egipto mantenía importantes acuerdos con Roma. Su atuendo exhibe transparencias características de la vestimenta egipcia.
En el año 1857, Gérôme visitó Egipto para obtener muchos colores típicos del país y observar detalles precisos. El fondo en sí se basa en un templo en Deir el-Medina descrito en la Description de l’Egypte. Se puede observar la presencia de jeroglíficos en adoración a dioses egipcios.
Asimismo, la pintura es considerada un compañero de una pieza anterior de la obra de Gérôme llamada“Phryne antes del Areópago” (1861) que junto con “Cleopatra y el campesino” (1838) de Eugene Delacroix, es una de las dos pinturas más distinguidas de Cleopatra del siglo XIX.
