COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE DANAE RECIBIENDO LA LLUVIA DE ORO
CONTEXTO HISTÓRICO
Sorprendentemente este famoso cuadro, Danae recibiendo la lluvia de oro, es en realidad una de las versiones posteriores al original y fue adquirido desde Italia por mismísimo Velázquez para venderse a Felipe IV y ocupar los aposentos del Palacio del Buen Retiro en 1634. La primera pintura se conserva en el Museo Nazionale di Capodimonte en Nápoles realizada entre 1545-1546 y la segunda versión pertenecía a Felipe II formando parte de la serie de poesie de Tiziano datada en el año 1553.
La serie de poesie de Tiziano compone uno de los conjuntos más importantes de obras de tema mitológico de todo el siglo XVI. La forman otras pinturas como Venus y Adonis que actualmente se exhibe en el museo del Prado; Perseo y Andrómeda que se encuentra en Londres, o El Rapto de Europa entre otros. Con esta colección el artista pretendía desarrollar toda una lírica entorno a textos literarios de la Antigüedad, como la Metamorfosis de Ovidio, y como de un poeta se tratase proclamaba una libre interpretación de sus pinturas, de ahí el nombre poesie, que se le otorga a la serie pictórica.


ANÁLISIS FORMAL
Esta pintura representa el mito de Danae; se encuentra a la misma recostada sobre una cama junto a un perro, y entre las sabanas y cortinas es sorprendida por una lluvia de oro en la que su criada aprovecha para recoger algunas monedas. Esta versión es una obra tardía de Tiziano y en este sentido presenta un estilo más personal producto de muchos años en la práctica, por lo que se puede observar una pincelada rápida y libre, casi equiparable a la soltura de los impresionistas que fueron posteriores.
Es un estilo diferente al presentado en sus versiones anteriores que en comparación, resultan pinturas más monumentales y menos humanas, con un marcado interés por la escultura, por el cuerpo, mientras que en esta Danae del Prado lo que interesa son las sensaciones. Por ello podemos considerar esta obra, dentro del renacimiento, de estilo manierista, al escapar de ciertas maneras clásicas y apostar por la expresividad.
Además, Tiziano es capaz de recrear una envolvente atmósfera que contrasta con todo un juego de texturas en el que el color predomina sobre la línea. Se tratan de colores cálidos y saturados que se combinan adecuadamente con una luz natural.
Danae recibiendo la lluvia de oro tiene una composición simétrica, pero a su vez dinámica. Danae y la criada se colocan formando un esquema triangular, y con la lluvia dorada en la parte superior, son ambas figuras las que a través de sus miradas y posturas indican hacia donde llevar nuestra mirada. Los personajes presentan un canon clásico perfecto y adaptado a las formas renacentistas. Ambas se encuentran colocadas en escorzo y se marca un guiño a la representación de una mujer joven y hermosa en contraposición con una más anciana y por lo consecuente menos atractiva. Cambia incluso el color de estas, siendo la tez de Danae mucho más pálida que la oscura piel de la criada.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO
Danae era una hermosa princesa que había sido encerrada en una alta torre por su padre Acrisio para que no conociera varón puesto que un oráculo predecía su muerte a manos de su propio nieto. Sin embargo, Zeus quería intimar con ella y para él máximo dios del Olimpo y sus deseos no había nada imposible.
Este, como era un dios, cada vez que tenía un encuentro con alguna humana se tenía que transformar en un animal u objeto para pasar desapercibido y no destellar. Esa vez, según Ovidio en Metamorfosis, Zeus llegó a transformarse en lluvia de oro y de esta forma logró llegar a lo alto de la torre y distraer a la criada que cuidaba a la princesa. Así, fruto de aquel encuentro nacería el héroe Perseo, quien posteriormente vencería a Medussa y más tarde mataría a su abuelo Acrisio, tal y como decía el oráculo, aunque no fuera intencionadamente. Sería durante una prueba de lanzamiento de disco, en el que un infortuito golpe de viento desvió el lanzamiento de Perseo y el disco terminó cayendo sobre la cabeza de su abuelo.
Es interesante como el cuadro trata temas morales bajo un claro enfoque sensual para llamar la atención del que lo mira. En otras palabras, se presenta el desnudo femenino sin tapujos a la vez que se desarrolla una función adoctrinante para el espectador porque se le hace reflexionar sobre el destino y la avaricia. Por un lado, la obra hace una apología al destino, representando la escena en la que Zeus logra llegar hasta Danae a pesar de todos los esfuerzos de Acrisio para evitar que su hija quedara embarazada. De alguna forma que otra, ocurría algo que parecía poder impedirse y todo porque así estaba escrito. Lord Byron (1788-1824), un poeta británico, decía que “Luchar contra nuestro destino sería un combate como el de manojo de espigas que quisiera resistirse a la hoz”. En este sentido uno comprende que, si las cosas tienen que pasar acabaran sucediendo, lo queramos o no. Y que no hay distinción, pues ni un rey pudo hacer frente a su destino.
Por otro lado, también se trata el tema de la avaricia resultando tremendamente curiosa la escena de la criada distraía con las monedas. Cegada por la riqueza ni le pareció extraño que llegara una nube dorada a la torre. Por el contrario, si hubiera tenido más templanza y no se hubiera dejado llevar por sus instintos no hubiese descuidado a Danae.
Cabe destacar la figura del perro junto a la princesa, que siendo un animal de compañía, hace alusión a la soledad que sufría Danae en la torre. Además, en relación con la riqueza, también se ha llegado a establecer un paralelismo del tema presentado con la prostitución, entendido como la exhibición del cuerpo en un contexto de dinero y de lujos.
CONCLUSIÓN
Esta obra de Tiziano, Danae recibiendo la lluvia de oro, parece ser recordada a lo largo de toda la historia del arte. No solo fue un gran influyente para el panorama pictórico de toda la mitad del siglo XVI en Italia, sino que inspiró a grandes hitos del barroco como Rubens, que desarrollaría un tratamiento de la piel de sensación carnosa, o como Velázquez y Rembrandt entre otros. Además, su rápida pincelada influyó en los impresionistas del siglo XIX y en pintores de las vanguardias históricas del siglo XX como Matisse y Picasso.
BIBLIOGRAFÍA
BEROQUI, Pedro: Tiziano en el Museo del Prado. Madrid,1946.
CHECA, Fernando: Tiziano y la monarquía hispánica. Usos y funciones de la pintura veneciana en España. Siglos XVI y XVII. Madrid,1994.
FALOMIR, Miguel: “Danae” y “Venus y Adonis”, las primeras “poesías” de Tiziano para Felipe II. Madrid, 2014.