Descanso en la huida a Egipto

Ficha técnica

Título: Descanso en la huida a Egipto
Autor: Caravaggio
Cronología: 1597
Estilo: Manierismo / Barroco
Materiales: Óleo sobre lienzo
Ubicación: Galeria Doria Pamphilj, Roma, Italia
Dimensiones: 135’5 x 166’5 cm.
Escrito por: Patricia Luis Ruiz

COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE DESCANSO EN LA HUIDA A EGIPTO, DE CARAVAGGIO

CONTEXTO HISTÓRICO

Generalmente, conocemos a Caravaggio por el claroscuro, por los fascinantes contrastes de luces y sombras que desarrolla durante la etapa más madura de su carrera artística. Sin embargo, antes de convertirse en uno, quizás el más icónico, de los grandes exponentes del Barroco italiano, atraviesa durante su juventud diversas etapas que dotarían su obra posterior de gran riqueza en todos los niveles.

De este modo, sus primeras pinturas cuentan con una gran reminiscencia manierista, tomada de artistas como Simone Pertezano, su primer maestro, y Paolo Lomazzo, con quien mantiene una estrecha relación. El primero había admirado profundamente a Tiziano, Veronese y Tintoretto, por lo que su trabajo cuenta con el color propio de la Escuela de Venecia durante el Renacimiento. El segundo, mucho más manierista, apuntando hacia una nueva era en la pintura, que en Caravaggio terminaría de asentarse con la fusión de todas estas influencias.




El manierismo comienza siendo, literalmente, la maniera de los artistas, su modo personal de pintar. Sin embargo, pronto esta individualidad deriva en un alejamiento respecto a las normas establecidas, por lo que el término acaba adoptando un sentido absolutamente peyorativo.

La luz y el color, los contrastes, la sinuosidad, son ahora protagonistas de obras que poco a poco atraparán al espectador y lo convertirán parte de su composición. Así, durante los últimos años del siglo XVI, la atmósfera barroca está latente en todas las manifestaciones artísticas. No obstante, estas arrebatadoras composiciones no implican la ausencia de reglas o imposiciones. De hecho, tras una profunda crisis, la Iglesia católica impone una serie de cuestiones, principalmente relacionadas con la temática a tratar en las obras.

No solo determina los temas a trabajar, sino también cómo deben presentarse, primando, por supuesto, el aspecto solemne de todas las piezas de temática religiosa. El arte ahora apuesta por la apariencia, la impresión causada en el espectador. El Concilio de Trento, después de largas y acaloradas sesiones, desempeña un papel fundamental para dar nacimiento a una época en la que el arte adopta una función persuasiva, emotiva y, cómo no, propagandística.

ANÁLISIS DE LA OBRA

Descanso en la huida a Egipto

Descanso en la huida a Egipto pertenece a la primera etapa en la pintura de Caravaggio, en la que aún su característico uso del claroscuro y el crudo realismo de sus escenas no habían hecho acto de presencia. Sin embargo, sí encontramos en esta obra varios rasgos que, más adelante, el artista trabajará hasta convertirlos casi en un sello de su trabajo.

Antes de profundizar en la composición, es importante conocer qué nos cuenta la pieza. Está basada en la Leyenda Dorada de Santiago de la Vorágine, que dedica un amplio espacio a contar la huida de la Sagrada Familia – María, José y el Niño – de los soldados enviados por Herodes para acabar con la vida del “enviado de Dios”.

El viaje cuenta con varios episodios, entre los que destacan el Descanso y una serie de milagros a través de los cuales la Divinidad garantiza la total seguridad de la Familia. Los dos más conocidos son el Milagro del campo de trigo y el Milagro de la palmera.

Mientras buscaban refugio en Egipto, la Familia necesitó hacer una pausa para que la Virgen amamantara al Niño. La Leyenda Dorada cuenta cómo se dispusieron a la sombra de una higuera que, en cuanto sintió su presencia, abrió milagrosamente su tronco para servir de cobijo y protección. Del mismo modo, bebieron y se asearon con el agua procedente de una cascada que había aparecido en un lugar cercano al árbol donde se refugiaron.

Caravaggio representa el Descanso dotándolo de un aspecto profundamente bucólico, sumiendo al espectador en una escena cargada de ternura y melancolía. Lo más llamativo es la presencia del paisaje, que tenderá a ser totalmente suprimido una vez el artista alcanza la etapa de madurez en su carrera. En este caso, el paisaje localizado en el lateral derecho de la obra indica que los personajes se encuentran lejos de cualquier amenaza, pudiendo por tanto disfrutar de esta pausa obligatoria para cuidar y adorar al Niño y, por supuesto, al Dios que los protege.

Por otro lado, sí que aparece el naturalismo, tomando como referencia a personas de la calle, que llegan, como vemos, a ser protagonistas incluso de la pintura religiosa. En este género pictórico, que Caravaggio trabaja por primera vez, curiosamente, en el Descanso de la huida a Egipto, el aspecto sagrado y solemne es erradicado y sustituido por una pintura religiosa sencilla, derivado de la influencia lombarda y veneciana.



Sin embargo, sí que se indica lo divino a través de la diferencia en la luz con que se ilumina a San José, mucho más tenue, mundana; y la Virgen María y el Niño, ubicados en una zona en cuyo suelo crece vegetación y el sol les dota de una luz mágica. Cuenta con tal armonía que permite una mejor conexión con el espectador, llegando a su alma.

Caravaggio une naturaleza, música y religión en una escena luminosa. San José, la Virgen María y el Niño cuentan con una apariencia sumamente humilde, mundana, cercanos al público que contempla la obra. San José sostiene una partitura, que el ángel, de espaldas a nosotros, interpreta con el violín. Este está envuelto en delicadas telas de color blanco, que se sujetan a su cuerpo con absoluta gracia.

La Virgen, por otro lado, abraza y mece en sus brazos al Niño, cerrando ambos los ojos en un momento cargado del amor más puro posible. Esto supone una ruptura respecto a los tradicionalismos, pues el artista deja ver el cansancio de los protagonistas, que carecen por completo de aspecto divino. Es más, muestra la avanzada edad de San José, que al mismo tiempo cuenta con una botella de vino a su izquierda. Dotar al milagro de humanidad y naturalismo, ¡qué descaro!

Somos introducidos de lleno en la escena de una manera tan brillante que nos vemos obligados casi a contener la respiración para no molestar a la Familia, que se encuentra disfrutando de un amor totalmente puro y humano.

CURIOSIDADES

La partitura se corresponde con una obra del compositor franco-flamenco Noel Bauldeweyn. Se trata, en concreto, de un motete, una pieza polifónica que generalmente trata temas bíblicos, destinada por tanto al culto religioso.

BIBLIOGRAFÍA

VORÁGINE, Santiago de la, y MACÍAS, José Manuel (trad.). La leyenda dorada. Madrid: Alianza, 2016.

HODGE, Susie: “Barroco”, Breve historia del arte. Barcelona, 2017.

HODGE, Susie: “Manierismo”, Breve historia del arte. Barcelona, 2017.

SCHÜTZE, Sebastian: Caravaggio: obra completa. Köln: Taschen, 2009.

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