COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE DOÑA MARÍA PACHECO DE PADILLA DESPUÉS DE VILLALAR
CONTEXTO HISTÓRICO
Dicho contexto lo situaré en dos apartados:
1. El contexto que va con la figura del autor.
2. El contexto histórico perteneciente a la obra.
Vicente Borrás y Mompó nace en Valencia en el 1835 y fallece en Barcelona en el 1903. Pintor, así como a su misma vez restaurador, se especializó en pintura de historia donde veremos su exquisita técnica en esta obra que trataré posteriormente. También trató temas como el de paisajes y el costumbrismo. Formado en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, siendo discípulo de Francisco Martínez Yago.
Destacó también además de buen pintor, como restaurador, donde intervino en los frescos del Real Colegio del Corpus Christi de Valencia y en la colegiata de Gandía.
Expuso en certámenes y exposiciones, donde obtuvo segundas medallas en las Nacionales de Bellas Artes de 1878 y 1881, por los cuadros Prisión de Riego y el cuadro que comentaré posteriormente, Doña María Pacheco de Padilla después de Villalar. Recibió también condecoración en la edición de 1884, y también recibió una medalla de plata en la Exposición Regional de Valencia de 1867.
A continuación comentaré el contexto de la obra. María Pacheco, cuyo nombre real es María López de Mendoza y Pacheco, es una figura femenina bastante importante en la historia de España, y que en dicha obra tiene un protagonismo muy importante.
María Pacheco de Padilla había nacido en Granada en el año 1496 en pleno apogeo de la monarquía de los Reyes Católicos, y muere en el exilio, en el país vecino (Portugal) en el año 1531 durante el reinado de Carlos I de España y V de Alemania. Pertenecía a la nobleza castellana y tomó como esposo a Juan de Padilla, de ahí que se la conociera con ese segundo apellido «De Padilla», por su unión con el comunero.
Con su matrimonio el destino le tendría preparado el fin de sus días. En numerosas ocasiones se ha dicho que probablemente fuera instigadora de su marido para llevar a cabo dicha sublevación en las comunidades de Castilla. María como los demás comuneros, que recordemos que son tres los líderes más importantes, Juan de Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado, lo que buscaba en todo momento era sublevarse en contra de todo aquello nuevo que había establecido por el nuevo Rey Carlos I de España.
Una vez que los Comuneros fueron apresados y llevados al patíbulo para darle sentencia de muerte, a María se le informó de dicha noticia y es en ese momento el que Vicente Borrás y Mompó recoge en esta obra, el momento en el que María es informada del ajusticiamiento de su esposo.
María fue condenada a muerte por rebeldía en el año 1524, por lo que decidió huir a Portugal. En ese momento dicho país estaba bajo el dominio del rey Juan III, que era cuñado del Rey Carlos por ambas partes, ya que el rey Juan era hermano de su esposa la Emperatriz Isabel y marido de su hermana Catalina. El rey Juan no respondía a las peticiones de Castilla de que se expulsara a María de Portugal, aunque si es cierto que dependía económicamente de la caridad del Arzobispo de Braga y luego del de Oporto.
Finalmente María nunca logró el perdón real, por lo que no pudo volver al país que la vio nacer, muriendo así en tierras portuguesas. Tampoco se le permitió ser enterrada junto a su esposo en Olmedo (Valladolid).
Como a todas las figuras de gran importancia en la historia de España se le conoce con varios sobrenombres, siendo los más citados los de «Leona de Castilla» o «Comunera de Castilla».
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO Y FORMAL

Doña María Pacheco de Padilla después de Villalar es una obra de grandes dimensiones por lo que es necesario y a la misma vez recomendable verla con cierta distancia para apreciarla mejor y así ver todo tipo de detalles y para que la observación de la obra no se haga engorrosa.
El momento se da en una gran habitación con paredes decoradas a media altura con marquetería de madera y la otra media superior parece como papel pintado o directamente una pintura sobre la pared en tonos ocres.
La puerta aparece más a la izquierda de la imagen y da la sensación de que está trabajada en mármol blanco y rojizo, con pilastras lisas a cada lado y con decoración de cortinaje que aparece en forma de acordeón con algún escudo en dicha cortina, que no se define bien. Más a la derecha de la imagen aparece un armario realizado en madera exquisitamente trabajada y con muchos detalles. El suelo ajedrezado en blanco y grisáceo.
Presencia en la habitación de 14 personas, siendo 11 hombres y 3 mujeres. La obra se centra en el momento en que se informa a María Pacheco del ajusticiamiento de su esposo, son las milicias que recién llegada informan a la comunera. Parece que el hombre que aparece en el centro pero más retirado es el que informa a María y por ello tanto la figura de dicho personaje, como la figura de la comunera están prácticamente ligadas, porque la reacción de María es un efecto provocado por dicho hombre al darle la noticia.
Todos aparecen vestidos a la usanza de la época y con ropajes en tonos sobrios, propiamente de la estética castellana. Son muchos los personajes con armaduras como los dos del primer plano en la izquierda, hay otro personaje vestido de negro y detrás del soldado que aparece con un vendaje en la cabeza. Son pocos los que consiguieron mantener la cabeza alta al darle la noticia a María y los que lo hacen es porque están mirando el dolor de la esposa.
María aparece sentada en una rica silla con tapicería bordada de fondo rojo y con bordados dorados, a su misma vez tiene caídas de flecos. La escena está sobre una rica alfombra con disposición geométrica con decoración de flores y colores muy vivos.
María se apoya sobre una mesa con mantel en verde oscuro y con los bajos de flores probablemente bordadas. El autor trabaja de manera exquisita el detalle del mantel blanco y el encaje como los dibujos como las rugosidades y líneas.
La comunera aparece vestida de negro y con falda azul, sobre su cabeza, un tocado propio de la época. Predomina en ella los colores negros, azules y también el blanco. Está abatida sobre la mesa, se echa la mano a la cara mientras que la otra mano la apoya sobre la mesa y parece tener como un papel en su mano. María aparece pálida y con las ojeras del rostro algo rosáceas. La mujer que se le acerca parece intentar consolarla pero sin éxito alguno.
Mientras que la otra mujer que aparece de espaldas al espectador, está ricamente vestida, con traje celeste y con flores doradas, se echa las manos a la cara sujetando un pañuelo, por lo que estaría llorando. La obra transmite el dolor de una mujer, a la cual su futuro es turbulento y con un final que seguramente ella jamás hubiera imaginado cuando tomó como esposo a Juan de Padilla.
La pincelada de Doña María Pacheco de Padilla después de Villalar es exquisita, no es una pincelada suelta, pero trabaja de forma ligera aunque precisa la obra. Todos los detalles están trabajados de forma extraordinaria, con minuciosidad y elegancia, estas características son muy comunes verlas en las obras que pertenecen a la pintura de historia española.
CURIOSIDADES
El hermano de María y poeta, Diego Hurtado de Mendoza escribió este epitafio para ella:
«Si preguntas mi nombre, fue María,
Si mi tierra, Granada; mi apellido
De Pacheco y Mendoza, conocido
El uno y el otro más que el claro día
Si mi vida, seguir a mi marido;
Mi muerte en la opinión que él sostenía
España te dirá mi cualidad
Que nunca niega España la verdad».
Centrándose por tanto su hermano con este epitafio y resumiendo, la vida de María y el motivo de dicha muerte.
BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
FERNÁNDEZ ÁLVAREZ, Manuel: Juana la Loca, la cautiva de Tordesillas. Barcelona, ediciones Espasa Libros, S.L.U, 2010.
GALERÍA DE IMÁGENES



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