COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE EL GENIO DEL MAL
A través de la historia del arte, se han mostrado infinidad de elementos bellos del mundo a los ojos de muchos artistas quienes, han plasmado en sus obras, cómo ellos perciben su entorno.
Pero así como hay visiones sobre la estética hermosa y colorida del mundo, existen otras que son oscuras y que muestran que en el terreno de lo hostil, temeroso y lúgubre, también hay belleza.
Una de las figuras que más causan atracción en los análisis de arte, es la de Lucifer, y en este artículo se analizará una de las más importantes y conocidas: El genio del mal ubicada en la Catedral de Saint Paul, en Bélgica.
CONTEXTO HISTÓRICO
En el año de 1837, uno de los integrantes de una familia de escultores belgas, los Greefs, recibió por encargo el trabajo de labrar un espacio en la Catedral de San Pablo en Lieja.
Con la técnica del realismo como base fundamental de su trabajo, Guillaume Geefs comenzó su trabajo que contemplaba figuras como las de San Pedro y San Pablo y Lucifer.
Esta última, había sido encargada al hermano menor de Guillaume (Joseph Geefs) y terminada en 1842 para ser instalada en una de las escaleras cercanas al púlpito de la catedral; con una dimensión de 168.5 x 65.5 cm.
El trabajo de Joseph fue impresionante pero no bien visto por la mayoría: criticaba el aspecto de Lucifer de ser sublime y seductor, además de ser un distractor para las mujeres jóvenes que asistían a los sermones y a limpia de sus pecados… por orden del obispo, fue retirada y encargada inmediatamente al hermano mayor de Joseph otra estatua pero con un tinte más grotesco y diabólico.
Definida por los críticos como “una de las obras de arte más inquietantes”, la obra de Joseph es elegante, con un Lucifer de buen porte y hasta poético. La desnudez de este casi Adonis (quitando lo grotesco de las alas de murciélago y las serpiente en su base rocosa) transmite un aire de humanidad y suavidad, lejos de cualquier relación con el diablo.
Cuando Guillaume presento el resultado final de El genio del Mal, dio una cachetada con guante blanco a todos los que habían criticado la obra de su hermano: con un tamaño menor (165 x 77 x 65 cm) presenta menos desnudez y la iconografía demoniaca es mas visible: la escultura da a entender lo que es el castigo divino, un rostro triste y resignado, los grilletes unidos del tobillo y la mano izquierda y un brazo derecho levantado de forma que muestra el temor hacia Dios
En cuanto a la anatomía, la virilidad y musculatura son bastante prominentes, de igual forma los cuernos sobresalen de una melena revuelta y unas uñas alargadas a modo de garras evocan que la figura del diablo también puede ser hermosa… criticaron el trabajo de un hermano porque era muy atractivo, y se conservo al final el otro trabajo aun mas atractivo y seductor.
Representaciones de Lucifer como un joven y hermoso ser
Las primeras representaciones físicas y hermosas de la figura de Satanas, vienen del Renacimiento, ya que el Humanismo toma como punto de partida al hombre como centro del todo, por lo que estas representaciones dejan atrás las figuras grotescas de la Edad Media y dan paso a otras con rasgos mas humanizados.
Dentro de la tradición judeo-cristiana, se dice que una de las razones por las cuales orillaron a Lucifer a revelarse contra Dios, fue por su extrema hermosura y su egolatría para respetar a Dios.
Otra escultura conocida de Lucifer y que se asemeja en las características físicas de las de Greef, es El Ángel Caído (Ricardo Bellver) del Parque El Retiro en Madrid.
Cabe destacar que mucha de la influencia para las representaciones sensuales y humanoides de Lucifer, provienen de la obra publicada por John Milton El paraiso perdido. En este poema se narra sobre la desgracia y caída de Lucifer tras su derrota frente a las tropas de San Miguel Arcángel y su venganza hacia Dios.
«Quedando confundido pero inmortal. Su sentencia, sin embargo, le tenía reservada mayor ira, porque el doble pensamiento de la felicidad perdida y de un dolor perpetuo, le atormenta sin tregua»
(Milton, 1868, p.13)
Así como este poema sirvió de inspiración para las grandes esculturas de Lucifer, también lo fue para el pintor francés Alexandre Cabanel y su cuadro El ángel caído.
Queda demostrado que Satanás es una figura de inspiración para muchos artistas y no queda solo en las artes plásticas, sino también en las demás manifestaciones artísticas, dejando un legado hermoso para los amantes de lo grotesco y poco convencional.
BIBLIOGRAFIA
https://www.lahornacina.com/curiosidadesdifuntos21.htm
https://unebrevehistoiredart.com/2021/08/15/scandale-a-la-cathedrale-une-sculpture-controversee/
Montero Carmona, Guillermo Abel (2023). «El diablo en las artes plásticas», Tercio Creciente, 23, (pp. 113-142), https://dx.doi.org/10.17561/rtc.23.7100