COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE EL GRAN VIDRIO
ANÁLISIS DE LA OBRA
El Gran Vidrio es una de las obras más importantes del artista francés. Antes de analizar e interpretar este trabajo, sería interesante concretar la relación de Duchamp con la poesía.
Uno de los rasgos más llamativos de Marcel Duchamp es su gusto por los juegos de palabras y su significado; como podemos ver en la onomástica otorgada a sus creaciones. Esa pasión por el verbo nació en su infancia, donde se respiraba un ambiente literario -especialmente por la poesía-; hasta el punto que dos de sus hermanos (Gaston Emile y Raymond Duchamp) incorporaron el apellido del famoso poeta francés François Villon.
El creador de los versos de La balada de los ahorcados fue uno de los poetas de cabecera para Duchamp -seguramente por su capacidad de jugar con el doble sentido de las palabras-, sin olvidar su gran afición por los poetas malditos del siglo XIX, y dentro de estos destacar a Stéphane Mallarmé.
Debido a esto, las creaciones pictóricas de Duchamp siempre están motivadas por alguna fuente verbal que previamente ha leído o simplemente le ha llamado la atención, y siendo así la génesis de Molinillo de café -forma parte del Gran vidrio-, es indispensable establecer la conexión entre el artista francés y la literatura como herramienta para crear nuevos significados; precisamente lo que siempre persigue con sus trabajos.
Marcel Duchamp estuvo trabajando en esta obra desde 1915, y su interés se prolongó una década. Posteriormente la declaró inacabada y pasó a otras tareas. El interés de Duchamp por seguir trabajando sus obras vienen determinadas en función de sus investigaciones; de esta manera, cuando considera que ya ha avanzado bastante o sencillamente ha perdido el interés, abandona sus trabajos a favor de una nueva creación.
La obra es la suma de dos hojas de vidrio separadas por una lámina de aluminio. Algunas de sus creaciones pictóricas están presente en el Gran Vidrio, como por ejemplo la ya citada Molinillo de café.
Todos estos elementos están conectados entre ellos y forman el núcleo y motor de la obra. Arriba se encuentra la Novia desnuda y abajo sus solteros -unidos a ella a través de unos cables, siendo realmente meras marionetas-, y junto con ellos, tenemos un molinillo, una rueda de molino y las aspas de una tijera.
A pesar de la excitación de los solteros por la contemplación de la Novia desnuda, nunca podrán concretar su pasión, recalcando su estado de soledad y frustración sexual. Está claro que la obra tiene un fuerte sentido erótico, sin embargo es una de las numerosas interpretaciones que se le puede dar a esta obra.
Duchamp quizá no fuese un poeta al uso, pero si un poeta de la Idea que soñaba la fusión del arte con la vida y la participación del espectador en la obra para abandonar su estado pasivo y ser ellos mismos artistas.
El Gran Vidrio tiene su parangón en la poesía a manos de Mallarmé y su Una tirada de dados jamás abolirá el azar, un poema experimental donde se juega con la tipografía y el espacio que ocupa en las hojas del libro. Tal como señaló Octavio Paz, es normalmente la literatura quien se adelanta al resto de artes.