COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE EL LAMENTO DE ÍCARO
ANÁLISIS FORMAL
La presente obra de Draper fue realidad después de ejecutar estudios anatómicos para los personajes que en esta aparecen. Tres de los personajes que aparecen en esta obra, los cuales son denominados como ninfas, se encuentran observando con total atención hacia el cuarto personaje que resulta ser Ícaro, quien se encuentra recostado sobre una roca con las alas extendidas, y por la posición de su cuerpo es posible afirmar que esta muerto.
Por otro lado, el ambiente que envuelve la escena, apoya esta tesis gracias a la iluminación utilizada, y aunque si bien la escena principal abarca prácticamente toda la obra, y se extiende del centro a las orillas de forma diagonal, el fondo provee a esta de un innegable reforzamiento del mensaje.
La composición de esta obra se encuentra centrada, pero inclinada con mayor fuerza hacia la derecha de forma ascendente, pues se forma una línea entre el cuerpo del personaje principal (Ícaro) que inicia con las rodillas y continúa hasta la cabeza, pero además es continuada por las cabezas de dos de las ninfas que participan en el cuadro.
Asimismo, se genera un balance con notar línea diagonal ascendente hacia la izquierda que está compuesta por el ala derecha, el brazo izquierdo de Ícaro y el cuerpo de la tercera ninfa.
Es posible notar que los espacios vacíos de la obra se encuentran en otra diagonal, que se conjunta con la primera descrita en el presente texto, es decir, toman en cuenta el espacio rocoso situado en la parte inferior izquierda de la obra, y el espacio superior derecho conformado por agua y rocas (más alejadas), lo que produce un descanso a la vista, pero también da la oportunidad de centrarse en la escena principal.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO

Como es mencionado en la ficha técnica, el pintor Herbert J. Draper poseía un estilo clasicista característico del siglo en que vivió, dicho estilo buscaba retomar los temas clásicos, es decir aquellos representados con anterioridad en las ciudades griegas y posteriormente las romanas.
Como principios básicos de dicho estilo, se tomaban en cuenta, al menos en la pintura, los temas relacionados con la mitología de alguna de estas civilizaciones. En el caso de la presente obra, se toma en cuenta la escena culminante del mito de Ícaro, quien fuera hijo del gran arquitecto residente de Minos, Dédalo y de una esclava llamada Neucrate.
Su padre (Dédalo) y el son encerrados en el laberinto del minotauro, quien es hijo de la reina Pasifae y el toro blanco, fruto dela consumación de la venganza del dios Poseidón hacia el rey Minos, por no haber obedecido sus órdenes y haberse quedado al toro en vez de sacrificarlo en honor al dios (Poseidón).
El motivo de su encierro es haber ayudado,a través de la princesa Ariadna (hija de Pasifae y Minos), a Teseo a atravesar el laberinto del minotauro y volver luego de haberlo matado. Dicha ayuda se produjo a través de consejos y con la entrega de un hilo rojo que Teseo llevó por todo el laberinto y que en el extremo opuesto era sujetado por Ariadna, acto que terminó con ella y el héroe unidos en matrimonios con el minotauro muerto.
Volviendo al mito principal, luego de ser encerrados en el laberinto, su destino, según el rey Minos era morir ahí, pero, al ser Dédalo el arquitecto de dicho recinto, pudo atravesarlo en busca de plumas de las aves del paraíso con las cuales construyó dos pares de alas, para el e Icaro, con las cuales tendrían la oportunidad de escapar de la única forma posible de la ira del rey Minos.
Y así lo hicieron, pero, antes de echarse a volar, Dédalo advirtió a Ícaro que no volará ni tan alto ni tan bajo para que las alas no fueran deshechas por el agua o el sol. Pero este consejo fue olvidado por Ícaro en una parte del camino, ya que se acercó demasiado al sol y terminó desplomándose y quedando muerto sin que su padre predijera hacer más para ayudarlo.
En la pintura de Draper, es notorio que se representa el momento en que Icaro cae al suelo y muere. Algunos de los indicios visibles en el cuerpo de Ícaro, que ayudan a afirmar esto son: el color de la piel deÍcaro, pues al acercarse tanto al sol, se quemó, además de la posición de su cuerpo, completamente relajada como si lo hubiera abandonado la vida y las alas que parecen estar a punto de deshacerse.
Uno de los rasgos que es menos notorio, pero importante al fin, son los objetos que poseen las ninfas, el primero de ellos es la Lira, y el segundo la corona, los cuales simbolizan la fugacidad, lo que podría dar lugar a una significativa cantidad de especulaciones o significaciones.
Por último, otro signo interesante que es parte de la obra, es la luz del fondo, que remite en cuanto a claridad al momento en que se disipan las nubes luego de una tormenta o incluso tiene un gran parecido al momento de ascensión de alguna divinidad.
GALERÍA DE IMÁGENES


