SERIE DE LAS HORAS DEL DÍA DE RAPHAEL MENGS
En esta nueva entrada, seguimos desgranando las Horas del día de Mengs. Con anterioridad, tratamos la obra que el pintor dedica a la Mañana o Aurora, con esta pintura se inicia el ciclo del día y de la propia serie, os dejo un enlace por si queréis echarle un vistazo a su análisis.
Siguiendo el avance de la jornada, nuestro próximo acompañante será Helios o el Mediodía, pero antes, continuemos conociendo al creador de estos maravillosos lienzos, los cuales podemos visitar en la Galería de las Colecciones Reales.
EL ARTISTA Y Y CONTEXTO HISTÓRICO
Anton Raphael Mengs, nace en el seno de una familia de artistas: Ismael Mengs (1688-1764), su padre, fue pintor de la corte del elector de Sajonia, Federico Augusto II, en Dresde; su hermana, Teresa Concordia (1725-1806/8), también fue pintora y miniaturista. Siguió los pasos de la estela artística, estudiando a los grandes maestros italianos en Roma.
Es interesante cuán importante era el arte para su familia, ya que su nombre proviene de los dos pintores favoritos de su padre: Antonio Allegri, también conocido como Correggio y Rafael Sanzio.
Gracias a su dedicada formación, el autor disfrutó de bastante fama en diversas cortes europeas, destacando Dresde, Viena y Madrid. En esta última nos centraremos, para poder conocer el motivo de la creación de las pinturas.
Bien es cierto que, el origen de las mismas, no está claro del todo, pero sí que se ha llegado a corroborar que estas, gozan del gusto de la princesa María Luisa Teresa de Borbón y Parma, y que iban al compás del trabajo que Francisco Bayeu estaba realizando en la bóveda del dormitorio de los príncipes de Asturias en el Palacio Real.
José Merlo, un estudioso de la época, dejó registrado en un manuscrito, la disposición de las obras dentro del espacio:
“El de La Mañana estaba situado en la pared sur, sobre la puerta de paso al dormitorio de los príncipes de Asturias; El Mediodía y La Tarde [cat. 50 y 51], en el muro de poniente, sobre las dos puertas que comunican con los trascuartos; mientras que la diosa Diana como figura alegórica de La Noche estaba emplazada en la pared norte, sobre el acceso a la pieza de besamanos.
De este modo el ciclo tenía una correcta lectura de izquierda a derecha, del amanecer a la noche, disponiendo en las paredes norte y sur las figuras femeninas y reuniendo en la oeste las masculinas.”
Es interesante tener esta información, ya que las obras que componen la serie se separaron y gracias a reubicación de las obras de Patrimonio Nacional que se ha llevado a cabo para configurar la colección permanente de las Galerías, han vuelto a juntarse, y esta vez se han separado de dos en dos enfrentadas en el espacio. En pareja van Aurora y Helios, y por otro lado Héspero y Diana.
En el momento en el que Mengs es nombrado pintor de cámara por Carlos III, encontramos que Giaquinto y Tiepolo también están trabajando para la corte, ello se traduce a que el tardo barroco, el rococó y el naciente clasicismo confluyen y se trataron en un mismo espacio.
Como hemos comentado anteriormente, su formación en Italia es de crucial importancia en su avance como pintor, se conoce, además, que a la hora de conformar las composiciones de estas obras, Mengs, se basa en la Iconología de Cesare Ripa, un estudioso en materia artística. Investigará y reproducirá las palabras de Ripa en la serie. En el apartado de enlaces de interés os facilito unas direcciones por si queréis ampliar la información sobre este erudito.
ANÁLISIS DE LA OBRA
En esta pintura donde la personificación del sol, también conocido como Helios, es el protagonista, podemos observar cómo los tonos con los que Mengs realiza la obra, son mucho más vivos. Y cómo el movimiento que se genera con la plasmación del cuerpo nos sugiere un avance.
Si recordamos la obra que dedica a Aurora, la mujer aparecía en una actitud sosegada y delicada, acompañando al nacimiento de un nuevo día. Esta vez, Helios es el encargado de llenar de luz y vivacidad al nuevo sector de la jornada, de ahí el escorzo que plantea el pintor.
Parece incluso que sea una actitud un tanto agresiva, que llega a reforzarse con el arco y la flecha en llamas, preparada para ser disparada, obligando a que el día avance. El fondo, de un azul vivo, hace un contraste lumínico con la capa roja, la intensidad también será apoyada con el amarillo de la esfera solar y las nubes, así como la puntualización de que nuestro protagonista sea rubio.
La apariencia hercúlea del cuerpo, nos lleva a rememorar obras del Renacimiento italiano, y con ello se refuerza la formación del artista. Aunque aparentemente esta serie pueda carecer de peso a la hora de analizar lo representado, es increíble ver la conjunción de las pinturas y cómo el artista va materializando las palabras que estudia.
BIBLIOGRAFÍA
VVAA, “Guía de la Galería de las colecciones reales” (2023), Patrimonio Nacional. Pág. 141.
WEBGRAFÍA
https://www.patrimonionacional.es/colecciones-reales/pintura/alegoria-de-la-tarde-o-hespero
https://www.amazon.es/Iconolog%C3%ADa-I-II-Arte-y-est%C3%A9tica/dp/8476002084
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:Mengs,_Helios_als_Personifikation_des_Mittages.jpg