COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE EL TROVADOR
CONTEXTO HISTÓRICO
«Remedios, con los hermosos rasgos de su cara, su imponente melena de fuego con reflejos de cobre, su costumbre española de gesticular en forma muy elocuente con sus manos tan finas, su manera de retorcerse un mostacho imaginario cuando hacía bromas, su conversación fascinante e inteligentísima que sabía hacer caso omiso de la esterilidad racional, su capacidad de observación, su gran amor para toda la creación que nos rodea, una cierta coquetería femenina, su ser accesible a los inevitables homenajes del otro sexo (lo que quizá la predispuso a fungir como femme enfant y musa, figuras tan idolatradas en los círculos surrealistas), su amplitud de criterio y su generosidad, que la hicieron mantener sus amistades fielmente hasta el final de su vida, a pesar de algunos desengaños, su enorme curiosidad hacia todos los aspectos de la vida y la ciencia.»
Walter Gruen
Esoterismo, arte, ciencia, física y exoterismo son las palabras perfectas para describir la obra de Remedios Varo, misma que se basa en experiencias personales de la artista antes y después de su exilio, y una etapa crucial para ella: su establecimiento en la Ciudad de México y su amistad con la inglesa Leonora Carrington.
Dentro de su gran catálogo de obras, se encuentran muchas que son un legado histórico-artístico para la humanidad: La mujer saliendo del psicoanalista, la creación de las aves y la papilla estelar y una que se mantiene presente pero que está ajena a los ojos de todos los espectadores: El Trovador.
Esta obra representa la metáfora de Orfeo, el Dios de la música; esta metáfora narra el amor entre Orfeo y Eurídice y que, según Platón, fue condenado a morir en manos de las mujeres, ya que no tuvo la valentía de morir por amor.
ANÁLISIS
![El trovador](https://lacamaradelarte.com/wp-content/uploads/2024/05/El-trovador-640x1024.jpg)
En la obra, se puede observar al Trovador haciendo su recorrido sobre un barco-sirena. Las sirenas en la mitología griega suelen ser seductoras, muy hermosas en físico y unas grandiosas asesinas letales; pero también las hay buenas y protectoras, tal así es como Remedios Varo las representa en su pintura. Ambas son Ninfas, una con cola de pez y la otra con cuerpo de pájaro.
La primera sirve al Trovador como navío y de instrumento musical, reafirmando la creencia griega de que las sirenas, representadas de la forma que fuese, siempre guiarían a alas almas al inframundo (mito de Hades).
La segunda sirena es la mujer cubierta de plumas y un cuerpo de pájaro, ella es una representación de las sirenas que se desgastaron en canto para tratar de llamar la atención de Odiseo y de seguirlas (cosa que no consiguieron gracias a la astucia de él de atarse a un mástil);estas sirenas tienen el nombre de Piérides, aquellas que custodian la entrada a las regiones más profundas del inframundo.
La artista la coloca dentro de un árbol sagrado o un tejo, el cuál es un regenerador y, da acceso al mundo subterráneo, es por ello que esta pintura tiene más de dos tejos, mismos que serán vistos en otras obras posteriores a esta (Arquitectura vegetal de 1962).
A la ninfa con cuerpo de pájaro, se le puede observar tocando un instrumento de viento, el cual corresponde al antiguo aulós, escuchando en la cultura fenicia, egipcia, griega y romana y que está relacionada con los rituales funerarios.
Cuando un aulós sonaba, era porque se estaba llevando a cabo una ceremonia mortuoria, aunque también hay registro de que sonaba en burdeles y sitios de prostitución en donde sólo podían ingresar personas de alto linaje, quienes pagaban mucho dinero para que se les tocara conciertos musicales con diversos instrumentos.
Otros usos para el instrumento auleta, era el de guiar a los navegantes y remeros con tal de evitar que cayeran en un vaivén y tranquilidad acuífera y brindarles ánimo a través del sonido. Entonces, la sirena que toca el aulós, es la que motiva a Orfeo a seguir su travesía, logrando que él realice el tránsito espiritual que lo llevó a alcanzar la perfección.
Para finalizar, queda tambien la abundante fauna clásica de los cuentos que Remedios Varo utiliza en la obra, sin dejar de lado las misteriosas e imponentes miradas que poseen cada uno de sus personajes.
BIBLOGRAFÍA
BRENES MORALES, JORGE: Sirenas, piérides y musas en el mito de Orfeo. Costa Rica, 2004.
GIL JOSÉ Y RIVERA MAGNOLIA: Remedios Varo: El hilo invisible. Ciudad de México, 2015.
LUQUIN CALVO ANDREA: Remedios Varo: El espacio y el exilio. Alicante, 2008