COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE EL VAGÓN DE TERCERA CLASE
CONTEXTO HISTÓRICO
Honoré Daumier nació en Marsella en 1808, aunque acabaría trasladándose con su familia a París en 1814. Fue un artista bastante curioso y observador, destacando su rápido esbozo.
Comenzaría como ilustrador bajo unas ideas bastante radicales, pudiéndose considerar al pintor hijo de la Revolución de Julio de 1830. Su origen humilde sumado a esa ideas revolucionarias, le lleva a alternar sus caricaturas políticas con las de costumbres.
Sus obras estarán compuestas por pequeños lienzos de gran potencia emocional, donde el claroscuro es el protagonista que que lo sitúa en la misma estela de Rembrandt o Goya. Destacaremos asimismo sus series litográficas, con un marcado contenido satírico y gran expresividad, aunque no por ello se dejen de apreciar trazos de ternura en ciertas figuras.
ANÁLISIS DE LA OBRA
El vagón de tercera clase desarrolla una temática reivindicativa que nos muestra la dura vida que tenían las clases populares de las grandes ciudades.
Esta sordidez general aplicada en los personajes del pintor (muestra de su interés por las caricaturas), queda ocasionalmente disipada con la figura del niño dormitando o la de la madre amamantando al bebe. Poco se puede visualizar el tren en el que viajan o el paisaje que los envuelve, más allá de la oscuridad que cubre el ambiente.
En un primer plano, encontramos la figura de una anciana que nos mira de frente, sosteniendo una cesta; situándose la mencionada mujer con el bebe y el niño dormitando, a cada lado de este personaje. Son las figuras que se visualizan con mayor claridad de la escena, quedando el resto de pasajeros ocultos casi en su totalidad.
Esta multitud escondida parece abarrotar los restantes asientos del apretado vagón, manteniendo un diálogo casi nulo entre todos ellos, haciendo ver al espectador la atención que presta cada uno a sus propios pensamientos y problemas.
Esta obra junto con el resto de piezas relacionadas, causaron polémica en los círculos artísticos de París. Esta manera tan reivindicativa de representar un ambiente repleto de personas humildes, una escena cotidiana para la mayor parte de los ciudadanos, causó un escándalo que hubiera pasado desapercibido si la misma imagen hubiera estado representada por personajes de primera clase.
Daumier realizó distintas versiones de esta misma escena, siendo algunas de ellas litografías. A continuación, te las presentamos juntos a los detalles de la obra principal comentada.
BIBLIOGRAFÍA
COMAS CROS, Daniel: Historia del arte, Tomo XV, El Realismo. El Impresionismo. El País, Madrid, 2005
MANDEL, Gabriel: La obra pictórica completa de Daumier /Introducción de Luigi Barzini; biografía y estudios críticos de Gabriele Mandel; traducción de Francisco J. Alcántara. Barcelona, 1973.