COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE FLORA
CONTEXTO HISTÓRICO
Hija de Percival Pickering y Anna María Spencer Stanhope, Evelyn Pickering creció en una familia de clase media-alta ligada a la aristocracia terrateniente de Yorkshire.
Apreciados en los círculos culturales, su entorno mostró ser especialmente sensible al arte, aunque, en un principio y como narra Wilhelmina Stirling en la biografía de la artista, su madre no apreció la pasión desmedida de su hija, quien, finalmente, logró ser instruida en pintura desde la década de los ’70 del siglo XIX gracias al apoyo paterno y de su tío, el pintor victoriano John Roddam Spencer.
A diferencia de otras mujeres de su tiempo y estatus, su educación no fue totalmente determinada por su género, recibiendo, además de una severa instrucción religiosa, lecciones en varios idiomas, mitología, literatura y ciencias junto a sus hermanos varones; convirtiéndose años más tarde en una de las primeras alumnas de la Escuela de Capacitación de Arte de South Kensington y la Slade School of Art.
Su creatividad se materializó a una edad muy temprana mediante la escritura de numerosos diarios y poesía, dando lugar a una ingente colección juvenil donde se aprecian intereses muy diversos que no tardó en plasmar en sus obras pictóricas.
«El arte es eterno, pero la vida es corta [,,,]. Lo compensaré ahora, no tengo tiempo que perder».Diario de Evelyn de Morgan, 30 de agosto de 1872. Archivo de la Fundación De Morgan.
Su primera exposición en la Galería Dudley de Londres (1876) recibió excelentes críticas por su ejecución, aunque en ellas no dejó de estar presente una reserva por su género con la que la artista convivió y luchó toda su carrera artística.
ANÁLISIS FORMAL
En la trayectoria de Evelyn de Morgan vemos una estética exhaustivamente minuciosa, colorida y popular, donde plasmará sus preocupaciones socio-políticas a través de alegorías, episodios y escenas fácilmente reconocibles por el público, como las procedentes de la mitología clásica o la literatura inglesa, donde las mujeres allí narradas poseerán un papel predominante en sus obras.
Estos rasgos dejan patente la influencia que tuvo la Hermandad Prerrafaelita, a pesar de su efímera duración, en la artista, quien también presenta rasgos de otros estilos, como el simbolismo que antecederá y el esteticismo inglés que algunos de sus maestros profesaban.
Otras importantes fuentes de inspiración para la artista fueron la filosofía neoplatónica y swedenborgiana, el movimiento Arts & Crafts al que perteneció su pareja, William de Morgan, con quien se casó en 1887; y las creencias de su suegra, quien la introdujo en el estudio de temas arcanos y espirituales.
La obra escogida para este análisis está claramente inspirada por el quattocento italiano, período que marcó severamente a la artista, quien lo conoció gracias a sus estancias en Florencia junto a su tío. Específicamente, Flora de Morgan guarda una gran semejanza formal con la Primavera (1482) y el Nacimiento de Venus (1485) de Botticelli.
Botticelli, inspirado a su vez por el lenguaje y filosofía neoplatónica de Marsilio Ficino, no dudó en usar alegóricamente sus obras para presentar los preceptos del ideal humanista.
Este carácter también estará presente en las obras de Morgan, quien rendirá con su Flora un tributo a la Florencia que conoció, cuyas calles y obras están marcadas por la producción artística del renacimiento italiano. Evidencia de ello es el poema presente en la parte inferior derecha del lienzo, que traducido del italiano dice:
“Vengo de Florencia y soy Flora
Esta ciudad toma su nombre de una flor.
Entre las flores nací y ahora, por un cambio de hogar,
tengo mi vivienda entre las montañas de Escocia.
Bienvenido, y déjame atesorar entre las brumas del norte”.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO
Flora, como diosa romana de la naturaleza, es representada como una hermosa mujer, casi etérea, situada delante de un árbol de nísperos en período de cosecha. Esta planta alcanza esa etapa coincidiendo con la primavera, hecho que puede ser alusión al ya mencionado cuadro del pintor florentino, pero también al cénit de la labor de la diosa en la naturaleza.
El detallismo que presenta aspectos como la botánica, las aves (un jilguero y un pinzón respectivamente) o el atuendo de la diosa y el drapeado que muestra, es una clara reminiscencia del Prerrafaelismo y del movimiento Arts & Crafts, agrupación que con William Morris a la cabeza abogaba por el retorno al modelo artesanal de producción, donde la serialidad del proceso industrial era abolida.
La postura de la figura femenina, así como el cabello leonado y rojizo, se asemeja con la Venus de Botticelli, pero también son rasgos que el prerrafaelismo, con figuras predominantes como Edward Burne-Jones, rescató de un pasado que admiraban y añoraban, no sin críticas de la sociedad inglesa de entonces.
Esta obra, tal vez por su alusión a Escocia en el poema, fue rápidamente adquirida por el armador escocés William Imrie, quien encargó otros dos cuadros de temática mitológica, que se materializaron plasmando las figuras de Casandra y Helena de Troya.
BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
DE MORGAN COLLECTION: https://www.demorgan.org.uk/collection/flora/
DE MORGAN COLLECTION: https://www.demorgan.org.uk/discover/the-de-morgans/evelyn-de-morgan/
HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, Cristina: La diosa retratada: Evelyn de Morgan y la sacralización alegórica de lo femenino, VII Congreso Internacional de Análisis Intertextual
PSIQUEACADEMY: https://psiqueacademy.es/la-hermandad-prerrafaelita-pintores-victorianos-rebeldes/
WOMANNART: https://womennart.com/2017/03/22/flora-evelyn-de-morgan/