Fuente de Las Nereidas

Ficha técnica

Título: Fuente de Las Nereidas
Autor: Lola Mora
Cronología: 21 de mayo de 1903
Estilo: Neoclasicismo
Materiales: Mármol blanco
Ubicación: Buenos Aires, Argentina
Dimensiones: 6 m de alto (aprox.) x 13 m de ancho (aprox)

COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE LA FUENTE DE LAS NEREIDAS

CONTEXTO HISTÓRICO

A lo largo de la historia del arte, numerosos artistas han representado el momento cumbre del nacimiento de Venus. Una de las obras más famosas al respecto fue creada por el destacado artista italiano Sandro Botticelli en el año 1483.

Sin embargo, tras siglos y múltiples representaciones previas, fue una artista quien inmortalizó ese épico momento en una nueva forma: la escultora argentina Dolores Candelaria Mora Vega, más conocida como Lola Mora

Antes de sumergirnos en el análisis detallado de esta destacada obra, es importante conocer un poco más sobre la vida y obra de esta escultora. 




¿Quién es Lola Mora? 

Dolores Candelaria Mora Vega es una escultora argentina que nació el 17 de noviembre de 1866. Aún hoy en día, existe debate sobre su lugar de nacimiento: mientras algunos sostienen que nació en la provincia de Salta, otros argumentan que fue en San Miguel de Tucumán.

Desde su juventud, Lola demostró un marcado interés por el arte. En 1894, tuvo su primera participación en una exposición en el salón de la Sociedad de Beneficencia de Tucumán, donde presentó veintiún retratos a carboncillo de los gobernadores tucumanos.

Fuente de Las Nereidas
Fuente de Las Nereidas

Al año siguiente, se trasladó a Buenos Aires con el objetivo de obtener una beca que le permitiera proseguir sus estudios en Europa. Fue así como en 1896, gracias al respaldo del presidente José Evaristo Uriburu (1831-1914), se le concedió una beca para estudiar en Roma, Italia.

Al igual que en la pintura, sus primeros trabajos escultóricos se centraron en retratos. De este período surgieron el busto en mármol del obispo Reginaldo Toro, el de la señora de Araoz y el de Juan Bautista Alberdi.

Sus obras, de estilo neoclásico con influencias románticas y barrocas, fueron ampliamente elogiadas, capturando rápidamente la atención de los críticos de arte italianos. 

Para mediados del siglo XIX, la provincia de Buenos Aires comenzó a adquirir obras en Europa con el fin de embellecer sus espacios públicos, instalando esculturas en parques, jardines y plazas de la ciudad. Lola Mora, tras ganar un concurso en Italia, regresó a Argentina.

A petición de Adolfo J. Bullrich, Intendente de la Ciudad, inició el diseño de lo que se convertiría en la fuente de las Nereidas. Finalmente, la artista decidió donar la obra a la ciudad de Buenos Aires. 

ANÁLISIS FORMAL

Fuente de Las Nereidas
Fuente de Las Nereidas

Según la mitología griega, los dioses Nereo y Doris engendraron a cincuenta mujeres conocidas como las Nereidas. Estas ninfas del Mar Mediterráneo habitan en las profundidades y emergen ocasionalmente a la superficie para asistir a los marineros.

Fue precisamente durante el nacimiento de Venus, la diosa del amor, la belleza y la fertilidad, cuando las Nereidas presenciaron ese momento. 

La fuente de las Nereidas marcó un hito en la ciudad de Buenos Aires del siglo XIX, siendo la primera fuente esculpida en mármol de Carrara y la primera obra de este tipo realizada por una mujer. 

Inspirada en las fuentes del Renacimiento italiano, la creación de Lola Mora se adhiere a los principios del arte clásico. La obra representa el nacimiento de la Diosa Venus, justo en el instante en que emerge de su concha rodeada por la espuma marina.

La figura de la diosa se sitúa en la cima de la fuente, con su mirada dirigida hacia las ninfas. En el corazón de la composición, se destacan dos ninfas, las Nereidas, representadas con cuerpos mitad pez y mitad humano, sosteniendo con esfuerzo una concha sobre sus cabezas. 

La composición escultórica se completa en la base con tres tritones montados en caballos marinos, emergiendo del agua mientras intentan controlarlos.

Controversia

Fuente de Las Nereidas, detalle

Inicialmente, se propuso que la fuente fuera ubicada en la Plaza de Mayo. Esta sugerencia generó intensos debates entre los ciudadanos y la Iglesia, quienes consideraban inapropiada la presencia de estas figuras desnudas a escasa distancia de la Catedral Metropolitana de Buenos Aires. En una carta, Lola Mora defendió su obra con las siguientes palabras: 

“Cada uno ve en una obra de arte lo que de antemano está en su espíritu; el ángel o el demonio está siempre combatiendo en la mirada del hombre. Yo no he cruzado el océano con el objeto de ofender el pudor de mi pueblo (…) Lamento profundamente lo que está ocurriendo pero no advierto en estas expresiones de repudio –llamémoslo de alguna manera la voz pura y noble de este pueblo. Y esa es la que me interesaría oír; de él espero el postrer fallo.” 

Tras intensos debates, finalmente el 21 de mayo de 1903 se inauguró la fuente en el Parque Colón, ubicado actualmente en la intersección de la Avenida Leandro N. Alem y Juan Domingo Perón. 

En el acto de inauguración, ninguna mujer estuvo presente, siendo solo Lola Mora quien representó su obra, manifestando su orgullo por la escultura realizada. La sociedad de aquel entonces no solo criticó las figuras desnudas, sino que también cuestionó la autoría de la obra, sugiriendo que no era realmente suya, sino del trabajo de sus ayudantes hombres. 

Fuente de Las Nereidas
Lola Mora en su taller trabajando en la fuente. Foto de “Buenos Aires Historia”

Con el paso de los años, la escultura continuó siendo motivo de debate. En 1918, debido a la polémica persistente, la Municipalidad de Buenos Aires optó por reubicar la obra en un lugar más alejado, concretamente en la Costanera Sur. 

Lola Mora se consolidó como una de las escultoras más destacadas de Argentina, siendo una pionera en su campo en un periodo histórico en el que las mujeres enfrentaban limitaciones para acceder a la educación artística y profesional. Además de la Fuente de las Nereidas, Mora dejó otras obras significativas en el panorama artístico argentino.

A pesar de las críticas y controversias de su época, la Fuente de las Nereidas ha emergido como un ícono cultural y artístico de Buenos Aires, siendo reconocida como una pieza fundamental en la historia del arte argentino. En 1997, la obra fue oficialmente declarada Bien de Interés Histórico Nacional.

OTRAS ENTRADAS EN NUESTRA WEB QUE PUEDEN INTERESARTE

¿COMPARTIR ESTE ARTÍCULO?

Share on facebook
Compartir en Facebook
Share on twitter
Compartir en Twitter
Share on linkedin
Compartir en Linkdin
Share on pinterest
Compartir en Pinterest

Deja tu comentario

Deja una respuesta

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para fines de afiliación y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Configurar y más información
Privacidad