COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE LA IGLESIA DE SANTA ANA
CONTEXTO HISTÓRICO
Para ubicarnos con la mayor exactitud posible para tratar la Iglesia de Santa Ana, debemos hablar en primera instancia, de uno de los enclaves históricos y artísticos más importantes, no solo de la isla de Tenerife, sino del contexto insular de Canarias, conocido popularmente como Garachico.
Fundada por el banquero genovés Cristóbal de Ponte en 1497 tras la conquista de Tenerife finalizada el año anterior, en 1496, su denominación oficial, es La Villa y Puerto de Garachico, nombre que alude al principal eje de su crecimiento comercial y cultural, ya que durante su época de mayor esplendor desarrollada en los siglos XVI y XVII, Garachico se convirtió en el principal eje portuario de la isla.
De su puerto zarpaban constantemente navíos cargados de vino y azúcar hacia varios destinos de América y Europa, dando como resultado un rápido progreso económico para la población garachiquense, conformada especialmente por el asentamiento de familias nobles con gran poder adquisitivo provenientes de Flandes, Italia y Portugal especialmente.
El Puerto de Garachico también cumplía su función como puerto complementario que unía los de mayor magnitud en Canarias como era los de Villa Apurón (lo que sería en la actualidad Santa Cruz de La Palma), Santa Cruz de Tenerife y de La Luz en Gran Canaria, siendo un elemento determinante en el estratégico engranaje marítimo entre la Península (se destaca el flujo marítimo proveniente de la baja Andalucía) y las Américas.
Sin embargo, a principios del siglo XVIII, se produjo uno de los sucesos más fatídicos de los que se tienen registros en la zona norte de Tenerife. Concretamente, el 5 de mayo de 1706, la lava del volcán sepultó toda la bahía que era la principal fuente de riqueza de la comarca y de la isla. Este acontecimiento histórico privó a Garachico de un desarrollo económico emergente que no llegaría a recuperar.
En el esplendor artístico del que la Villa y Puerto de Garachico, se construyó uno de su símbolos principales que perdura con vitalidad y belleza hasta nuestros días, hablamos de la Parroquia Matriz de Santa Ana, la cual analizaremos formalmente con detenimiento más adelante. Acerca de sus orígenes, los registros hablan como fecha clave el 1520, año en el que comienza a ser construida para complementar la labor de la iglesia de San Pedro de Daute y la iglesia del Hospital de la Concepción.
Es el ya mencionado Cristóbal de Ponte (figura trascendental para la historia de la Villa y Puerto de Garachico) el que regala el solar para su edificación, pero impone el nombre de su esposa, Ana de Vergara, como advocación titular del templo.
Sobre la fecha exacta de su edificación los teóricos han postulado varias pero lo que ha quedado refutado, según el Libro 1º de Visitas y Mandatos del beneficio de San Pedro de Daute, que se halla en el propio archivo parroquial de Santa Ana, detallando concretamente que la construcción había comenzado ya en el año 1532 con su finalización una década más tarde, en 1542.
Cuando nos referimos a las fechas iniciales de su edificación, hacemos una breve aclaración sobre el primer habitáculo, es decir, el presbiterio que en los años posteriores se fue ampliando según mandatos y trazas de los obispos.
La construcción sufrió un gravísimo incendio en 1706, con motivo de la erupción que hemos comentado con anterioridad, por lo que tuvo que ser reconstruida por completo, bajo la dirección de Andrés Hernández Salgado, el cual lograría una equilibrada armonía en el nuevo edificio y en la proporción de las naves, en la altura de columnas y en las nuevas arquerías. Ha sido difícil precisar los cambios sufridos en lo que respecta al templo original, determinándose que debieron ser considerables.
ANÁLISIS FORMAL
Uno de los elementos más destacados del conjunto arquitectónico de la Iglesia de Santa Ana es la portada principal, comenzada por el maestro cantero Bartolomé Díaz y finalizada por Manuel Penedo.
Esta doble autoría, a caballo entre los siglos XVI y XVII, dio lugar a la mezcla de elementos platerescos y renacentistas, apareciendo incluso elementos tardo-góticos como las dos ménsulas presentes en los fustes vaciados de las dos pilastras coronadas con capiteles de orden compuesto, verdaderos arcaísmos propios del estilo manuelino portugués.
En lo que respecta a la torre, nos gustaría indicar que su construcción fue ordenada en 1605 aunque la obra no se empezaría hasta 1615. A inicios del siglo XIX la torre seguía sin concluirse y es a partir del año 1826 cuando los trabajos para finalizar la edificación cobran nuevo impulso aunque no se logran culminar hasta principios del siglo XX.
Con respecto al espacio interno, la iglesia presenta una esbelta estructura realizada mediante el uso de fábrica de cantería muy cercana de la zona de Garachico, en donde podríamos destacar el uso de la piedra roja, muy común en las edificaciones del norte de Tenerife.
El interior se compone de tres naves, que ofrecen una equilibrada armonía, cuyo conjunto de columnas y arquerías produce un hermoso efecto en sus proporciones, mientras que la estructura de los capiteles, tallados bajo unos esquemas clásicos, se complica en el crucero, apareciendo altos cimacios que otorgan al templo una severa elegancia.
En la Iglesia de Santa Ana pudimos observar un gran número de obras que reflejan notablemente, el patrimonio histórico-artístico que presenta la Villa de Garachico; obras como El Crucificado ubicado en la parte central de la Capilla Mayor, del que podemos destacar el temperamento dramático y su logrado realismo.
Esta obra magistral fue creación del reconocido Martín de Andújar, escultor sevillano afincado en Garachico con la colaboración del pintor flamenco Juan Excroft, el cual aplicó una reconocible policromía para las obras de esta tipología durante su contexto.
En ambos extremos de la capilla, se destacan los retablos que veneran las imágenes de Santa Ana, Patrona de Garachico, y San Joaquín respectivamente, talladas por el artista grancanario Luján Pérez, donde se contemplan la profunda complejidad de su ornamentación.
Tras la ya comentada erupción, solo se conservaron las paredes, la torre y los arcos y columnas de las puertas principales. La figura encargada de su reconstrucción sería la del maestro orotavense Andrés Hernández Salgado entre 1714 y 1721, reduciendo el boato y los gastos para ahorrar en la construcción. El resultado final es el templo existente hasta nuestros días, que apenas ha experimentado variaciones en los últimos tres siglos.
CURIOSIDADES
El reloj de la torre de Iglesia de Santa Ana (que se instala en el año 1861) es adquirido por el exalcalde Manuel Monteverde y Tovar, fruto del encargo a un prestigioso relojero alemán afincado en el Puerto de la Cruz: Frank Kreitz.
La iglesia sufrió una interesante restauración en un periodo histórico de conocida complejidad comprendido entre los años 1935-1939. El coro fue trasladado de su lugar original, se rehicieron los ventanales, se cambió el púlpito por el de San Francisco, se colocó un zócalo de madera y se restauró la capilla del Cristo de la Misericordia.
BIBLIOGRAFIA
-Lugares de interés turístico en Garachico: https://itinerarybox.es/iglesia-
parroquial-de-santa-ana/garachico
-Guía Rural de Tenerife: https://www.clubrural.com/que-
ver/tenerife/garachico/sitios-interes/parroquia-de-santa-ana_5592