COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE IMPRESSION SOLEIL LEVANT
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO
En 1874, un grupo de jóvenes pintores rechazados por el Salón oficial decidió exponer sus obras en el taller del fotógrafo Nadar. Monet presentó, entre otras obras, esta marina pintada dos años atrás. Escribió a uno de sus amigos: «He enviado a la exposición una cosa hecha en el Havre desde mi ventana, con el sol entre la bruma, y en primer plano, unos mástiles apenas apuntando. me han pedido que le dé título«.
Como no podía ser una Vista de El Havre, les he respondido: Llamadla Impresión». Edmond Renoir, hermano del pintor, que fue responsable del catálogo de la exposición, añadió amanecer para hacer la denominación mas figurativa. De esta forma el cuadro quedaba titulado: Impression soleil levant (Impresión del sol naciente).
ANÁLISIS FORMAL
Impression soleil levant, es desde luego, algo más que un título. De rigurosa composición, la obra resultaría casi abstracta si la barca del primer plano y el sol reflejándose en el agua no explicasen la atmósfera del gran puerto, con las chimeneas de sus fábricas y los mástiles de sus barcos. El Impresionismo, es un movimiento que rompe con los cánones académicos.
El color predomina frente al dibujo, que aparece difuminado, hasta el punto que el espectador tiene que pararse frente al cuadro para distinguir entre la rápida pincelada. Asimismo, el color jugará un papel fundamental, puesto que lo que más le interesará a los impresionista será los efectos de la luz, por lo que no serán extrañas las representaciones de amaneceres o atardeceres. En este sentido, el papel del agua será también fundamental. Monet, jamás utilizó el negro puro en ninguno de sus lienzos.
OTROS DATOS DE INTERÉS
Parafraseando el título del cuadro para burlarse de él, el crítico Louis Leroy bautizó sin querer el nuevo movimiento al realizar el siguiente comentario: «¿Qué representa esta tela? ¡Impresión! Des luego, produce impresión. Me decía yo que, puesto que estaba impresionado, allí debía haber impresión… El papel pintado en estado embrionario está más hecho que esta marina…».
De esta manera, el término «impresionista» pasó a ser el nombre del movimiento del que el propio Leroy se enorgulleciera luego de ser el padrino. Hay que decir, que muchos de los artistas que expusieron en 1874 bajo esta catalogación, morirían sin ser reconocidos, puesto que sus obras se vendieron a muy bajo precio debido a la mala critica.
Esta situación cambió a partir de 1894, cuando las obras , que a priori fueron vendidas a precios ridículos, comenzaron a ser reconocidas y valoradas. Fue a partir de este momento cuando los pintores impresionistas comenzaron a disfrutar de cierto prestigio.
Con respecto a la historia de la obra que nos atañe, hay que decir que el coleccionista Ernest Hoschedé adquirió el cuadro por 800 francos, suma considerable en su época. Monet no había superado los 200 francos en una venta organizada por Durand-Ruel. Hoschedé lo revendió por 210 francos al doctor de Bellio.
A la muerte de este, fue heredado por su hija. En 1938, esta lo depositó a título temporal en el Museo Marmottan, donde se quedó definitivamente por vía de legado en 1957. En 1985 fue robado, y se recuperó cinco años después. La obra volvió a quedar expuesta tras su restauración.