La Anunciación de Sandro Botticelli

Ficha técnica

Título: La Anunciación
Autor: Sandro Botticelli
Cronología: 1489/1490
Estilo: renacimiento italiano
Materiales: témpera sobre madera
Ubicación: Galería de los Uffizi, Florencia.
Dimensiones: 150 cm × 156 cm

COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE LA ANUNCIACIÓN DE SANDRO BOTTICELLI

CONTEXTO HISTÓRICO

Alessandro di Mariano di Vanni Filipepi (1444/45-1510) conocido como Sandro Botticelli nació y ejerció su oficio de pintor en la ciudad italiana de Florencia.

Antes de dedicarse a la pintura, ejerció la profesión de orfebre al igual que su hermano Antonio, desarrollando así una marcada sensibilidad para el diseño decorativo que podremos apreciar en sus obras. Se formaría en el taller de Fra Filippo Lippi que era en aquel entonces uno de los pintores más solicitado.

Este pintor tenía su taller en Prato, aunque unan vez terminada su formación Botticelli regresaría a su ciudad natal donde abriría su propio taller.

De su maestro heredaría los contornos delineados, así como el decorativo tratamiento de los ropajes, ya en Florencia se dejaría influenciar por Pollaiuolo Andrea del Verrocchio cambiando su estilo a formas mas voluminosas y mayor elaboración plástica.

Botticelli pronto obtuvo la fama siendo además el pintor de cabecera de los Medicis, llegando a recibir encargos incluso del propio Papa por aquél entonces Sixto IV, quien en 1481 lo llamó a Roma para decorar la famosa Capilla Sixtina.

Regresaría a Florencia en 1482 comenzando a pintar los cuadros de tema profano que lo harían famoso como La primavera o Minerva y el centauro, así como sus bellas madonnas.




Su pintura sin embargo, sufriría un cambio radical en torno a los años 90 con un estilo más ascético y duro marcado de un profundo sentimiento religioso, con imágenes demasiado grandes para el espacio que ocupan, volviendo a la idea medieval por la cual el tamaño de las figuras depende de la importancia de los personajes.

Todo esto fue la consecuencia del fanatismo religioso que llevó a cabo el dominico Girolamo Savonarola que llamaba a los florentinos a abandonar la vida pecadora y disoluta que según él llevaban por una vida mas recogida y piadosa.

Sus sermones que acabarían haciendo mella en los ciudadanos también iba en contra de los artistas que trabajaban para los ricos debido a lo sensual de sus obras faltas de todo sentimiento religioso.

Así Botticelli abandonó sus temas mitológicos y profanos por temas religiosos. Además, sus retratos con fondos de paisajes los cambió por fondos neutros y oscuros, con una delineación más dura y ropajes sencillos.

Savonarola anunciaba el fin del mundo con la llegada del nuevo siglo para optara la salvación eterna pedía a los florentinos que se desprendieran de todos los objetos de lujo que poseyeran, entendía este por tales objetos libros, pelucas y postizos maquillaje, muebles y por supuesto cuadros.

Todo fue quemado en una gran hoguera en la Piazza della Signoria un siete de febrero de 1497, entre los que participaron en la misma se encontraba algunos artistas que consideraban sus obras indecorosas, se cree que también Botticelli participó quemando algunas de sus obras aunque nunca lo sabremos con seguridad, lo que si podemos asegurar es que era un hombre profundamente religioso.

Savonarola acabaría siendo ejecutado públicamente en la misma plaza donde años antes había levantado su propia hoguera. Corría el año de 1498, se terminó convirtiendo en un tirano y la Iglesia lo había excomulgado, fue acusado se herejía y condenado a morir por la cuerda y la hoguera.

Sus seguidores, los llamados “piagnoni”, fueron perseguidos, entre ellos un hermano del propio Botticelli que tuvo que huir a Bolonia. Por el diario del artista conocemos la honda impresión que todos estos hechos le causó y encontramos entre sus páginas una débil defensa hacia Savonarola preguntándose Botticelli el porque tuvo que sufrir semejante muerte.

Las últimas obras del pintor se caracterizan por una expresividad dramática y un ritmo sereno de las composiciones. Según Vasari, biógrafo de muchos de los artistas italianos, solía hacer frecuentes bocetos pero solo unos pocos han llegado hasta nosotros, los pocos que conocemos son de una calidad excepcional.

Uno de estos es una Alegoría de la abundancia, con una postura muy cercana a la figura de Flora y Venus que podemos admirar en su famoso cuadro de la Primavera. Este tipo de dibujos le servirían de inspiración para muchos de sus trabajos.

ANÁLISIS FORMAL

La Anunciación de Sandro Botticelli
La Anunciación de Sandro Botticelli

La Anunciación fue pintada para Ser Francesco Guardi en torno al año 1489/90 para decorar la capilla familiar de los Guardi. Éste pertenecía a una clase social mas baja que el resto de clientes de Botticelli.

Se relata en La Anunciación el encuentro entre Gabriel y María, ubicados en una estancia de paredes grises que contrasta vivamente con el suelo, de losetas de un rojo vivo. A través de la puerta podemos apreciar un paisaje de clara influencia nórdica con un río al fondo y un castillo medieval, un árbol divide el paisaje en dos.

Los ropajes claramente agitados del ángel demuestran que acaba de llegar, dando sensación de movimiento. María se vuelve hacia este en una postura grácil extendiendo su mano a modo de saludo al igual que el ángel, mientras con la otra éste sostiene un ramo de lirios, atributo de la Virgen.

Según la leyenda, Eva al ser expulsada del Paraíso vertió lágrimas, que al contacto con el suelo se trasformaron en lirios, por esta razón la flor aparece en obras con esta temática.

Se proclama así no solo la Redención sino la pureza inmaculada de la Virgen. Suele además representarse tres flores para dejar constancia de la triple virginidad de María, antes, durante y después del nacimiento de Jesús.

El verdadero tema de La Anunciación sin embargo no es esa anunciación hecha por el ángel, sino el juego de manos de ambos personajes, ese querer tocarse y no poder, esas manos que no llegaran a juntarse.

El cuadro esta dividido en dos escenas y cada uno de los personajes ocupa una mitad sin invadir el del contrario. La mano del ángel se halla en el límite de la puerta, la de María no sobrepasa la línea vertical de la misma, el primero se inserta dentro del paisaje, María está rodeada de paredes que la protegen, subrayando así su pureza.

Este tipo de representaciones donde el ángel aparece en un exterior y la Virgen en un interior es propio de la Edad Media, y podemos verlo en otros pintores y también en otra Anunciación del propio Botticelli llevada a cabo en 1481.

En algunos escritos teológicos del siglo XV la Anunciación se dividió en diferentes estados anímicos consecutivos que representaban las diversas reacciones de María ante el mensaje divino, primero la turbación, segundo la reflexión, la duda de como sucederá todo y por último el sometimiento.

En el caso que nos ocupa Botticelli nos presenta a la Virgen en el primer estado, el de la turbación.  

BIBLIOGRAFÍA

Botticelli. Deimling Bárbara. Editorial Taschen. 2007. Madrid.

Comprender los símbolos en la pintura. Barbe-Gall Francoise. Lunwerg, S.L. Barcelona, Madrid. 2010

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