COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE LA CATEDRAL PRIMADA DE TOLEDO
CONTEXTO HISTÓRICO
Toledo, una ciudad que llegó a ser capital del reino visigodo en tiempos de Leovigildo. Conquistada en el 711 con Tariq y con presencia islámica hasta 1085 cuando el rey Alfonso VI de León la incorpora a su reino. Es en este periodo cuando se empieza a elevar la catedral sobre la mezquita, que a su vez reutilizaba la antigua catedral visigoda.
Un edificio que irá creciendo y enriqueciéndose con el tiempo. Los Reyes Católicos dejaron muestras del valor que Toledo tenía para ellos, como la construcción del monasterio de San Juan de los Reyes, donde la reina Isabel dejó escrito que quería ser enterrada. Dictamen que varió una vez conquistada la ciudad de Granada, donde hoy día descansa su cuerpo junto al rey Fernando.
Allí, la dinastía castellana continuó mostrando la importancia que la ciudad tenía para la corona. Juana y Felipe el Hermoso se proclamaron reyes de Castilla en el templo. Una catedral a la altura de la capital de un imperio que perderá dicha categoría en 1561, cuando Felipe II decide trasladar la corte a la villa de Madrid.
A nivel religioso, Toledo ya era sede obispal desde el periodo visigodo y por ello fue sede de varios concilios. Será con la conquista de Alfonso VI cuando, tras el acuerdo con el papa Urbano II, se otorgue el título de primada a la diócesis de Toledo. Una condición que eleva esta diócesis por encima del resto de las sedes episcopales españolas.
ANÁLISIS DE LA OBRA
La catedral actual, como hemos dicho anteriormente, se eleva sobre la mezquita islámica que reaprovechó a su vez la catedral visigoda. Hay dos autores que se conocen que trabajaron en los inicios de este edificio. Uno es Petrus Petri, del que se conserva una lápida que indica que fue “maestro de la iglesia de Santa María de Toledo (…) el cual construyó este templo y aquí descansa, pues quien tan admirable edificio hizo, no sentirá cólera de Dios”.
Recientes investigaciones obtuvieron otro nombre que hizo revisar la historia del edificio. Se encontró un documento fechado en 1227 (año de inicio de las obras) que nombran a “un maestro Martín de la obra de Santa María de Toledo”.
Por lo que se ha concluido que el Maestro Martín sería quien empezó las obras y tras su muerte, sería Petrus quien finalizó la obra con la realización de las girolas.
El conjunto cuenta con una iglesia, claustro y dependencias propias de la archidiócesis. La iglesia es un edificio de estilo gótico francés, de cinco naves, crucero y doble girola. Muy interesante es este último elemento de la doble girola, resuelta de manera magistral para que las capillas coincidieran con los tramos de las girolas se realizaron capillas triangulares, de menor tamaño que coinciden con las columnas, y rectangulares, de mayor tamaño que comunican con los tramos de la girola.
Advocación
Dedicada a la Virgen María en su Asunción a los cielos. El templo catedralicio cuenta con una capilla exenta en la que se conserva un trozo de pilar donde se supone que la Virgen pisó por última vez la Tierra antes de asuntar a los cielos. Es por ello que el templo está dedicad a esta advocación
Exteriores
Destacan la fachada principal, la puerta del reloj y la puerta de los leones.
Fachada principal
Da hacia el Ayuntamiento y el Palacio Arzobispal, todos los símbolos de poder de la ciudad unidos en una única plaza. Cuenta con una única torre, la segunda nunca se llegó a realizar. Tiene tres fachadas, la del Perdón (central), Juicio Final (derecha) y del Infierno (izquierda).
La del Perdón es del siglo XV y sigue los modelos góticos, un gran arco acoge seis arquivoltas coronado por la figura del Salvador, en las jambas podemos contemplar el apostolado. Mientras que en el tímpano contemplamos a la titular del templo, María, imponiendo la casulla al patrón de la ciudad, San Ildefonso.
La puerta central no es la más antigua, es la de la izquierda la puerta del Juicio Final en la que se representa dicha escena apocalíptica. La puerta del Infierno es más sencilla, con una decoración en la que destacan los elementos vegetales.
La torre fue realizada por Alvar Martínez hasta el cuarto cuerpo en 1442, cuando fallece sin dejar por escrito cómo continuar con el proyecto. Es por ello que la parte superior del remate sigue otro lenguaje, ya que será Hanequin de Bruselas quien la finalice con una planta octogonal y culminando en tres coronas, intentando imitar a una mitra.
Puerta del Reloj
De todo el conjunto es la puerta más antigua, es de principios del siglo XIV. Destaca su tímpano que cuenta en cuatro franjas escenas de la vida de Cristo, desde la Anunciación hasta las Bodas de Caná. En el siglo XVIII se intervino para añadir la parte superior, que le da nombre actualmente a esta entrada, con el reloj.
Puerta de los Leones
La última de las puertas que se construyó, se realizó en la década de 1460. Sobresale la figura de la titular del templo en el parteluz rodeada de querubines en su Asunción. Todo cobijado en un arco apuntada con arquivoltas.
Interior
Debido al poco espacio con el que contamos para extendernos haremos una selección de las numerosas capillas que alberga este templo y destacaremos las obras principales que podemos contemplar en ellas.
Capilla Mayor
Nos recibe una bella reja pétrea de principios del siglo XV profusamente decorada con el remate de una corte celestial. Está custodiada por dos grandes pilares, el de la izquierda cuenta con una escultura del pastor Martín Alhaja. Fue quien guio a la victoria en las Navas de Tolosa, mientras que el de la derecha aparece el Alfaquí, símbolo de la unión cultural que se vivía en Toledo. Este hombre llevó al rey Alfonso VI un mensaje de paz y convivencia.
Sobresale el retablo mayor del gótico florido. Fue realizada entre 1497 y 1504 en la que intervinieron gran cantidad de artistas entre los que destacamos a Enrique Egas, Juan de Borgoña o Felipe Vigarny. La calle central del mismo representa pasajes de la vida de María. Virgen con el Niño, Natividad, Asunción y remata el Calvario. El resto del retablo muestra escenas de la vida y pasión de Cristo.
Capilla Mozárabe
Uno de los espacios más singulares de la catedral. Está situada en el espacio que iba a ocupar la segunda torre, que nunca se realizó. El cardenal Cisneros pretendía recuperar el rito hispanomozárabe.
Se trata de un espacio cuadrado cubierto con una cúpula octogonal realizada por Jorge Manuel Theotocópuli, hijo del Greco, en el siglo XVII. Para recuerdo de quien la fundó, en la reja de entrada se conserva el escudo del cardenal Cisneros.
Sala Capitular
Encargo del Cardenal Cisneros a Enrique Egas en 1504. El artesonado es obra de Diego López y Francisco de Lara entre 1508 y 1510 que cuenta con un friso de rica decoración plateresca. Un banco de madera recorre la sala, los sitiales cuentan con retratos de todos los arzobispos desde San Eugenio. Juan de Borgoña fue quien realizó los retratos desde el santo hasta el cardenal Cisneros.
Aquí se encuentra una de las mayores muestras de pinturas murales de toda España, también obra de Juan de Borgoña que representa la vida y pasión de Jesús.
El Transparente
Si rodeamos la girola nos encontraremos con esta obra escultórica barroca realizada por Narciso Tomé entre 1729 y 1732. Compuesta de mármol de Génova, jaspe y bronce. Se abrió un óculo para que entrara luz para iluminar el sagrario.
Sobre la mesa de altar podemos ver la figura de la Virgen que está enmarcada en dos columnas con decoración rococó. El cuerpo superior representa la Última Cena, mensaje eucarístico para simbolizar el espacio del sagrario. Sobre esta escena, las figuras teologales de la Fe, la Esperanza y la Caridad.
Sacristía
Uno de los espacios que se podría considerar como un museo dentro de la propia catedral por la calidad de sus obras. La bóveda está decorada con pinturas de Lucas Jordán, en el que destaca el tema de la imposición de la casulla a San Ildefonso. Pero más impactante es la vinculación que el Jordán con una de las obras principales allí expuestas.
Nos centramos en la obra del Expolio del Greco. Está presidiendo la sala y si observamos la techumbre Jordán a centro sitúa a Dios (escrito en la forma hebrea, Yahvé), un rayo de luz parte de él hacia la escena de la imposición de la casulla, pero justo abajo está la obra del Expolio donde Cristo es despojado de sus vestiduras y mira al cielo a sabiendas de que contaba con la compañía de su Padre.
En esta estancia podemos disfrutar de obras de Luis de Morales, Van Dyck, Goya, Velázquez o réplicas de Tiziano. Sin olvidar el apostolado del Greco.
Coro
La sillería es obra de Alonso Berruguete y Felipe Bigarny, lo mejor de la escultura en madera europea y castellana del momento se concentra en un único espacio.
Tesoro Mayor
Nos vamos a centrar a continuación en la Custodia, pero no podemos obviar que contiene un conjunto de obras de gran calidad entre las que destacan autores como Juan Martínez Montañés, Pedro de Mena o incluso Fra Angelico, una cruz pintada por el autor italiano, regalo del fascista Benito Musolini en 1936.
Custodia
Encargo del Cardenal Cisneros a Enrique de Arfe, que realizó entre 1517 y 1524. De estilo gótico arcaico en inicio fue realizada en plata, aunque a finales del siglo XVI se mandó dorar.
De planta hexagonal cuenta con decoración de ángeles, santos y elementos eucarísticos como las espigas y las campanas. Remata la torre una cruz del siglo XVI.
Es tradición de la ciudad de Toledo sacar la custodia por las calles de la ciudad todas las festividades del Corpus Christi desde el año 1595.
Claustro. Capilla de San Blas
Para finalizar, no olvidamos la interesante capilla de San Blas que se encuentra en el claustro de la catedral de Toledo.
Cubierta por una bóveda ochavada está decorada en dos partes. La parte superior representa el Credo, mientras que la inferior muestra el Juicio Final y una serie de santos. La influencia florentina queda latente, pese al mal estado de conservación que sufre esta estancia por los problemas de humedades y las deficientes restauraciones que ha sufrido a lo largo del tiempo.
BIBLIOGRAFÍA
ALBA GONZÁLEZ, Luis: Catedral de Toledo. Su Historia y su Arte. Toledo, 2005.
CHUECA GOITIA, Fernando: La Catedral de Toledo. León, 1975.
IZQUIERDO BENITO, Ricardo: Privilegios reales otorgados a Toledo durante la Edad Media (1101-1494). Toledo, 1990.
NAVACUÉS PALACIO, Pedro y SARTHOU CARRERES, Carlos: Catedrales de España. Madrid, 1997.
GALERÍA DE IMÁGENES