CONTEXTO DE LA OBRA
El politeísmo es uno de los grandes rasgos que caracterizan a las culturas precolombinas, ya que cada una contaba con una deidad para alguna cuestión en específico.
Y así como en Grecia y Roma los dioses se diferenciaban por los nombres, entre los mayas y mexicas ocurría la misma situación. Si bien, la cosmovisión indígena de Mesoamérica es bastante amplia y rica en conocimiento, dando como resultado un sin fin de leyendas e historias narradas en cantos que son un deleite disfrutar.
La inmortalidad de los dioses precolombinos se puede apreciar en distintas manifestaciones: inmensos centros ceremoniales, danzas, cantos, algunos animales y grandes monolitos de piedra que indicaban según las características de sus elementos, la importancia y fuerza que este tenía dentro de la cultura.
LA DIOSA COYOLXAUHQUI
Coyolxauhqui o cara pintada por cascabeles en la mitología mexica es hija de la diosa madre Coatlicue y líder de todos sus hermanos. Pero, ¿por qué se le dice diosa desmembrada a esta mujer y a su representación monolítica? La leyenda dice así:
Dentro de la cultura mexica, Coatlicue vivía en lo alto del Cerro de Coatepec y era respetada por todos debido a su apariencia entre serpientes y partes humanas; ella era madre de 400 dioses los cuales representaban a las estrellas y una hija guerrera llamada Coyolxauhqui quien era La Luna.
Una tarde la diosa madre se encontraba barriendo y al voltear hacia arriba, vio descender un puñado de plumas color azul las cuales había deja caer un colibrí y decidió guardar una entre una cinta roja que llevaba amarrada a la cintura.
Horas más tarde cuando recordó la pluma que llevaba guardada se dio cuenta que esta ya no estaba y para su sorpresa, esa pluma la había embarazado.
Cuando la diosa guerrera Coyolxauhqui y sus hermanos se enteraron de la situación de su madre, se enfurecieron tanto que decidieron atacarla, por lo que la madre escapó. Durante su huida, escuchó como una voz le hablaba y le decía que no temiera, que él la iba a proteger.
Los hijos de la diosa madre la encontraron y se comenzó a formar una gran nube azul la cual fue tomando forma de un guerrero grande y poderoso, quien llegó armado con una serpiente azul (Xiuhcóatl)… era Huitzilopochtli.
Él comenzó a luchar contra todos sus hermanos logrando su muerte, incluyendo la de Coyolxauhqui a quien el dios de la guerra descuartizó y decapitó, arrojando su cabeza al cielo.
La representación de la diosa guerrera es con una armadura de colores vistosos, al igual que de una belleza extraordinaria característica de las mujeres indígenas de América.
EL DESCUBRIMIENTO DEL MONOLITO

«Fue el 21 de febrero de 1978, en la madrugada cuando obreros de la compañía de luz y fuerza del centro, trabajaban en la esquina de las calles Guatemala y Seminario (hoy Argentina); cuando de repente pegan con algo duro que les impide continuar»
Eduardo Matos Moctezuma, arqueólogo
Lo que estaba ocurriendo en esos momentos en el corazón del centro de la ciudad de México causó un revuelo y movilizó a todas las autoridades correspondientes del Museo Nacional de Antropología e Historia, ya que al ver con determinación de lo que se trataba el descubrimiento, todos quedaron impactados.
También el arqueólogo Raúl Arana mencionó que el hallazgo de este monolito durante la noche había sido sorprendente por la relación de la diosa desmembrada con la luna.
La ubicación en donde se localizó este coloso, tiene lugar en el actual Templo Mayor y por el sitio en donde estaba, da a entender que la diosa fue arrojada desde la parte alta del antiguo centro ceremonial.
Si bien el primer hallazgo del sitio o proyecto Museo Templo Mayor fue en 1900 por el arqueólogo Leopoldo Batres quien en cruce de Argentina y Guatemala, descubrió una de las escaleras de serpientes del cuadro primero del sitio; el siguiente hallazgo fue realizado 14 años después por Manuel Gamio, quien encuentra parte de la estructura de una de las torres centrales del templo, en las calles de Seminario y Santa Teresa.
Actualmente la obra cumple con 42 años de haber sido descubierta y es posible verla en el Museo del Templo Mayor.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO

Al igual que La Piedra del Sol, el monolito de la diosa desmembrada presenta fragmentos de color en las porosidades de su superficie, lo que indica que estaba totalmente policromada, pero por el paso del tiempo y por su permanencia bajo tierra, estos colores se fueron perdiendo.
Entre los colores que se pueden apreciar se encuentran el rojo, ocre de geotita (pardo), blanco de calcita, negro humo y azul maya; estos colores juntos corresponden a la policroma del Templo Mayor.
La investigadora Lourdes Cué explica que algunos de estos colores se encontraban en los pezones y penacho (color azul) y el rojo enrojecido en el tórax, por lo de la sangre de su desmembramiento.
Los caracoles que adornan sus tobilleras hacen referencia a los guerreros caídos y a las entidades relacionadas con el sol. También se hacen presentes las figuras de Huitzilopochtli y Coatlicue en el penacho y las serpientes; además de la calavera de su cinturón es al referencia más cercana a la muerte.
Dada la importancia del descubrimiento del monolito de la diosa Coyolxoauhqui, se es posible conocer un poco más acerca del pasado del pueblo mexicano, además de poder entender con mucha más facilidad las relaciones entre los dioses mexicas y lo descrito por los cronistas españoles Bernardino de Sahagún y Bernal Díaz del Castillo, fieles a la historia de los pueblos indígenas y del proceso de evangelización.
BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
Presentación para tésis de Guadalupe Cabello Luis, Universidad Pedagógica Nacional, Noviembre 2015.
https://www.youtube.com/watch?v=f1whJMX9M4s&t=195s
DESCUBRIMIENTO DEL MONOLITO:https://www.youtube.com/watch?v=cLdJXw0PUks
DÍAZ DEL CASTILLO, Bernal: Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España. México, 1976.
LEÓN-PORTILLA, Miguel: LOS ANTIGUOS MEXICANOS a través de sus crónicas y cantares. México, 2012.