COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE LA NATIVIDAD MÍSTICA
CONTEXTO HISTÓRICO
En La Natividad Mística podemos ver una serie de cartelas que nos indican además del “Gloria in excelsis Deo” y “Pax hominibus” una serie de inscripciones que portan los ángeles en lo alto y que nos hablan del momento y contexto histórico de la obra:
“Esta tela, a finales del año 1500, durante los disturbios sufridos por Italia, yo, Alessandro, pinté en medio tiempo después del tiempo, según el XI de San Juan en el segundo dolor del Apocalipsis, en la liberación de tres años y medio del Diablo: después será encadenado en el XII y lo veremos [precipitado] como en el presente cuadro” [lagunas por abrasión].
La alusión a los disturbios, puede deberse a la llegada de los franceses, la muerte de Carlos VIII, rey de Francia; la expulsión de Piero de Médicis de Florencia, la toma del poder por el partido de Girolamo Savonarola (1452-1498) o la campaña de Cesar Borgia que en 1501 asediaba Faenza amenazando a toda la toscana.
El tono en que utiliza la alusión al Apocalipsis nos hace pensar en la influencia de Savonarola, fraile dominico, predicador italiano y confesor de Lorenzo de Medici, que denunció la corrupción romana para así ganarse al pueblo de Florencia y pretendiendo llevar a cabo una modernización de la devoción, ya que consideraba que los Médicis, y en concreto el hijo de Lorenzo, estaba incapacitado para gobernar y había llevado a Florencia al camino de lo profano.
Es por esto último por lo que decidió crear un grupo de intelectuales llamados piagnone, que lucharon contra ese espíritu pagano.
Nos hace pensar en esta influencia, debido a que representa la Natividad de acuerdo con el tono de las homilías navideñas pronunciadas por el religioso en 1493 y 1494 en las que invitaba a los florentinos de buena voluntad a hacer de Florencia una nueva Nazaret, a que se reunieran idealmente alrededor de la cueva donde María adora al hijo, asistida por tres muchachas (Gracia, Verdad y Justicia) o mejor dicho (Fe, Esperanza y Caridad), como podemos ver bajo la forma de los ángeles sobre el tejado del pesebre.
Puede relacionarse también la ausencia de personajes “modernos”, ya que contra este hecho había arremetido el fraile. Además podemos identificar al mismo Savonarola y a sus compañeros de martirio en los tres personajes a quienes abrazan los ángeles del primer término.
Se puede demostrar documentalmente que Botticelli pintó este cuadro influido por los sermones y escritos que Savonarola dirigió contra la Florencia de los Médicis y su “decadencia moral”. Aunque no hay documentos que acrediten fehacientemente que Botticelli fuese adepto o discípulo de Savonarola.
Este artista, como muchos florentinos de su tiempo, indudablemente se sintió atraído por la carismática personalidad del monje, incuestionable eje de los acontecimientos políticos y culturales de la Florencia de fines del siglo XV e inicios del XVI.
ANÁLISIS FORMAL
Esta obra es la única firmada y fechada por el artista, de lo cual se alude a que quizá fuera pintada para su devoción privada. Es una obra pequeña en relación con los estándares de la época en la que abundaban las grandes obras destinadas a los templos y palacios.
Una obra en formato vertical pintada sobre tela. Si observamos con detenimiento la obra, vemos como los ángeles acompañan a los hombres hasta el portal.
Ese milenarismo del año 1500, una época como ya hemos visto, convulsa en lo político, fue un momento en el proliferaron las sectas en las que se creía en la Segunda llegada de Jesucristo, profetizada por la Revelación.
Una obra distribuida en tres niveles, siendo el del medio el más importante, en él vemos a la Virgen de rodillas ante el niño, son figuras en varios tamaños (jerarquía muy utilizada en la Edad Media), pero en este cuadro se pinta a la virgen de forma gigantesca. Además se muestran actitudes forzadas y poco naturales por parte de San José y los Pastores.
La obra ante la que nos encontramos se distancia de lo que son las representaciones tradicionales del nacimiento de Cristo, en ella vemos como el artista se aleja del realismo y la perspectiva para volver a la iconografía arcaizante de los primitivos ya que este estilo representa mejor la idea que quiere mostrar con la obra.
Señalar también la importancia del número 3 y sus múltiplos, como elementos trascendentales, tres personajes protagonistas, tres ángeles ceremoniales, tres parejas en el primer plano, doce ángeles danzantes, tres niveles en los que se desarrolla el cuadro.
Pudiendo estar relacionado con la influencia de Dante y su Divina Comedia. El cuadro supura pathos, muestra casi dolor, más que una celebración parece una escena apocalíptica.
Pese a ello, podemos ver la técnica pictórica de este artista, el trazo dibujístico insuperable de Botticelli, la gracia de las formas, algo que lo acompañó durante toda su vida y esto queda de manifiesto en los pliegues de las telas, las actitudes corporales, los gestos de los personajes, la transparencia de las telas debido a la técnica del temple.
Escribe Vasari:
“El dibujo de Sandro -Botticelli- estaba muy por encima del nivel común, a tal punto que después de su muerte muchos artistas trataron de conseguir originales suyos…”
Los dibujos que el artista realizó para “ilustrar” el “Inferno” de Dante; quien los haya contemplado alguna vez, sabrá apreciar su delicadeza y el por qué sus contemporáneos se disputaban sus originales.
“La Natividad Mística” es una de las representaciones plásticas más interesantes del Quattrocento Italiano. Ya que en ella se expresa algo más que la Natividad, se expresa la vida del momento, la vida del artista, su propio tormento interior y su devoción.
Algunos críticos del siglo XIX sintieron gran admiración por este artista del Renacimiento. Como Walter Pater, que afirma que Botticelli «sobrepasó los límites de su generación al pintar como un visionario», también lo admiraron Ruskin, Edward Burne-Jones, Bernard Berenson, entre otros.
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