COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE LA VERBENA
ANÁLISIS DE LA OBRA
Maruja Mallo se consagró como una de las principales pintoras de su generación con cuatro lienzos enmarcados dentro de una serie que reciben el nombre de Verbenas.
Dicha serie aúna lo popular-y elementos tradicionales de España- y la calle para fraguar retratos corales con un fuerte punto sociológico y antropológico donde es posible observar la diferencia entre distintas clases sociales. También las verbenas muestran una gran afinidad con Valle-Inclán, especialmente con su concepto de esperpento.
La serie está compuesta por cuatro grandes pinturas al óleo que debido a su gran formato parecen murales. En ellas se llevan a cabo distintas escenas y actos, siendo en ocasiones caótico para la comprensión de aquel que lo contempla. La sátira, por otro lado, es un elemento dominante en estas cuatro pinturas. Finalmente se advierte cierto componente mágico y el interés latente por la ciudad.
La tercera Verbena es la que nos interesa, y junto al resto de sus hermanas fue creada durante el año 1927. Se cree que representa a la romería de San Isidro o a la verbena de San Antonio de la Florida.
El propio Gómez de la Serna-uno de los mayores cronistas de la España del momento, además de un gran escritor- apunta que se trata de la primera festividad. Se encuentra en el Museo Reina Sofía de Madrid y sin duda alguna es la primera verbena que uno se imagina al hablar de esta serie ya que es la más conocida.
Compositivamente es interesante al dividir la composición en dos diagonales que al cruzarse, evidentemente, forman una serie de triángulos equiláteros, aumentando así la sensación de dinamismo.
Aquí los personajes se han multiplicado y la escena aparece más abigarrada. En un simple vistazo se puede hallar conexiones con José Gutiérrez Solana y su España Negra.
En primera instancia llama la atención la figura de dos gigantes; uno de ellos lleva en su mano una chimenea de cartón que luce como un cetro real. No son los únicos gigantes, otra pareja-eso sí, más discreta en proporciones- representan a una guardia civil y a su mujer.
En el centro de la composición hay dos jóvenes vestidas de manera poco convencional y ortodoxa para la época y una de ellas, además, lleva falda de tenis(La crítica cree que puede tratarse de su amiga Concha Méndez, gran deportista).
Es interesante observar la clara influencia de El Prado en Mallo, institución muy frecuentada tanto con Dalí, con Alberti o simplemente ella sola. También es importante recordar la influencia y admiración hacia Goya, El Bosco, y autores clásico como Velázquez; pues bien, ese influjo y rastro también se puede observar en esta verbena en dos elementos.
El primero es la figura femenina al fondo del lienzo que está pintando y que podría tratarse de la propia Maruja emulando a lo hecho por Velázquez en Las meninas, y por último la influencia de lo goyesco que queda plasmado en el margen inferior izquierdo con la figura de un guitarrista ciego.
Maruja Mallo fue una pintora muy versátil y un autentico crisol donde fluyen los principales movimientos de vanguardias. Esa indeterminación a la hora de concretar un estilo unificado en sus trabajos obligó a encuadrar a Maruja Mallo dentro del surrealismo debido a su fuerte conexión y vinculo con algunas de sus principales figuras, obviando su riqueza temática y estilística. Si tuviéramos que enmarcar dentro de un estilo a la serie de Verbenas, se podría hacer dentro de un expresionismo dinámico.
Hay varias fuentes de las que parte Mallo y hacen imposible etiquetar tanto esta pintura como el resto de su producción. Durante estos años-la década de los años 20- el cine ejerce una maravillosa impresión en ella y junto al futurismo vertebran una constante en estos trabajos: el movimiento, la aparición de la ciudad como protagonista y las máquinas y sus aspectos mecánicos.
Sin embargo el cubismo de Picasso no le es indiferente y por otra parte podemos hablar de realismo mágico en sus pinturas. En definitiva es una autora que escapa de cualquier catalogación, demostrando así su grandeza e importancia en la pintura.
Finalmente destacar la trascendencia de Maruja Mallo en el arte español. En primer lugar la participación plena en la creación de un arte nuevo y de vanguardia en España, en el mismo escalón de importancia que Dalí, Buñuel, Lorca o Alberti.
Y por último, su labor en la pintura ya no sólo fue una gran aportación en el terreno artístico, sino que configuró y marcó el camino hacia la profesionalización de la mujer en el mundo del arte, debido en gran parte a su arrolladora personalidad y éxitos conseguidos en un momento histórico donde el papel de las mujeres estaba reducido a las tareas domésticas y maternidad.
Todo esto hace de Mallo una de las más grandes artistas españolas del siglo XX.