COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE LA VIRGEN DE LUCCA
CONTEXTO HISTÓRICO
Jan van Eyck fallecido en 1441 y nacido en el último decenio del siglo XIV en Maseyck es un pintor con muchas incógnitas, por no saber no sabemos en qué año nació exactamente y menos aún con qué maestro se formó.
Se sospecha que entre sus maestros se encontraba su propio hermano Hubert van Eyck, muerto en 1426, mayor que Jan van Eyck y que contaba con taller propio siendo muy considerado en su tiempo, y nada más sabemos de su formación y todo ello a pesar de que conocemos de este pintor obras importantísimas tales como “El matrimonio Arnolfini” o “El hombre del turbante”.
El problema con este pintor es que la mayoría de sus obras conservadas actualmente no están documentadas con un texto a pesar de que firmó sus trabajos más que ningún otro artista de su tiempo.
Como hemos dicho no sabemos nada de los años de aprendizaje de Jan van Eyck y noticias suyas no tenemos hasta 1422 en que entra al servicio del duque Juan de Baviera, conde de Holanda, pasando a vivir en La Haya pero nuevamente le perdemos la pista pues no tenemos noticias de que tipo de encargos recibió.
Solo tres años estuvo bajo el mecenazgo de este conde pues murió en 1425 e inmediatamente entra al servicio de Felipe el Bueno, duque de Borgoña, esto solo puede significar que ya por aquel entonces gozaba de gran prestigio y popularidad.
Hasta 1432 no nos encontramos con un primer documento firmado por Jan van Eyck firmado en Brujas donde pasó a residir hasta el día de su fallecimiento.
Trabajó para Felipe el Bueno no solo como pintor de corte sino como varlet de chambre, puesto secundario que le permitiría viajar con algunas embajadas para tratar asuntos diplomáticos sobre todo en la organización de futuros enlaces matrimoniales.
Así se sospecha que formó parte de la embajada enviada a Valencia para tratar la negociación de un posible matrimonio entre Felipe el Bueno con una sobrina de Alfonso V de Aragón, Isabel de Urgel, a la que realizó al menos dos retratos que no se conservan, este matrimonio no llegó a realizarse y probablemente también sería enviado junto a otra embajada as Portugal para intentar otro contrato matrimonial entre el mismo duque y una hija del rey Juan de Portugal que si llegó a un buen término.
Entre 1432 y 1441 año de su muerte es dónde situar todas sus obras más conocidas y las que con más seguridad se le puede atribuir. De esta época es la obra que a nosotros nos ocupa.
Todo pintor necesita una clientela, en el caso de Jan van Eyck sus clientes fueron gente relacionada con la Corte ducal, así como mercaderes sobre todo italianos que en aquella época abundaban en Brujas y tenían un alto poder adquisitivo.
Principalmente se dedicó a las obras religiosas y el retrato, probablemente realizaría desnudos aunque ninguno se conserva, lo que sí tenemos es un texto de Bartolomeo Facio que cuenta como en la colección de Ottaviano de la Carda se encontraba un desnudo del maestro Jan van Eyck.
Se trataba de una mujer saliendo del baño cubriéndose sus partes más íntimas, la obra aparece representada en un cuadro de Willem van Haecht, pintada en 1628, si llego a realizar esa pintura podría englobarse dentro de las pinturas de vanitas.
Respecto a sus retratos realizó más masculinos que femeninos, o al menos se conserva más de los primeros, al contrario que la mayoría de los artistas no intentaba favorecer al retratado.
Respecto a sus obras religiosas nos encontramos ante obras de gran complejidad conceptual, llenas de simbolismo, realizadas para una un público muy reducido, para oratorios privados.
Fue en su conjunto un pintor extraordinario que usaba el marco del cuadro para firmar y fechar sus trabajos, el problema es que la mayoría de sus obras han perdido el marco original de ahí la dificultad para datar obras de este pintor, que firmara y fechara sus obras sobre el marco de las mismas es signo del valor que él mismo se tenía como pintor y del que también le tenían los demás.
Las inscripciones solían estar en latín , griego o bien en la lengua materna de su madre, muchas de ellas hechas como esculpidas en mármol o resaltadas como si fueran relieves de metales nobles.
Nada sabemos de su taller que tuvo que tenerlo ni de sus discípulos, sólo podemos especular. Al hablar de discípulos se habla de Petrus Christus pero no podemos afirmar nada.
Copistas si los tuvo , solo hay que echar un vistazo a la Virgen de Covarrubias (Burgos) o en la Virgen del Consellers del español Lluis Dalmau que estuvo en Brujas y que realizó esa obra incorporando elementos propios de Jan van Eyck.
ANÁLISIS DE LA OBRA
La Virgen de Lucca recibe ese nombre porque proviene de la colección de Carlo Luigi de Borbón, duque de Lucca, que la vendió en 1841, no poseemos más noticias anteriores a este hecho.
En esta ocasión y al contrario de otras imágenes de vírgenes que representa en el interior de magníficos templos aquí se sustituye por una habitación pequeña y estrecha pero no por ello menos solemne, vemos una cristalera a la izquierda tal como le gustaba al artista que recurre frecuentemente a una fuente de luz siempre en ese lado.
La virgen está amamantando al Niño se trata del tipo iconográfico de la Galactotrofusa, se establece así una relación de dependencia del Niño con la Virgen tal y como los fieles depende de su madre en este caso la Iglesia que estaría encarnada en la propia María. Sentada en un trono tallado con cuatro leones signo alusivo a la visión mayestática de María.
El niño está más cercano a modelos como el de la Virgen con el canciller Rolen o la del canónigo Van der Paele, esto nos sirve para datar la obra entre 1435 o 1436, al Niño lo vemos en parte de espaldas fórmula ya introducida por el miniaturista del Arte Internacional, llamado Maestro de las Iniciales de Bruselas.
Esta composición es parecida a la de la Virgen de Covarrubias que no es de Jack van Eyck pero claramente es de un copista que conocía sus obras, esta pintura se halla en el Museo de la Colegiata de Covarrubias (Burgos) muy retocada por culpa de una mala restauración.
María enseña a leer al Niño en una estancia muy parecida a la de Lucca aunque en esta ocasión con una gran profusión de objetos con un claro sentido simbólico, la luz al igual que ocurre en el cuadro la Virgen de Lucca proviene de un ventanal también a la izquierda.
Se desconoce quién fue el autor y cuando ingresó en la colegiata pero no debe de extrañarnos que se encuentre allí pues Covarrubias mantuvo relaciones estrechas con Burgos la capital donde vivían muchos mercaderes que tenían casa en Brujas
BIBLIOGRAFÍA
Muela Carmona Juan… Iconografía cristiana. Ediciones Istmo.S.A. Colección Fundamentos n.º 148. 2003. Madrid.
Jan van Eyck. Yarza Joaquín. Historia 16. El arte y sus creadores, número 5. Historia viva, S.L. 1993. Madrid.