COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE LOS AMANTES
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO
Nos encontramos ante una obra pictórica realizada por René Magritte, un pintor surrealista belga. Este artista era conocido por sus ingeniosas y provocativas imágenes, con las que pretendía cambiar la percepción de la realidad y forzar al observador a hacerse hipersensitivo a su entorno. Magritte dotó al Surrealismo de una carga conceptual basada en el juego de imágenes ambiguas.
El tema de esta obra es el amor protagonizado por dos personas. Sus rostros están ocultos tras dos velos húmedos. Sabemos que son un hombre y una mujer por sus vestimentas y suponemos que son pareja porque se están besando.
Magritte logra llamar la atención del público por las telas húmedas cubriendo los rostros de los protagonistas y por los colores duros del lienzo. Hay un predominio del granate, azul y negro, destacando el blanco por encima de todos para subrayar el efecto mojado de las telas que los cubren.
Hay quien dice que la obra está inspirada en la muerte de la madre de Magritte, que se suicidó tirándose a un río cuando él era un adolescente. Parece ser que cuando la sacaron del agua, tenía el camisón enredado en la cabeza, tapándole el rostro, una imagen que supuestamente impactó al chico.
Magritte siempre negó que el cuadro estuviese basado en este hecho, y la verdad es que el mensaje que transmite la obra no tiene mucho que ver con ese trágico episodio.
ANÁLISIS FORMAL

La relativa sencillez de la composición se aprecia hasta en la ubicación de la pareja dentro de un espacio tridimensional logrado por tres simples líneas que aportan la profundidad, la altura y la anchura, como en un sistema de coordenadas.
La elección de los colores no es para nada casual, los colores cálidos producen sensación de cercanía y los fríos de lejanía, por eso la pared más cercana es roja y la del fondo es azul.
El hecho de que el color azul no sea uniforme y que la cornisa no continúe en la pared más lejana, podría indicar que en realidad no están dentro de una habitación, sino en un pórtico con el cielo de fondo.
La elección del color blanco para los paños tampoco es aleatoria, ya que logra resaltar y llamar inmediatamente la atención del espectador sobre el beso de los amantes.
A pesar de tener sus rostros tapados, los paños parecen húmedos, se pegan a la piel y nos permiten distinguir los rasgos principales, la nariz, el contorno de los ojos, la barbilla y por supuesto, la boca.
Su primer contacto con la pintura lo tuvo a los once años, cuando comenzó sus clases de dibujo.

Sus primeras obras siguen una línea impresionista y su trabajo pasó por influencias del cubismo, orfismo, futurismo y purismo, sin olvidarnos del llamado realismo mágico, antes de acabar en el surrealismo. Con su pincel intenta plasmar una realidad diferente, algo que sorprenda al espectador.
Hay dos versiones de los amantes. En ambas los personajes aparecen con los rostros cubiertos con paños húmedos que nos impide adivinar quién está bajo las telas. En la otra versión los amantes aparecen uno junto a otro, pero en este caso sin besarse y en un paisaje natural.