COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE LOS LICTORES DEVUELVEN A BRUTO LOS CADÁVERES DE SUS HIJOS
CONTEXTO HISTÓRICO
Jacques Louis David (1748 – 1825) fue un artista francés, de estilo neoclasicista, muy comprometido con la política de su tiempo, que participó activamente en la Revolución Francesa de 1789, perteneciendo al bando jacobino (republicano).
Además del influjo político, la obra de David se vio afectada por la influencia romana recibida entre 1775 y 1781 en la Academia francesa de Roma, donde el contacto directo con la antigüedad clásica, creó en él una suerte de pasión por el mundo antiguo, sus valores, política, estilo de vida, etc.
Gracias a este período italiano, el pintor plasmó todo lo aprendido en la Academia en sus obras posteriores, dando lugar a una serie de cuadros históricos basados principalmente en la antigüedad romana. Testimonio de ello son, por ejemplo, El juramento de los horacios, La muerte de Sócrates, La intervención de las Sabinas, Los líctores devuelven a Bruto los cadáveres de sus hijos…
Así, David consiguió ser un artista al servicio del poder, propagandístico de sus ideales, sin renunciar al clasicismo de la Roma Antigua, plasmando en sus obras a célebres ciudadanos romanos, y cuidando al máximo la arquitectura clásica, lo que más tarde le convertiría en una suerte de dictador del gusto en la época neoclásica.
ANÁLISIS FORMAL

Hay que decir que, Los lictores devuelven a Bruto los cadáveres de sus hijos se engloba dentro de una serie de grandes cuadros históricos que David realizó, en la que se exalta el heroísmo de antiguos personajes del mundo grecorromano.
A la izquierda de la composición, aparece Bruto, primer cónsul de Roma, sentado en el atrio de su casa, con actitud triste pero firme, mientras los lictores (funcionarios al servicio de la República, cuyas competencias bien podríamos comparar hoy con las de la policía local), entran al atrio con los cadáveres de sus hijos, cuya muerte había ordenado el propio Bruto por traición a la Patria, pues querían derrocar la República y restaurar la monarquía en Roma.
Ya en la zona derecha y más iluminada de la composición encontramos tres mujeres horrorizadas por la escena. Aquí la mujer de Bruto sostiene a sus hijas, creando una tensión y dramatismo que se acentúa con el contraste de luces que recae sobre ellas. En el extremo derecho del lienzo, casi pasa desapercibida la nodriza, que esconde su rostro, añadiendo así un toque extra de emoción al drama familiar que se representa.
Como he comentado previamente, la influencia clásica no solo se encuentra en la temática de la obra, sino también en los ropajes y sandalias de los personajes, el mobiliario a la romana en el que está sentado Bruto, conocido como klismós, y la arquitectura representada, ya que David representa fielmente las columnas dórico toscanas del patio.
Formalmente hablando, Los lictores devuelven a Bruto los cadáveres de sus hijos obra tiene muy poca profundidad, debido a las telas sujetas a las columnas del patio. Además, las posiciones simples y la organización general de la composición están basadas en líneas horizontales y verticales, que hacen que el espectador se centre en la escena dramática que se está representando y que tanta carga representativa tiene.
No obstante, David, contrarresta esta simpleza de líneas y colores planos con el juego de luces y sombras, donde la iluminación escenográfica es la clave del dramatismo de la escena.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO
Como he mencionado anteriormente, Bruto es quien da la orden de asesinar a sus hijos por traición a la Patria, esto no es si no la máxima expresión del amor patrio representado en la figura de Bruto, un patriotismo estoico, donde está presente el sacrificio y el sentido del deber público llevado a sus últimas consecuencias.
Así, Bruto simboliza el amor a la Patria, que no duda en sacrificar a sus propios hijos por haber traicionado a Roma. Cabe destacar el cuidado arqueológico al que David presta cada vez más atención, ejemplo de ello es la cabeza de Bruto, pues no es un rostro que David eligiera al azar, sino que se trata de un busto de Bruto realizado en bronce, entre los siglos IV y III a.C., ubicado en el Museo Capitolino de Roma.
En esta obra, el artista refleja una clara dualidad de caracteres, la dureza y firmeza masculina frente al dolor femenino, representando a Bruto sentado, con los pies cruzados, en actitud pasiva y dando la espalda a los cadáveres de sus hijos.
Mientras que las mujeres se encuentran de pie, la madre y una de las hijas mirando directamente los cuerpos sin vida de sus hijos y hermanos, con una actitud que dista mucho de la pasividad de Bruto, y se acerca más al dolor desgarrador de perder un ser querido.
CURIOSIDADES
Era de esperar que esta pintura tuviese un gran impacto en la época, y no dejase indiferente a nadie. En 1789, el Salón de París consentía exponer las obras siempre que pasaran un filtro de aceptabilidad política, y como David era jacobino declarado, el Salón no quiso tomar partido, y rechazaron exponer esta obra. No obstante, la insistencia del público finalmente hizo que el comité del Salón de París se viera forzado a exponer su obra.
Además, el actor francés François Joseph Talma, contemporáneo a Jacques Louis David, incorporó a la obra teatral de Bruto, una escena que imitaba visualmente este cuadro, reflejando el juego de luces, los colores planos y la simplicidad de las líneas horizontales y verticales marcadas por los personajes y el decorado.