COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE LOS PRIMEROS FRÍOS
ANÁLISIS FORMAL
Miquel Blay realiza un conjunto constituido por la figura principal de un anciano con barba, acompañado de una niña, los dos se encuentran totalmente desnudos y sentados en un banco en la versión definitiva, pero hay que mencionar que en la versión inicial iban vestidos.
El anciano muestra una composición casi simétrica con una ligera inclinación de la cabeza, acentuado por líneas rectas y ángulos. La niña sin embargo muestra una disposición destacada por la línea curva, la cual permite representar la conducta de movimiento hacia el personaje central, que se mantiene fijo con los dos pies en el suelo.
En el procedimiento, emplea un grado alto de realismo acompañado de una minuciosidad extrema. Eso se aprecia en la anatomía del anciano, sobretodo en la textura de la piel y la delicadeza y los pliegues de la carne.
También hace falta recalcar el naturalismo excepcional con que el artista consigue reproducir la sensación de frío en las facciones del rostro del anciano, cincelando con todo detalle la contracción muscular en el ademán facial y también en el cuello, en el intento de sobreponerse de la desventura.
Asimismo son muy expresivas las manos, entrecruzadas, como si quisiera insinuar que no hay otra esperanza.
Todo ese esfuerzo, sin embargo, se contrapone con la ternura en el caso de la niña, la cual contiene un rostro proyectado por el artista a partir del sfumatto o non finito, esta es la técnica con la que se logra destacar las formas sedosas de su anatomía.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO

En estas figuras se disipa la consideración de escultura anecdótica por revelar una metáfora de la debilidad del ser humano en estas dos etapas decisivas de su existencia como son la niñez y la ancianidad. El artista catalán buscaba el objetivo de incitar al público a meditar sobre los obstáculos y la dureza de la vida, y por eso se vale de la magnífica expresividad de los personajes.
El anciano muestra una musculatura fuerte, esto indica la energía y el trabajo de los años de juventud; aunque la mirada triste y sumisa que posee, la cual parece que haya aceptado la vulnerabilidad de la vejez. La niña, sin embargo, frágil y cariñosa, presenta una conducta de desamparo y miedo, por eso echa la cabeza hacia el hombro del anciano.
La desnudez de las dos representaciones coopera a dar una importante fiabilidad a este mensaje lleno de simbolismo, a la vez que este aspecto hace que el artista pueda destacar la actitud de desvalimiento.
Miquel Blay con todos estos componentes alcanza a cambiar una escena de afecto y cariño emotiva en una representación embellecida del padecimiento humano.
CURIOSIDADES
Fue premiada con la Primera Medalla en la exposición Nacional de Madrid, esta representación realiza el contraste entre el realismo, el simbolismo y el idealismo que significa la transición del academicismo hacia una modernidad escultórica que se encuentra totalmente formada en la obra de José Llimona y Enrique Clarasó.
También hay que decir que se ve una clara influencia de Rodin en esta obra por el tratamiento del mármol, sobre todo por resaltar la musculatura y usar la técnica del non finito en los dos personajes.
BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
-TRIADÓ TUR, J.R; PENDÁS GARCÍA, M.; TRIADÓ SUBIRANA, X.: Història de l’art. Barcelona, 2011.
-MUSEO NACIONAL DE ARTE DE CATALUÑA:
https://www.museunacional.cat/ca/search/content/els%20primers%20freds