COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE LA MAGDALENA PENITENTE
CONTEXTO HISTÓRICO
Esta obra escultórica se debe a la gubia de Donatello, uno de los grandes revolucionarios de las artes del momento junto a Masaccio y Brunelleschi. Estos tres artistas del cuatrocientos van a configurar un nuevo lenguaje artístico gracias al conocimiento de la Antigüedad y al estudio de los modelos tomados directamente del natural, lo que va a permitir en el caso de Donatello estas obras tan espontáneas y naturales.
Donatello nace en Florencia en 1386, ahí aprendería a trabajar la escultura en el estudio de Ghiberti, uno de los escultores de primer nivel del momento, tal y como queda evidenciado en su triunfo en el concurso para labrar las puertas del baptisterio de Florencia en 1401.
Es en 1423 cuando Donatello visita Roma, lo que le permite conocer de primera mano las propuestas artísticas de la Antigüedad. En 1443 traslada su taller a Padua, permitiendo así la difusión del Renacimiento hacia el norte de Italia.
Desde 1453 hasta su muerte en 1466 residió de nuevo en su ciudad natal, Florencia. Es en esta última etapa en la que se encuadra la obra planteada, su Magdalena Penitente, la cual nos refleja que Donatello además de trabajar excelentemente el mármol y el bronce, se desenvolvió sin dificultades en la estatuaria lignaria.
Cuando llega de nuevo a Florencia en esta última etapa, el ambiente artístico había cambiado, la importancia del humanismo no es la misma, y vemos que las inquietudes en Donatello también son diferentes. Así la morfología de la Magdalena se aleja de esa elegancia y delicadeza del Quattrocento.
Lejos quedan esas obras tan clásicas como su Condotiero Gattamelata, su David o el San Jorge de la iglesia de Orsanmichele de Florencia, una obra de juventud en la que ya rompía completamente con el pasado debido a esa una nueva y vigorosa observación del natural, tal y como lo estaba haciendo paralelamente Masaccio en la disciplina pictórica.
ANÁLISIS FORMAL

Como vemos en imagen, el estilo tan maduro que fue alcanzando Donatello queda reflejado en las superficies, las cuales son menos acabadas, con unas características texturas tratadas con una mayor tosquedad, concibiendo así la escultura como si de un modelo de arcilla improvisado se tratase; sin embargo, la estatuaria clásica que tanto estudió no dejaba de tener su influjo, así queda evidenciado en la gravedad plástica de la obra.
Este tratamiento de las texturas ya lo veíamos en su Judith y Holofernes o en el San Juan Bautista que realizó a finales de los años treinta y también lo volveremos a ver en el que realizó a finales de esta década de 1450.
Con esta técnica consigue en la Magdalena negar la belleza como forma de mostrar la angustia existencial, logrando un nuevo componente en la cultura figurativa florentina: el elemento popular frente a la divinidad, que Donatello logra al apoyarse también en recursos como la multiplicidad de puntos de vista o la nueva relación visual con el espectador a partir de la mirada, vigor o la vivacidad de la obra.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO
En cuanto a la iconografía, la Magdalena no porta los típicos instrumentos de la penitencia como la calavera y la cruz, tal y como vemos en representaciones como la de Pedro de Mena, ya que Donatello nos muestra a esta como una mujer asceta, de acuerdo con el ideario de las órdenes mendicantes del momento: franciscanos y dominicos.
Nos lleva por tanto a las representaciones en las que se propone una iconografía de penitencia y ascetismo de los santos ermitaños del desierto tal y como podemos ver en obras contemporáneas como la Magdalena Penitente del Museum of Fine Art de Philadelphia obra de Quentin Metsys.
Sí mantiene la característica larguísima cabellera la cual es probablemente el elemento más identificativo de la Magdalena en esta representación renacentista.
Esta melena viene a subrayar su condición eremita sin olvidar que se asocia también a la prostitución debido a la dimensión sexual que adquiere desde la óptica del fetichismo masculino, una atracción que podemos incluso relacionar con el desplazamiento subconsciente del pelo púbico a la cabeza.
CONCLUSIONES
En conclusión, gracias a su formación bajo los preceptos de los grandes escultores del momento, el sistemático estudio de los restos monumentales de Roma que le ayudará a conseguir el renacimiento en el arte y su habilidad para interpretar estos modelos de una manera tan personal, Donatello fue capaz de crear obras incardinadas en el pensamiento florentino del momento y posteriormente, tal y como nos refleja esta Magdalena, consiguió llevar hasta sus últimas consecuencias su principal preocupación: la expresividad, con ese modelado tan personal con el que logra alejarse así de la línea intelectual e idealizante de sus contemporáneos para acercarse a obras posteriores como las de Rodin o el expresionismo. Es sin lugar a dudas una obra atemporal, producto de una gran madurez.
Esta indagación en la mostración de la expresividad vemos que continuará posteriormente en Italia con artistas como Niccolò dell’Arca y Guido Mazzoni. Una nueva forma de entender la expresión del sentimiento que tan bien aprendió Pietro Torrigiano es su estancia en Bolonia
donde pudo visualizar los grupos escultóricos de estos artistas, reflejándose en sus obras españolas como podemos ver en el San Jerónimo Penitente del Museo de Bellas Artes de Sevilla.
CURIOSIDADES
Como curiosidad, debemos apuntar que esta superación del pasado escultórico medieval no solo se daba en Italia sino también en otros ámbitos espaciales. Es el caso de Claus Sluter, quien creó un arte más lleno de vida y más realista que el de las delicadas obras de sus predecesores siguiendo así la estela de los novedosos artistas plásticos del norte como Jan Van Eyck.
BIBLIOGRAFÍA
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