Monasterio de San Jerónimo de Yuste

Ficha técnica

Título: Monasterio de San Jerónimo de Yuste
Autor: patrocinio real de Castilla (siglo XV)
Cronología: 1408-1414
Estilo: Gótico tardío y renacentista (plateresco)
Materiales: Piedra, madera
Ubicación: Cuacos de Yuste (Cáceres, España)
Dimensiones: *
Escrito por: Priscila Cánovas Morales

COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DEL MONASTERIO DE SAN JERÓNIMO DE YUSTE

CONTEXTO HISTÓRICO

La vida monástica se extendió por Europa a partir del año mil, cuando un “manto blanco de iglesias” vistió la cristiandad occidental, tal y como afirmó el monje Rodolfus Glaber (985-1047).

Se iniciaban así los siglos del arte románico, inaugurados por la Abadía de Cluny (Francia), pero el ascetismo de las órdenes religiosas se extendió durante los siglos del gótico (XII-XV) y el renacimiento (XVI).

Es en este último contexto cuando se instaura en Castilla la orden de San Jerónimo, hallando un especial soporte en el espíritu de la unificación religiosa que desempeñaron los Reyes Católicos y, de un modo específico en Castilla, la reina Isabel (1451-1504).




Tras la fundación de la citada orden jerónima en 1373, el monasterio de Yuste inició su construcción en 1405, auspiciado por el patronazgo del Infante Don Fernando I de Antequera (1379-1416), quien fuera regente de Castilla y rey de Aragón, hermano de Enrique III.

Ciertamente, el monasterio es un complejo que cuenta, además, con la iglesia gótica y la casa-palacio del emperador Carlos V, quien construyó a posteriori su última morada junto al retiro de los jerónimos.

ANÁLISIS FORMAL

El monasterio es un edificio pensado para la residencia y la autosuficiencia, por lo que dispone de estancias de habitación espacios comunes y salas domésticas. Además, no está concebido de forma aislada, sino que se integra en un conjunto arquitectónico que contiene también la iglesia, jardines y residencias.

En cuanto a los espacios comunes, el más destacado es el claustro, un patio de planta cuadrangular o rectangular en torno al que se sitúan las celdas de los monjes, así como el acceso a todas las dependencias, y que queda determinado por una galería que se abre a través de unas arquerías.

En el caso jerónimo, se puede distinguir el claustro viejo, de estilo gótico tardío y situado junto a la iglesia, y el claustro nuevo, de estilo renacentista o plateresco.

Monasterio de San Jerónimo de Yuste

El claustro viejo tiene una estructura de planta rectangular y consta de dos pisos sustentados por una arquería de arcos carpaneles. Estos arcos convergen en columnas de fuste liso, sin capitel y sin ningún elemento decorativo más que el efecto visual de los sillares superpuestos.

Esto es una muestra de la austeridad de la arquitectura, cuya funcionalidad se sitúa por encima de lo estético. La galería anexa al claustro cuenta con una cubierta de madera, calada por casetones.

Las bóvedas de crucería nervadas pueden observase en la iglesia anexa, que cuenta con cubiertas de hasta doce nervios emanados de una misma clave.

Claustro gótico y galería con cubierta de casetones en madera.

El claustro nuevo, por su parte, es de planta cuadrada y también tiene dos pisos, siendo el piso inferior propiamente renacentista, con arcos de medio punto y columnas de capiteles corintios.

Sin embargo, el piso superior presenta arcos carpaneles con columnas de capitel jónico, dando cuenta, de este modo, del conocido estilo plateresco o isabelino, una tendencia particular hispana que sintetiza el arte gótico y los motivos renacentistas de importación italiana.

Monasterio de San Jerónimo de Yuste
Arcada de medio punto y columnas de capiteles corintios.

ANÁLISIS ICONOGRÁFICO

La altitud de Cuacos de Yuste, situado a más de quinientos metros en la Meseta, da cuenta de su concepción como fortaleza de retiro, lo cual encaja con la religiosidad de los Jerónimos y, también, con la austeridad de Carlos V, quien estuvo guiado en su vida personal y política por el principio de la Universitas Christiana.

La confluencia de su imperio se situaba bajo el dogma del Dios católico, por lo que el emperador debió entender que, en Yuste, por su tradición religiosa y por su ubicación, iba a hallar el descanso eterno. A todo ello contribuye, materialmente, el uso de la piedra, cuya densidad en los muros aporta la firmeza que requiere el concepto.

CURIOSIDADES

Pese a que, en la actualidad, el monarca está enterrado en el monasterio de El Escorial (Madrid), los viandantes pueden disfrutar de La ruta del emperador, un atractivo turístico que conmemora, año tras año, el itinerario que Carlos I de España realizó hasta llegar a su destino final.

Como broche pictórico para este epílogo vital, una copia de La gloria de Tiziano (cuyo original se ubica en el Museo del Prado) preside el altar mayor de la iglesia del monasterio.

Además, unos metros más abajo del edificio hallamos un cementerio militar de soldados alemanes caídos en las dos guerras mundiales (Deutscher soldatenfriedhof, 1914-1945), cuyos restos descansan a los pies de la gloria de quien fuera, también, su emperador.

BIBLIOGRAFÍA

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