COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DEL MONASTERIO DE SAN LORENZO DE EL ESCORIAL
CONTEXTO HISTÓRICO
Los historiadores de esta etapa de la arquitectura española han llegado a la conclusión de que el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial es el edificio más interesante e importante.
Es un edificio que como pocos puede simbolizar la imagen de un monarca y un reino; es una imagen emblemática que se adapta a la manera de concebir del estado de Felipe II.
El edificio se proyecta en torno al año 1561 por Juan Bautista de Toledo, primeramente, se explora el espacio geográfico donde se pueda llevar a cabo; debe de incluir elementos favorables como la presencia de un material abundante que facilitará el enorme costo que suponía, finalmente se decanta por el emplazamiento tanto por el espacio y el entorno como las canteras que le permite hacer la obra.
Lo primero que se llevará a cabo es la conjunción de la traza, se señala en el terreno los espacios a llevar a cabo; y de forma inmediata empezar a abrir los cimientos a partir de abril o mayo del año 1563.
A pesar de que estará pocos años al mando de la obra, su traza se conservará, aunque se modificará; lo concibe con un gran espacio rectangular con cuatro grandes crujías perimetrales y un espacio interior con diversos patios y naves que crean una retícula y una capilla, la idea del vaticano está presente.
Hay otros espacios que también están en esta idea inicial, por ejemplo, el modelo utilizado por los Reyes Católicos en los hospitales reales como la intersección de naves y otros paganos como los palacios para la organización del mismo.
La concepción fue creada por jesuitas, se buscaba entre fuentes antiguas como era el modelo del templo de Salomón; se plasmará la idea del templo de Jerusalén.
Las trazas son puras geometrías conseguidas de forma excepcional, no puede tener ninguna concepción con el ornato ya que es una obra monumental que se ha de llevar a cabo en un tiempo récord (la vida de un monarca) hasta el punto que si se quisiera hacer ahora sería imposible.
Prácticamente, lo que lleva a cabo es una fachada y la planta baja; todavía en vida del arquitecto, Felipe II empieza a plantearse la posibilidad de la creación del proyecto por lo que pide diferentes opiniones de maestros arquitectos, estos arquitectos se maravillan por la traza, pero imponen unas limitaciones como suprimir las torres ya que aumenta el coste de los cimientos; se simplificará el modelo a 4 torres.
Felipe II cada vez daba más idea, también quería que el edificio se convirtiera en un espacio funerario de la monarquía desechando la idea de sus antepasados que querían que el mausoleo real estuviese en Granada.
El edificio posee un monasterio muy poblado, sin embargo, el arquitecto se mantendrá en lo básico y esencial, fallece en el año 1567 y solo se había realizado parte de la fachada del lado sur donde podemos ver la idea de elevar el edificio como una gran plataforma y la planta baja del patio.
Juan Bautista de Toledo había utilizado en sus obras a toda una serie de aparejadores o jóvenes maestros que se habían acercado a él, de este movimiento va a haber uno que finalmente se hará con el ansiado cargo de arquitecto filipense Juan de Herrera por sus buenas relaciones con el rey.
Tendrá reconocimientos más allá de lo constructivo, ya que también es matemático y escritor; funda la academia de matemáticas donde trabajará e impartirán clases el ingeniero Cristo Verdirrojas; además tendrá conocimientos filosóficos.
Sigue las recomendaciones de Hontañón y elimina toda la zona que estaba trazada por Juan Bautista de Toledo salvo las cuatro de los ángulos atribuyéndole un carácter horizontal destacando frente la verticalidad que se podía observar en la traza inicial.
El edificio es un inmueble multiusos porque Felipe II quería un gran monasterio o una potentísima basílica, un espacio funerario, cripta real, palacio, lugar de retiro y un centro de estudio o biblioteca donde se estudian todos los libros de Europa; por supuesto quería verlo en vida, por lo que Juan de Herrera utiliza las estructuras realizadas por el mismo rey cuando era joven.
Todo esto se magnifica y los tramos tendrán la función que establecía la obra mencionada anteriormente.
Para adelantar y barajar costes, tramó una serie de protocolos y reglamentos casi como una fábrica donde hay turnos de trabajos y sustentación; el sistema utilizado para el transporte de piedras eran las carretas, había un aparejador que se dedicaba a tallar y labrar la piedra en la cantera para que se pudiera transportar mayor cantidad de piedra; esto estaba recogido en el tratado de Vitruvio, pero incluirá mejoras.
La idea de este templo estaba concebido para conmemorar a la batalla de San Quintín frente a Francia, al ser el nuevo templo de Salomón tiene que estar en una ciudad sagrada; Madrid será la nueva ciudad ordenada y matemáticamente perfecta.
En primer lugar será un templo votivo por lo que adquiere la planta de parrilla y un espacio funerario lo que implica la necesidad de una cripta real con vistas al futuro lo que significa la desecha de la Capilla Real de Granada, será también un lugar de perfecta oración; Carlos V y los Reyes Católicos fueron los principales defensores de la orden jerónima, por eso el monasterio se concibe como un espacio para poder meditar en su retirada.
También será un templo de culto a los santos y a las reliquias, allí se guardaran las reliquias y se venerarán realmente es un sagrario. En el palacio Felipe II permanecerá una parte del año, aunque finalmente permanecerá los últimos años de su vida para preparar sus pasos al más allá. Sobre todo, el concepto del edificio será simbólico gracias a las imágenes; es un nuevo templo de saber.
ANÁLISIS FORMAL
El concepto del templo de Salomón lo ha definido muy bien Santiago Sebastián y Rene Taylor, hay una serie de números que se utilizan a la hora de construir el monasterio como un crisol para reconducir la vida hacia el Señor y la piedra filosofal o el elixir de la vida.
El escorial contará con una excelente biblioteca donde encontramos todo tipo de libros, no solamente religioso; Felipe II es un rey sabio y prudente que controla el estado.
El concepto de Templo de Salomón jugó un papel muy importante en un libro escrito por un jesuita, lo que provocó que Felipe II tuviera que exiliarse a Roma durante unos años.
La idea de Felipe II es ver y conseguir el templo de Salomón, era un edificio donde los reyes judíos podían hablar directamente con Dios; Juan Bautista de Villalpando escribe unos volúmenes donde intenta señalar como era aquel edificio a partir de grabados.
La propia basílica en la fachada nos muestra algo que llama nuestra atención y es que en el cuerpo superior nos encontramos esculturas de los reyes de Judá debido a la intención de Felipe II de vincularse con ellos; aparece David / Salomón/ Ezequías / Josafat / Osias / Manasés.
En la planta podemos ver un gran rectángulo de 207 por 161 metros, la obra de Juan de Herrera cambió las torres por cuerpos angulares. Encontramos la presencia del gusto por el gótico.
Realmente, es un laberinto de espacios o, mejor dicho, una ciudad por los edificios auxiliares que se encuentran en los alrededores. La segunda planta más o menos se concibe igual, aunque hay algunas modificaciones.
Hay varios grabados que muestran el proceso de realización del edificio y el edificio finalizado. Juan Bautista de Toledo solo lleva a cabo la fachada sur, más conocida como la fachada del Jardín de los Frailes es una trama horizontal consecución de ventanas rectangulares separadas por impostas planas y el cuerpo bajo del Patio de los Evangelistas con una plantación clásica, lo más moderno de la Roma del momento de Miguel Ángel y Bramante se puede comparar con el palacio Farnese; será el referente para el patio del Archivo de Indias de Sevilla, reproduce el templete de San Pietro in Montorio; incorpora a los evangelistas y a los cuatro elementos de la naturaleza de carácter simbólico.
Juan de Herrera incorpora el palacio que le hace falta a Felipe II, realmente es una residencia que él quiere incorporar a la basílica, además es muy simbólica ya que se encuentra detrás del rectángulo como si fuera un saliente; posee una cámara o dormitorio, la recamara siendo una zona más íntima, la recamara; lo más interesante que en la cámara hay una puerta que permite acceder al monarca a la capilla mayor.
El Monasterio de San Lorenzo de El Escorial en conjunto nos permite ver la austeridad, la sobriedad y la organización simétrica de los vanos.
El edificio de San Juan Bautista de Toledo tenía muchas torres, pero Juan de Herrera solo incluye cuatro y magnifica la fachada principal sumando más altura al bloque central y diseñando una fachada extremadamente sobria, el cuerpo se sobrepone al diseño; nos recuerdan a las iglesias romanas como Il Gesú.
En la fachada encontramos el orden jónico con volutas rarísimas que nos recuerdan muchísimo a Vignola y medias columnas.
Una vez que cruzamos la crujía perimetral accedemos al patio principal que es el que nos va a llevar a la parte más publica, la iglesia; las crujías que rodean el patio no nos llama para nada la atención, si nos llama la atención la imposta volada; lo más importante del patio es poner nuestra atención en la basílica elevándola, aumenta la potencia de los vanos abriéndose los dos inferiores como potentísimos arcos y juega con el retranqueo.
Se creará un efecto teatral gracias al juego de luces y sombras. Las torres están demasiado alejadas por lo que no se ven bien desde el patio. Dentro del carácter casi mágico que tiene la obra, es muy interesante la cronología, se inicia en 1573-83 con el cimborrio.
La planta sigue el planteamiento de San Pedro de Roma, es una planta de cruz griega que finalmente acaba en un rectángulo con una capilla mayor y un presbiterio y espacios colaterales para montar estatuas volantes; es una recreación del templo de Salomón por la articulación que los Jesuitas le costean.
En el interior de la iglesia, podemos ver la potencia tremenda de los cuatro pilares que alcanzan gracias a la enorme cúpula que se eleva sobre un tambor y una linterna con la que se consigue la altura; posee pilastras focales, la cabecera es más profunda y se eleva sobre unas gradas que permiten la disposición de una cripta funeraria a sus pies y la profundidad que permite incluir arcos sólidos donde se representan figuras destinadas a la adoración del santísimo.
Dentro de los discípulos de San Juan Bautista de Toledo estaban Juan de Valencia, Jerónimo Gil y Juan de Herrera; como ya hemos visto el último fue quien se hizo con la continuación de la obra del escorial.
Juan de Herrera no tendrá autoridad por lo que tendrá que discutir todos los asuntos con Felipe II; finalmente intervendrá sobre los otros dos discípulos, aunque en un principio no había ningún arquitecto por encima de ninguno.
Por último, el monarca será quien le encargue diseños por su gran capacidad para el dibujo; posteriormente irá ascendiendo gracias a los cargos y a que conoce todos los secretos de palacio.
BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
WILKINSON-SERNER, Catherine: Juan de Herrera. Arquitecto de Felipe II. Madrid: Akal, 1996.-
CHECA, Fernando: “El Monasterio de El Escorial y los palacios de Felipe II”.-
BUSTAMANTE, Agustín y MARÍAS, Fernando: “La sombra de la cúpula de El Escorial”.-
SEBASTIÁN LÓPEZ, Santiago: “La versión iconográfica del Paraíso en el patio de los Evangelistas”.