COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE MUJER CON MANDOLINA
ANÁLISIS FORMAL
La creación artística de Georges Braque (1882-1963) tiene su inicio en El Havre, una localidad situada al noroeste de Francia, desde donde comienza sus estudios clásicos en la Escuela de Bellas Artes.
Su formación pasa por diferentes facetas que coinciden con lo que hoy se ha denominado Arte de las Vanguardias; un arte que tiene como objetivo romper con todas aquellas tradiciones y valores clásicos y academicistas.
Braque, a lo largo de su trayectoria artística, empezó a experimentar con esas rupturas artísticas y conoció de primera mano la obra de pintores fauvistas, como Matisse o Derain.
Asimismo, se acercó a las obras de grandes referentes artísticos como Pablo Picasso y Apollinaire. Estudió minuciosamente la obra de Cézanne y el impresionismo, junto con la escultura primitiva, pues siempre se mantuvo interesado en el arte griego arcaico y el mundo egipcio.
Hacia 1907 observó, por primera vez, Las Señoritas de Aviñón de Picasso y es a partir de este momento cuando Braque se inició con una nueva búsqueda de valores que le permitieran crear y desarrollar diferentes enfoques en sus obras dentro de un marco artístico conocido como cubismo.
Dentro de esa búsqueda podemos ver unas primeras obras que se centraron en la fijación y estructuración de los elementos formales dentro del cuadro.
La intención era hacer desaparecer esa tercera dimensión, descomponiendo los objetos y figuras en distintos puntos de vista.
Posteriormente, cuando entabla una relación con Picasso, sus obras presentarán un estilo de pintura en la que los planos sustituyen a los volúmenes y en donde se evidencia una reducción de la gama cromática, basada en colores austeros y sobrios, y es en este momento cuando Braque entró en el llamado cubismo analítico.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO
Mujer con mandolina es el resultado de ese primer periodo cubista de Braque conocido como cubismo analítico.
La figura de la dama se disuelve en distintas facetas que se unen dentro de un marco compositivo y formal. Esta disolución es intencionada puesto que lo que más le interesa al artista es que determinadas formas se confundan con el fondo de la obra, y, por eso, apenas se distingue esta figura -y objeto a la vez- femenina, que con sus manos está sosteniendo la mandolina.
Braque había aprendido del pintor, Camille Corot, que al introducir un instrumento musical se dotaba al personaje representado de una quietud propia de un objeto.
Por ello, la carencia de movimiento en estas obras se convirtieron en el centro de las críticas por parte de los futuristas que buscaban otro tipo de valores más dinámicos dentro sus pinturas o esculturas.
Esta composición está analizada bajo una formulación arquitectónica ordenada, compuesta por líneas verticales y horizontales; una especie de naturaleza muerta en la que apenas podemos hacernos una idea de lo que podría ser una cabeza.
El nivel de abstracción es importante en esta obra y es interesante cómo el artista busca la implicación del espectador ya que, de alguna manera, hay una intención de inducir a recomponer ciertos detalles de la figura representada, como la nariz; mientras que los brazos, la mano y los dedos del personaje se identifican fácilmente.
Otra de las claves está en esa reducción de la paleta cromática, que se limita a brindarnos unos colores ocres, grises y marrones que se integran de manera automática en el plano del fondo, evitando que nuestra mirada logre identificar la totalidad de la figura humana.
Una vez más, se aprecia esa descomposición de la realidad que quiere romper con esas reglas academicistas del pasado renacentista, abriendo un nuevo camino que le permite indagar en otras perspectivas y creaciones.
La de obra de Braque es considerada como la primera obra cubista con forma ovalada, pues su formato es rectangular y oval. A su vez, Picasso, pintará dos obras similares a esta, manteniendo esos formatos ovales y rectangulares, como Muchacha con mandolina.
Finalmente, es importante destacar que buena parte de las obras de Braque y Picasso serán puntos de referencia para otros pintores considerados cubistas, como Juan Gris, Fernand Léger, Robert y Sonia Delaunay, Metzinger o Duchamp.