COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE NEW YOKR MOVIE (1939)
ANÁLISIS DE LA OBRA
Desde el nacimiento del tenebrismo en el siglo XVI, la luz y la sombra adquirieron un rol protagónico en la pintura. Este recurso ayuda a acentuar las figuras, aumentar la teatralidad y el dramatismo. En las obras de Edward Hopper, considerado por muchos como el pintor realista más importante de los Estados Unidos, esto juega un papel importante, fomentando la producción mayor tensión y sentimiento de soledad, que son dos factores que lo caracterizan.
La obra “New York Movie” nos transporta a un cine de la primera mitad del siglo XX. Los cines en las décadas entre el 20 y el 40 se caracterizaban por tener una atmósfera que te permitía transportarte casi a un mundo paralelo, alejado de la realidad, para así permitirle al espectador ensimismarse en lo que estaba viendo.
Asistir al cine era un evento elegante, para el que la gente se vestía con sus mejores atuendos, estando usualmente reservado para la élite. Además, eran ambientes que solían estar llenos de gente debido a su gran popularidad en la época. Sin embargo, en esta obra el cine se encuentra más bien vacío.
La protagonista del cuadro es una mujer encargada de llevar a la gente a sus asientos, vistiendo su uniforme y portando una linterna, que la ayudaba en su labor. Mediante el uso de efectos lumínicos se separa a la mujer de los espectadores, pues se encuentra de pie bajo una lámpara, iluminándola, mientras que la zona de los asientos se halla ensombrecida.
Esto se acentúa gracias a la pared que separa el espacio del pasillo y del cine como tal, permitiendo así que la diferencia de iluminación se vea más orgánica y realista. Esta luz que inunda la zona del cine es de un color similar al damasco, que es quizás menos común o natural que la luz cálida que ilumina a la mujer, dando entender así que ella se encuentra aún en el “mundo real”, mientras que los espectadores están en el espacio ficticio que se genera al momento de ver una película.
Un patrón en la obra de Hopper es el retrato de lugares que usualmente están llenos de vida, gente y ruido, pero en completo silencio, vacío y con una atmósfera más bien solitaria, a pesar de que hayan varias personas en el mismo lugar. Su obra más conocida, y uno de los mejores ejemplos para esto, es “Nighthawks”, que reside en el Art Institute of Chicago.
En “New York Movie” esto no solo aplica para el cine en sí que, como se ha mencionado antes, está más vacío de lo usual, identificándose solo a dos personas que no parecen haber asistido juntos, sino también al retratar a la mujer, que está por su cuenta, en silencio y mirando hacia el suelo. Seguramente ha visto la película proyectada múltiples veces, por lo que ya no le llama la atención. Pero más que aburrimiento, la sensación que da tanto la posición como las expresiones faciales de la mujer es de reflexión
Algo curioso de este cuadro es que, si bien se puede reconocer que la película proyectada en él es en blanco y negro (y dado a las características, pues se puede reconocer la cima de una montaña nevada, se le asocia a la película “Lost Horizon” de Frank Capra, estrenada en 1937), fue pintada el mismo año que se estrenaron algunas de las primeras y más importantes películas tecnicolor, como “Lo que el viento se llevó” y “El mago de Oz”.
También, al igual que en gran parte de sus cuadros, Hopper basó a la mujer físicamente en su esposa, Josephine Hopper. En este caso, Josephine se encontraba de pie bajo una lámpara en su casa y Hopper decidió emular esta situación en la obra. Para esto hizo varios bocetos, probando distintas poses y expresiones hasta que se quedó con la que podemos ver en la obra terminada.
Esta separación de espacios y ambientes en términos lumínicos es un recurso que fue posteriormente utilizado por otros grandes artistas, siendo quizás el más destacado René Magritte, artista belga perteneciente al movimiento del surrealismo. En su obra “Empire of Light” (1953) Magritte separa la noche y el día en el cielo y la tierra de forma que sería realísticamente imposible.
En esto se diferencia de Hopper, pues la forma en el que él lo elabora en “New York Movie” sí tiene cabida en el mundo real. Lo interesante de esta comparación es que el realismo y el surrealismo son movimientos prácticamente contrarios. Sin embargo, este tipo de recurso lumínico puede ser aplicado de la misma forma, pero con distinto objetivo, siendo en Hopper una forma de aumentar la teatralidad y separar dos realidades que ocurren en un mismo ambiente y en Magritte un elemento que ayuda a resaltar el sentimiento onírico y surrealista en la composición.
Esta obra de Hopper nos muestra cómo el mundo del cine puede permitir una separación física de la realidad y la ficción dentro de un mismo espacio, sin permitir que se interfiera con la verosimilitud. Permite la visualización de esta sensación de ensimismamiento que genera ver una película, saliendo así del plano de la vida propia momentáneamente para ponerse en los zapatos de los personajes durante un par de horas.
El rol que juega la mujer en esto es demostrar que esta inmersión en la película que se está proyectando es una decisión consciente, que amerita una predisposición. Son pocos los artistas que logran contar una historia de forma tan clara y visual en una pintura, pero Edward Hopper es sin duda alguna uno de los más talentosos cuando de narratividad en el arte se trata.
BIBLIOGRAFÍA/WEBGRAFÍA
MUSEUM OF MODERN ART:
https://www.moma.org/collection/works/79616
EDWARD HOPPER NET:
https://www.edwardhopper.net/newyork-movie.jsp
THOMAS FINE ART:
https://thomasfineart.net/shop/archive/new-york-movie-1939-after-edward-hopper/
OXFORD ACADEMIC:
https://academic.oup.com/occmed/article/67/3/174/3095958?login=true