COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE PALAZZO PUBBLICO DE SIENA
CONTEXTO HISTÓRICO
A lo largo de los últimos siglos de la Alta Edad Media y en la Baja Edad Media predominaron, en la Italia central y del norte, las sociedades urbanas. A pesar de que estas regiones fueron víctimas de una gran decadencia y despoblación, mantuvieron algunos vestigios del gobierno y de la administración romana. Dicho acontecimiento posibilitó que, entre los siglos X y XIV, renaciera en sus ciudades-estado una vida urbana desentendida de los medios de supervivencia agrarios.
Es, Florencia, el mejor ejemplo de estas ciudades. Sin embargo, Siena también fue uno de los mejores ejemplos, debido a que tuvo una banca de fuerte implantación e intereses comerciales de un gran desarrollo a escala europea. La ciudad de Siena se encuentra en la Toscana y, en un primer momento, fue fundada por los etruscos, pero luego pasó a ser colonia romana.
A partir del siglo X, la economía tuvo un gran desarrollo, lo cual se reflejó, socialmente, en un aumento de la población mientras que, políticamente, se reflejó en la voluntad ciudadana de autonomía. En los siglos XI y XII el poder de la Iglesia decreció hasta que, en el año 1167, Siena se declaró independiente. Debido a este hecho, el poder pasó a residir en el Comune y aumentó la influencia de la ciudad sobre su territorio, lo cual dio como resultado una relación de dependencia: productos a cambio de protección.
El poder del Comune, es decir, de los ciudadanos, pasó de las liberaciones en común, a un Consejo General. Este consejo estaba compuesto por un numero variable de consejeros, mayores de 25 años, ciudadanos de Siena y pertenecientes a la nobleza feudal. Su función era la de legislar, controlaba la acción del Consejo de Gobierno y nombraba a los funcionarios del Comune. En 1236, los consejos se estabilizaron con la institución del Consejo de los Veinticuatro, que hizo que Siena experimentase un periodo de gran esplendor económico y social. Todo ello, marcado por el enfrentamiento entre la parte güelfa, es decir, partidaria del Papa, en Florencia y, entre la parte gibelina, es decir, leal al emperador, en Siena. Dicho enfrentamiento tuvo su batalla decisiva en la colina de Montaperti, de la cual salieron beneficiosos los sieneses.
Sin embargo, los sieneses fueron excomulgados, los aliados rechazaban abandonar su alianza y extranjeros y príncipes güelfos italianos dejaron de pagar sus deudas a los bancos de Siena. El Consejo de los Veinticuatro fue sustituido y se instauró un consejo de nueve miembros güelfos. Entre 1287 y 1355, fue gobernada por dicho consejo, el cual formaba un gobierno popular y democrático.
Sin embargo, los Nueve fueron desalojados del poder en 1355. Este hecho nos lleva a una época llena de dificultades, bajo el mandato de los Doce. Años después, en 1368, tomó el poder el conocido como “pueblo menudo”, el cual introdujo unas reformas, pero que se vino abajo en 1386. Los sieneses pudieron recuperar el control político en 1404, a través de una República encabezada por los Priores. Durante el gobierno del Consejo de los Nueve, Siena fue una ciudad-estado, en la que las manifestaciones artísticas y de obras públicas, fueron patrocinadas por las grandes familias y por el Comune. Esto ayudó a la articulación y afianzamiento del orgullo cívico.
ANÁLISIS DE LA OBRA
En 1282, se empezó a hablar de transformar la antigua sede del gobierno, el edificio de la Dogana y, en el año 1297, se aprobó que el Consejo de los Nueve eligiera a doce hombres, cuatro por cada uno de los tres distritos en que se dividía la ciudad, para debatir cuándo y dónde se edificaría la construcción del nuevo palacio para el Comune de Siena. Al final, se escogió la Piazza del Campo para llevar a cabo dicha construcción de estilo gótico y, en 1298, empezaron con las obras. Además, se determinó que todas las casas ubicadas en la plaza tuvieran el mismo tipo de ventanas que el palacio comunal para asegurar el aspecto uniforme. Algunos autores, como E. Carli, dicen que Conte de Rinfredo fue el que inició la construcción y, en 1299, el Maestro Giovanni, calígrafo e iluminador, fue el que continuó con las obras.
Originalmente, el palacio debió tener, únicamente, un solo cuerpo de planta cuadrangular de tres alturas. Cada una de estas alturas estaba abiertas a la cávea del Campo por cuatro vanos apuntados; en el piso inferior, puertas determinadas por arcos sieneses, es decir, arcos ojivales sobrepuestos a otro curvo rebajado y, en los otros dos pisos restantes, ventanas triforas con columnas y sin balcones. Por consiguiente, en el nivel inferior nos encontramos una fachada de travertino con decoraciones geométricas sobre las ventanas, mientras que, en los superiores, tenemos fachadas de un intenso ladrillo rojo. El palacio también cuenta con el patio del potestá, en el que observamos arcos de medio punto que alternan capiteles en piedra con columnas y arcos de ladrillo.
Entre los años 1307 y 1310, se añadieron las alas laterales de dos pisos de altura y, en el siglo XVII, se introdujo otro piso, que dio lugar a su aspecto actual. La unidad formal de la fachada del edificio hace que pasemos por alto la discontinuidad planimétrica que existe entre el cuerpo central y las alas laterales, las cuales se quedan en la esquina constituyendo una composición algo curva. El ala izquierda se destinó para las estancias del podestá, mientras que, el ala derecha, se destinó para las dependencias del Consejo de los Nueve. Años más tarde, en 1327, se edificó una prisión y, en 1330-1340, el salón del Gran Consejo.
En 1325, se comienza con el proyecto de construir la torre-campanario, conocida como torre del Mangia, por el autómata tocador de campanario, mangia-guadagni o come ganancias, que viene a significar algo así como: las ganancias del campanero que se quedó sin trabajo. Además, este tocador de campanario se instaló en ella en el año 1400. La torre fue realizada por los hermanos Muccio y Francesco di Rinaldo, de Perugia, y Agostino di Giovani fue su supervisor.
Se construyó entre 1339-1348, y es una de las más altas, esbeltas y hermosas de Italia, superando a la del Palazzo Vecchio de Florencia, ya que fue diseñada para superar en altura a la torre del Palazzo Vecchio de Florencia, vecina y rival y que, en aquella época, era la estructura más alta de Italia. En su piedra angular nos encontramos con letras griegas, latinas y hebreas que nos vienen a decir que ni rayos ni truenos la podrán destruir. El remate que corona la austera estructura de ladrillo está realizado con mármol travertino y fue diseñado por Lippo Memmi, en 1341. En la base de la torre se construyó un templete votivo cuadrangular abierto en sus lados y es conocido como capilla di Piazza. A este templete se le dotó de un revestimiento clásico entre los años 1462 y 1468.
En 1360, se instaló un reloj mecánico en la pared de la torre, junto con tres campanas. La mayor de las tres campanas recibió el nombre de «Sunto». La logia, es decir, las esculturas presentes en la entrada de la torre, solían estar cubiertas por un simple techo, pero, más tarde, edificaron una bóveda de mármol renacentista.
La torre se construyó para que tuviera la misma altura que el Duomo di Siena simbolizando, de esta manera, que tanto Iglesia como Estado eran iguales y tenían el mismo nivel de autoridad. En definitiva este edificio del Comune se singularizaba, en el siglo XV, por su diferencia de altura entre el cuerpo central y las alas laterales; y por su torre, con unos 88 metros de altura, situada en el ala izquierda, es símbolo del poder del gobierno ciudadano.
BIBLIOGRAFÍA
PAOLETTI, J & RADKE, G (2002): El arte en la Italia del Renacimiento. Ed. Akal, Madrid, págs 559.
SUREDA, J (2006): “El arte del Románico y del Gótico”. Ars Magna. Historia del Arte Universal. Vol. VI. Ed. Planeta, España, págs 358.
WEBGRAFÍA
TUSCANY. Torre del Mangia.
http://www.tuscany.co/monuments-siena/torre-del-mangia.html
UNESCO. Centro histórico de Siena.
http://whc.unesco.org/es/list/717/documents
GALERÍA DE IMÁGENES