Retrato de Mary Wollstonecraft

Ficha técnica

Título: Retrato de Mary Wollstonecraft
Autor: John Opie
Cronología: c. 1797
Estilo: Arte Neoclásico
Materiales: Óleo sobre lienzo
Ubicación: National Portrait Gallery, Londres
Dimensiones: 76.8 x 64.1 cm

COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO RETRATO DE MARY WOLLSTONECRAFT

ANÁLISIS FORMAL

Nos encontramos ante uno de los retratos femeninos más espléndidos del conocido como la Maravilla de CornuallesJohn Opie (San Agnes, Truro, 16/5/1761-Londres, 9/4/1807).          

Ejecutado en formato vertical y con ausencia de planos compositivos, tenemos, enmarcada en un fondo liso, la hermosa imagen de medio cuerpo de una mujer sentada en posición tres cuarto, con las manos entrelazadas en el regazo y la cabeza girada hacia la izquierda, mirando un punto indeterminado por detrás del espectador y con el esbozo de una sonrisa en sus labios.


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Ataviada con sencilla elegancia, lleva un vestido camisa de corte recto; de media manga; escote en V y cintura alta, ciñéndose el busto con una cinta y liberando las formas femeninas al no precisarse corsé. Se completa el atuendo con un turbante que oculta su cabello rubio peinado con un moño bajo en la nuca.

Cromáticamente, se compone de una paleta donde predominan: el blanco para el vestido; los tonos marrones oscuros, negros y grisáceos para la creación del fondo liso; el amarillo dorado, apreciado en el cabello; el verde oscuro del turbante, que se funde con las tonalidades del fondo; y los rojos rosáceos vistos en el rubor de las mejillas y labios, que confieren una fresca lozanía al rostro femenino.

Llegados a este punto, cabe preguntarse por la identidad y relevancia de la dama, la cual es retratada por uno de los mejores retratistas británicos de finales del XVIII.

ANÁLISIS ICONOGRÁFICO

“Es tiempo de efectuar una revolución en los modales de las mujeres, tiempo de devolverles su dignidad perdida y hacer que, como parte de la especie humana, trabajen para reformar el mundo, mediante su propio cambio”.


Mary Wollstonecraft

La mujer retratada por John Opie es Mary Wollstonecraft, una de las figuras femeninas más importantes de la historia contemporánea. Esta escritora y filósofa británica, mediante su amplia bibliografía, sentaría las bases de lo que es hoy el movimiento feminista.

Nacería el 27/4/1759 en Spitalfields, Londres, en el seno de una familia de buena posición económica, pero el derroche paterno en proyectos especulativos les llevaría a pasar graves apuros y sumándose, además, un ambiente hogareño hostil, ya que el padre de Mary era un hombre violento y las maltrataba tanto a ella como a su madre y hermanas.

Su formación sería autodidacta, aunque frecuentaría los ambientes intelectuales en casa de sus amigas Jane Arden y Fanny Blood, haciendo que empezaran a atisbarse sus ideales feministas.

Retrato de Mary Wollstonecraft
Retrato de Mary Wollstonecraft

Sus primeras impresiones sobre el feminismo partirían de su experiencia docente, debido a que en 1780, junto a sus hermanas, abriría y dirigiría una escuela y, posteriormente, la llevaría a ser institutriz en Irlanda.

Aquí, expondría su convencimiento de que la mujer había sido esclavizada por una sociedad machista y educada para ser una esposa sumisa.

Ello le induciría a escribir sus primeros libros: Pensamientos sobre la educación de las hijas (1787), defendiendo la igualdad intelectual de mujeres y hombres; y La novela de María (1788), de gran acogida por la crítica.

Tras su estancia en Irlanda, regresaría a Londres donde trabajaría en la docencia y como traductora para el editor James Johnson, y empezaría a frecuentar los círculos intelectuales radicales, integrados por grandes personalidades como: el filósofo Thomas Payne; el pintor y poeta William Blake o el también pintor y escritor Henry Füssli, con quien mantuvo una relación sentimental, a pesar de que el artista estaba casado.

En este tiempo, escribiría Reivindicación de los Derechos del Hombre (1790), dirigida al historiador Edmund Burke por sus postulados conservadores con respecto al proceso revolucionario francés.

1792 sería un año importante para ella, ya que, por un lado, escribiría la que, sin duda, es su obra más famosa: Vindicación de los Derechos de la Mujer, en la que reivindica una educación para la mujer basada en los mismos conocimientos que los hombres y no sólo como madres o esposas, y promoviendo su activa participación en la sociedad con igualdad de derechos y deberes.

Por otro, viajaría a la Francia revolucionaria para poner en práctica los ideales de su libro. Durante su estancia en París, conocería al capitán y aventurero americano Gilbert Imlay, con quien viviría un intenso romance y tendría, en 1794, a su primera hija Fanny. También escribiría Historia y punto de vista moral de los orígenes y progreso de la Revolución Francesa (1793).

Tras el periplo francés, Mary volvería a Londres junto con Imlay y la hija de ambos. Al poco tiempo de pisar suelo inglés, Imlay la abandonaría, sumiéndola en una fuerte depresión y en una tentativa de suicidio.

Superado el bache de la ruptura, retomaría el contacto con James Johnson, volviendo a trabajar para él y retornando a los círculos intelectuales, donde conocería a su futuro marido: el filósofo William Godwin, con quien se casaría en 1797.

De esa unión, nacería la que sería una de las grandes damas de la literatura inglesa decimonónica: Mary Godwin, la futura Mary Shelley, autora de la celebérrima El moderno Prometeo o Frankestein (1818).

Moriría con 38 años a causa de las fiebres postparto tras el alumbramiento de Mary Shelley. Su esposo, como homenaje, publicaría la correspondencia de su mujer bajo el título Memorias de la autora de los Derechos de la Mujer (1798).

Esta pintura es un buen exponente del retrato neoclasicista británico del XVIII.

Realizando un breve recorrido por el Neoclasicismo dieciochesco, debemos tener en cuenta que se halla influido por las ideas de la Ilustración, haciendo que sea un estilo de elevados principios, y por la inspiración grecolatina, gracias a los descubrimientos de las ruinas de Pompeya y Herculano a mediados de siglo, que impulsará el ansia de conocimiento sobre el arte clásico, cuyo punto culminante será la publicación de Historia del arte de la Antigüedad (1763) de Johann Joachim Winckelmann.

La pintura de este estilo se caracterizará por rechazar los preceptos del Barroco y el Rococó. Serán composiciones cerradas y de gran frialdad, al no tomar como modelo las pinturas clásicas dada la escasez de las mismas y cogiendo la inspiración de la estatuaria grecolatina.

En ellas, veremos la gran importancia del dibujo frente al color, creando obras muy lineales; con fuerte modelado y de luz clara, contrastada y fría.

En la temática, destacarán los cuadros de narrativa histórica, bien desde el punto de vista moralizante y heroico o como documento de los acontecimientos históricos del momento; especial relevancia cobrarán los desnudos, sobre todo, con Ingres; el retrato y los paisajes, donde los ingleses se especializarán; o la literatura y mitología grecolatina.

Los pintores europeos, en mayor o menor medida, recibirán la influencia pictórica de David, sin embargo, Gran Bretaña constituirá un punto y aparte dentro de la pintura neoclásica, ya que, debido a su insularidad, adquirirá unas particularidades propias.

Los artistas británicos no serán pintores neoclásicos estrictamente hablando, pero sí tendrán una educación clasicista, fruto de la importancia que tendrá para ellos la realización del Grand Tour y el afán coleccionista de piezas clásicas.

Por tanto, en las pinturas neoclásicas británicas advertiremos la impronta del clasicismo mezclada con preceptos artísticos del Rococó y el uso de la pincelada suelta del Barroco.

Las temáticas predilectas serán, como hemos dicho, los paisajes, con fuerte influencia de los paisajes del Barroco holandés y de Claudio de Lorena, y el retrato, que lo llevarán a su máxima expresión, haciéndolos de tono elegante, con cierto punto intimista y en los que se observará una clara captación de la psicología del modelo, anticipando los rasgos definitorios del retrato del Romanticismo.

En lo que respecta a nuestro autor, John Opie encarna todos los preceptos estilísticos citados.

De formación autodidacta, mostraría desde niño excelentes aptitudes para el dibujo, las cuales potenciaría John Wolcot, quien se volcaría en la educación artística del pintor, al enseñarle los preceptos básicos del dibujo mediante las estampas antiguas.

Al formarse fuera de los círculos académicos, apreciaremos en su trabajo un arte puro y original, donde se percibe la destreza a la hora de captar el crudo realismo de los objetos; las dotes para la representación de las texturas ásperas en los claroscuros y la influencia de los grandes pintores barrocos en sus retratos y cuadros de temática histórica y literaria.

En este retrato, Opie vierte, magníficamente, todas sus enseñanzas. Ha sabido captar magistralmente el carácter de la retratada, presentándonos a una mujer fuerte y segura de sí misma, despojada de todo artificio y vestida con sencillez, coincidiendo con la idea de la propia Mary de que las personas deben vestir sencilla pero elegantemente para mostrarse tal como son y evitando enmascararse tras un vestuario artificioso.

Pero también la muestra con un aspecto lozano e irradiando la belleza que confiere el embarazo, puesto que estaba encinta de Mary Shelley en el momento en que fue retratada.

La presencia de la influencia de los autores barrocos se hace patente, usando una pincelada suelta muy similar a la de las últimas obras de Velázquez o elaborando los efectos lumínicos al estilo Rembrandt, al colocar el foco de luz en el ángulo derecho, el cual impacta sobre el blanco del vestido e ilumina el cuerpo para darle todo el protagonismo y dejando en penumbra el fondo. 

Para concluir, debemos decir que el cuadro estuvo colgado sobre la chimenea de la casa familiar de los Godwin.

BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA

-FOGG, Marnie, Moda, toda la historia, Barcelona, 2019.

-SEGURA GRAÍÑO, Cristina, Diccionario de Mujeres en la Historia, Madrid, 1998.

-VV.AA, Arte Universal: El Neoclasicismo, Madrid, 2009.

-VV.AA., Arte al detalle: Siglos XVII-XVIII, Rococó Neoclasicismo, China: Dinastía Quing, Arte Japonés, Arte Hindú, Barcelona, 2009.

-VV.AA, Enciclopedia del Arte, Vol. 6, Mar-Pal, Madrid, 2002.

-VV.AA., Neoclasicismo y Romanticismo: Arquitectura, Pintura, Escultura y Dibujo, Barcelona, 2006.

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