Santa Ana enseñando a leer a la Virgen

Ficha técnica

Título: Santa Ana enseñando a leer a la Virgen
Autor: Bartolomé Esteban Murillo
Cronología: Hacia 1665
Estilo: Barroco sevillano
Materiales: óleo sobre lienzo
Ubicación: Museo Nacional del Prado (España)
Dimensiones: 219 x 165 cm

COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE SANTA ANA ENSEÑANDO A LEER A LA VIRGEN

CONTEXTO HISTÓRICO ARTÍSTICO

Bartolomé Esteban Murillo nace en la ciudad de Sevilla en 1617. Su padre Gaspar Esteban y su madre María Pérez Murillo. Bartolomé fue el último de diez hermanos.

Con tan solo 10 años queda huérfano y pasa a ser tutelado por el marido de su hermana Ana. No es hasta 1635 cuando tenemos datos académicos del artista, siendo alumno de Juan del Castillo.

En 1645 contrae matrimonio con Beatriz Cabrera, con quien tiene nueve hijos. Es en ese mismo año cuando obtiene su primer gran encargo.




Rápidamente fue adquiriendo gran destreza en su técnica, proyectando unas maneras muy talentosas a la hora de abordar su propia pintura. En 1658 emprende un viaje a Madrid donde consigue entablar contacto con importantes artistas como Velázquez o Zurbarán entre otros.

En cuanto a su producción artística, hay que destacar que fue uno de los pintores que obtuvieron más encargos y de gran importancia. La sociedad extranjera estaba muy interesada en sus obras por la amabilidad y el trato que obtenían de ellas.

Uno de los acontecimientos más importantes de la vida de Bartolomé Esteban Murillo fue la creación de una academia de pintura en 1660 de la mano de Francisco Herrera El Mozo.

Esta academia tenía como objetivo principal el aprendizaje de futuros artistas por medio de un plan de estudio de lo más completo. 

Dentro del contexto histórico al que perteneció, tenemos que decir que fue un importante retratista de lo cotidiano, estando muy influenciado por la pintura de Van Dyck.

La ejecución de sus inmaculadas adquiere una fama extraordinaria debido a su exquisito trato. Fue en 1660 (creación de la academia de pintura) cuando Murillo alcanza su máximo reconocimiento.

Obtuvo encargos de gran relevancia por parte del Convento de San Francisco de Sevilla o de la Iglesia de Santa María la Blanca. En la ciudad de Cádiz obtuvo un encargo muy interesante en el Convento de Capuchinos, el cual no pudo ver finalizado. 

Gracias al aporte de conocimiento de diferentes profesionales que han estudiado a fondo la vida y obras de Murillo, podemos diferenciar varias fases artísticas: 1º fase: Frío (1652) 2º fase: Cálido (1652-1656) 3º fase: Vaporoso (1667-1668) 

En 1682 fallece en su ciudad natal, Sevilla.

ANÁLISIS FORMAL E ICONOGRÁFICO

Santa Ana enseñando a leer a la Virgen
Santa Ana enseñando a leer a la Virgen

Estamos ante una de las obras más conocidas de Bartolomé Esteban Murillo, Santa Ana enseñando a leer a la Santísima Virgen María.

Podemos ver a una señora de anciana edad, Santa Ana, enseñando a leer a una niña, la Santísima Virgen María. Toda la escena tiene lugar en un ambiente palaciego exterior, donde podemos apreciar diferentes elementos arquitectónicos clásicos como la columna que enmarca la zona izquierda de la obra o la balaustrada del fondo que aporta horizontalidad a la composición. 

Si dividimos la obra en dos partes, tenemos la parte terrenal que protagoniza la Santa con la Virgen María. Y la parte celestial, que protagonizan esos dos ángeles que portan una corona de ricas flores para coronar a la futura madre de Cristo. 

Santa Ana se encuentra en posición sedente mostrando a la Virgen María un libro. Sin duda alguna se trata de las Santas Escrituras. Con la mano derecha porta el libro y con la izquierda va marcando las directrices de lectura que debe de seguir.

La Virgen se muestra atenta escuchando la palabra de su madre. Parece como si aquella lección le cambiara su manera de percibir el mundo porque aquella palabra es palabra de su Dios.

El libro tiene un significado especial en esta pintura. Es fuente de conocimiento, es donde se encuentra toda la Verdad. Murillo emplea una conversación entre madre e hija para crear un ambiente mucho más familiar y amable.

El artista quiere que la escena tenga un ambiente doméstico y particular, dentro de esa atmósfera religiosa que debe de albergar. Por eso emplea elementos de la época como la cesta de costura, labor que también debían aprender las niñas del siglo XVII. 

En cuanto a las vestimentas, Santa Ana lleva túnicas de colores tierras, símbolo de la madurez. Velada sobre su cabeza con un fino tul que el artista emplea con delicadeza, dejándonos ver con total transparencia la ligereza de las pinceladas.

La Virgen María va vestida de la época del siglo XVII y con los colores Jacinto y celeste (tal como la pinta Francisco Pacheco), aunque ya sería con Murillo cuando se consolida la vestimenta de la Virgen María con los colores blanco y celeste. En la parte inferior de su cuello lleva un lazo y en su pelo una flor (María como flor de pureza) a modo de pasador. 

Entre un celaje cubierto de vaporosas nubes grisáceas se aparece una pareja de ángeles niños que van a coronar con flores a la Santísima Virgen María. Murillo emplea con gran majestuosidad los desnudos de ambos.

También es interesante la postura que se les otorgan de una forma tremendamente exagerada, propio de un rompimiento de gloria. 

El empleo de la luz y el color es ese halo de gracia popular que otorga Murillo a sus obras, en especial las que tiene un contenido religioso. En este caso, hay un foco de luz importante en el libro que sujetan la santa y la Virgen María como símbolo de la Verdad.

Este foco de luz incide en el rostro juvenil de la niña y llena de luz los distintos planos de la escena, creando así una secuencia de claroscuros.

Murillo hace especial hincapié en Santa Ana enseñando a leer a la Santísima Virgen María, en usar la luz como medio para potenciar las texturas de los objetos, en este caso de los ropajes.

Podemos ver como incide en los pliegues de los vestidos de ambas protagonistas y en la carnosidad de los desnudos de los ángeles. Hace una comparación a través del color entre lo grisáceo y oscuro del exterior, y lo divino y puro del interior donde tiene lugar la escena.

Para concluir este estudio iconográfico, queremos resaltar la importancia de este tipo de obras en la vida de Murillo. Su producción religiosa y sobre todo las que fueron dedicadas a la vida de la Virgen María, cobraron una vital importancia para la sociedad del Siglo de Oro.

Este género impulsó a la devoción mariana de la ciudad de Sevilla y al mismo tiempo se usaron este tipo de pinturas para la enseñanza.

También hay que decir que este cuadro fue muy copiado en las academias por futuros pintores y alumnos que admiraron el deslumbrante talento de Murillo.

BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA

LIBROS 

GARCÍA PONCE DE LEÓN, PAZ: Bartolomé Esteban Murillo, el pintor de la devoción. Madrid. 2017. 

WEBGRAFÍA 

MUSEO DEL PRADO: https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/santa-ana-enseando-a-leer-a-lavirgen/f10dc28e-3273-4b71-a67d-ad120e14a2d3 (Consulta: 28/6/20) 

ARTEESPAÑA: https://www.arteespana.com/murillo.htm (Consulta: 28/6/20) 

BIOGRAFÍAS Y VIDAS: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/m/murillo.htm (Consulta: 7/7/20) 

HISTORIA/ ARTE: https://historia-arte.com/artistas/bartolome-esteban-murillo (Consulta: 7/7/20)

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