COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA BUENA MUERTE (HERMANDAD DE LOS ESTUDIANTES, SEVILLA)
CONTEXTO HISTÓRICO
El contexto estará dividido en tres puntos fundamentales:
- El autor: Juan de Mesa y Velasco.
- Encargo de la obra.
- La hermandad de Los Estudiantes.
JUAN DE MESA Y VELASCO
Juan de Mesa nació en Córdoba en 1583 y fallecido en 1627 en Sevilla, se trasladó aquí con 23 años entrando en el taller de Juan Martínez Montañés firmando un contrato con el «Dios de la madera» de 4 años.
Muchas de las obras de Juan de Mesa han sido constantemente atribuidas a su maestro, ya que contaba con una gran destreza a la hora de ejecutarlas.
Se pone en duda que Juan de Mesa llegara sin formación alguna al taller de Montañés, tallaba bastante bien y esto no era común en los que ingresaban en los talleres del maestro, ya que solían ser niños que tenían poca idea de esculpir.
Se pensó por tanto que Mesa eligiera Sevilla por dos motivos: el primero, porque la ciudad era Puerto de Indias y el centro artístico más importante de Europa; y el segundo, porque aquí estaba el taller de Martínez Montañés el mejor escultor del momento.
No se sabe realmente cuanto tiempo estuvo en el taller con Montañés, ya que el contrato no se escrituró, lo que sí se sabe es que en 1615 ya contaba con su taller y sus propias obras.
Características más comunes de las obras de Juan de Mesa:
- Fuerte carga expresiva en los rostros.
- Movimientos anatómicos de la imagen mucho más dramáticos y naturalistas.
- Sudarios con pliegues y con movimientos.
Heliodoro Sancho Corbacho llamó a Juan de Mesa «el imaginero del dolor». Hernández Díaz citó que el Cristo del Amor era «El verdadero Laocoonte cristiano».
Destacan numerosas obras del escultor cordobés: Cristo del Amor (1618-1620), Cristo de la Conversión del Buen Ladrón (1619-1620), Jesús del Gran Poder (1620), etc. Fallece en Sevilla a los 44 años de edad (1627) a causa de una tuberculosis y se encuentra enterrado en la Parroquia de San Martín.
ENCARGO DE LA OBRA
El Santísimo Cristo de la Buena Muerte fue encargado el 13 de marzo de 1620 a Juan de Mesa por parte del prepósito de la casa profesa de la Compañía de Jesús, Pedro de Urteaga, y cuyo fin era el culto sacerdotal.
No consta en ningún documento que el Cristo desde su hechura recibiera esa advocación de «Buena Muerte», ¿por qué se conoce esto?, porque no aparece en el contrato con el autor ni tampoco se hace mención a tal advocación en la descripción que se hace de la procesión en 1621.
En la carta de concierto con Juan de Mesa este firmaba lo siguiente:
«En tal manera, que yo sea obligado, y me obligo, de hacer y dar hechas y acabadas dos imágenes de escultura: la una, un Cristo crucificado y, la otra, una Magdalena abraçada al pie de la cruz (+), de madera de cedro, ambas dos de la estatura ordinaria humana».
La estatura del Cristo sería 1,76 metros.
El autor sería pagado con más de 150 ducados, recibiendo 300 reales al contado y el resto una vez finalizadas las tallas.
ORGANIZACIÓN COMO HERMANDAD
Durante el reinado de Carlos III, se acuerda la expulsión de la Compañía de Jesús de todos los dominios de la corona española.
A partir de aquí, la nueva sede de la Universidad de Sevilla se instalaría en la calle Laraña, sede que anteriormente sería de la casa Profesa, de donde había sido expulsada la Compañía de Jesús, por lo que ahora todos los bienes que eran de la Compañía pasa a ser de la Universidad, por lo tanto también el Cristo de la Buena Muerte.
Este Santísimo Cristo de la Buena Muerte durante finales del siglo XIX cayó en el olvido y no fue hasta principios del XX cuando cobró importancia. Una serie de universitarios deciden hacer una hermandad penitencial con la imagen del Cristo como titular.
Las primeras reglas fueron aprobadas en 1924, y en 1926 se realizaría la primera estación de penitencia cuyos nazarenos irían ataviados con túnica de cola de ruan negro, acompañada de faja de esparto. La cofradía en la actualidad presenta diferentes guiones de las distintas facultades de Sevilla.
Cuando acaba la Guerra Civil la hermandad se consolida en la Anunciación, Iglesia justamente aledaña a la Universidad (hoy facultad de Bellas Artes). En esta Iglesia coincidió con hermandades como la Macarena o el Silencio.
En 1966 fue un año clave para la hermandad del martes santo ya que finalmente se traslada a la Capilla de la Antigua Fábrica de Tabacos, que a su misma vez dicha fábrica es la nueva sede de la Universidad de Sevilla.
En 1973 cuenta ya con una nómina de hermanos costaleros.
La Capilla del Santísimo Cristo de la Buena Muerte se encuentra en la calle San Fernando, fue construida por Sebastián Van der Borch entre 1756-1763. Realmente la salida procesional no la hace desde aquí sino que el lunes santo se produce el retranqueo de los titulares al hall de la Antigua Fábrica de Tabacos (Rectorado).
La estampa que aquí se produce con la magnífica obra de Juan de Mesa, sumada al diseño de Van der Borch y ejecutada por Cayetano de Acosta es sencillamente brillante, una estampa única en la ciudad de Sevilla.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO Y FORMAL
![Santísimo Cristo de la Buena Muerte](https://lacamaradelarte.com/wp-content/uploads/2023/10/Santisimo-Cristo-de-la-Buena-Muerte-683x1024.jpg)
Probablemente estemos ante el crucificado más completo que haya salido de las manos de Juan de Mesa.
Mide 1,76 metros, presenta una cruz arbórea propia de la época barroca, corona la cruz la popular inscripción «INRI» (IESVS NAZARENVS REX IVDAEORUM=JESÚS DE NAZARET, REY DE LOS JUDÍOS).
El Santísimo Cristo de la Buena Muerte esta clavado en la cruz por 3 clavos, uno en cada mano y otro en los pies, al contrario de lo que veríamos en el Cristo de la Clemencia realizado por Juan Martínez Montañés entre 1603-1606 que contaba con 4 clavos por esa visión que tuvo Santa Brígida (monja sueca) y que fue recogida por Francisco Pacheco. En este caso Juan de Mesa se alejó de esa concepción de su maestro.
Los brazos totalmente estirados, las manos presentan algo de rigor mortis (rigidez que se da en los cadáveres justo después de morir). La cabeza apoyada sobre el pecho, desviada hacia la parte izquierda del espectador, recaen en este mismo lado el pelo.
El rostro del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, da toda la paz que debe llevar la advocación de Buena Muerte, dando así una sensación de descanso eterno después de un gran sufrimiento.
Bastante sangre en la parte superior de la frente, hay profundas heridas a causa de la corona de espinas que llevaría el Cristo a principios de los años. La sangre cae por los laterales del rostro y por el lateral de la nariz.
Ceño fruncido en ese último instante de dolor, ojos almendrados cerrados pero no del todo, el Cristo se encuentra en segundos después de morir. Nariz definida en consonancia con el rostro, pómulos muy marcados cuya policromía se oscurece para darle mayor dramatismo a la imagen.
Boca entreabierta, labios carnosos y se observan las piezas dentales superiores perfectamente talladas. Barbas frondosas además del cabello que nos deja ver la oreja cuya policromía es oscura.
El cuello flexionado totalmente hacia la parte izquierda del espectador apareciendo una tensa musculatura. El torso del Cristo es cuasi prefecto, en el costado está la herida de la lanza que es lo que le provocaría la muerte al Señor y que de ella brota gran cantidad de sangre que cae desde la herida, hacia al torso y finalmente al sudario.
El sudario, barroco anudado a través de una pobre cuerda en la parte derecha del Cristo, hay bastante tela sobrante tanto en la parte derecha como en la izquierda. Tiene bastantes pliegues, trabajado desde la gubia de Juan de Mesa de una manera ejemplar, tiene movimiento y caída dándole a la imagen barroquismo y dramatismo.
Las piernas están semiflexionadas con heridas de la pasión en las rodillas, la sangre cae hacia los pies. El pie derecho del Cristo por encima del izquierdo. Cierta rigidez (rigor mortis) en los pies, sobre todo en los dedos, donde sigue cayendo sangre de ellos.
La policromía de la talla es bastante natural, sin demasiada sangre, la justa y necesaria, oscureciendo algunas zonas.
Decía el historiador del IAPH Gabriel Ferreras, que el Cristo de la Buena Muerte era la talla más montañesina de Juan de Mesa.
CURIOSIDADES
Contar aquí el hecho sucedido en 1983 y que es conocido prácticamente por toda la ciudad de Sevilla. En este año el Cristo era trasladado desde la Universidad (Rectorado) a la Iglesia de la Anunciación para celebrar su quinario, el Cristo sufre una caída desprendiéndose la cabeza del cuerpo, y suponiendo una gran conmoción para los allí presentes.
Fue restaurado por el profesor Francisco Arquillo Torres, el cual halló el famoso documento que confirmaba con veracidad la autoría de este Cristo por parte de Juan de Mesa diciendo en el mismo: «EGO FECI JOANNES DE MESA, ANNO DE 1620».
Dos años más tarde, en 1985 los hermanos Cruz Solís se dispusieron a ultimar el ensamblaje y consolidación de la talla, encontrando otro documento identificativo y a su vez más concreto ya que en el mismo se fijaba la fecha exacta de la finalización de la obra por parte de Juan de Mesa, siendo un 8 de septiembre de 1620.
Por último entre el 1 de junio de 1994 y el 9 de marzo de 1995, fue nuevamente intervenido en el Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales dependiente del Ministerio de Cultura de Madrid, aquí Raimundo Cruz Solís e Isabel Pozas limpiaron la policromía, eliminaron los repintes, e integraron la película pictórica donde faltaba excepto en los pies y se colocó una espiga en el dedo índice de la mano izquierda.
Finalmente el Cristo fue fijado a una nueva cruz realizada en el taller de Manuel Guzmán Bejarano. El Cristo de los Estudiantes ha sido restaurado por Pedro Manzano en el 2018 y repuesto al culto en enero de 2019.
En este año 2020, se celebra en la hermandad los 400 años del encargo de Pedro de Urteaga a Juan de Mesa, la hermandad cuenta con un amplio programa de actividades culturales, religiosas y patrimoniales a disposición de los sevillanos.
Rafael Serna pregonero de la Semana Santa de Sevilla del año 2017 le dedicaba unos versos al Cristo de la Buena Muerte y yo he querido seleccionar estos últimos:
[…] Buena Muerte, entre los dedos
Que modelaron la arcilla.
Buena Muerte o que se ha muerto
Para la Gloria de Sevilla.
Y yo para finalizar este artículo digo: «Que no hay mejor muerte que la Buena Muerte del Cristo de los Estudiantes».
BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
AAVV: Sevilla Penitente. Volumen I, Sevilla, Editorial Gever S.A, 1995, págs. 100 y 101.
DÁVILA-ARMERO DEL ARENAL, Álvaro y TALEGÓN MELÉNDEZ, Antonio: Semana Santa de Sevilla. Martes Santo. Sevilla, Ediciones Tartessos, 2010, págs. 50-69.
HERMANDAD DE LOS ESTUDIANTES: https://www.hermandaddelosestudiantes.es/titulares/santisimo-cristo/ (Consulta: 14/03/2020).
IDENTIDAD E IMAGEN DE ANDALUCÍA EN LA EDAD MODERNA: http://www2.ual.es/ideimand/juan-de-mesa-1583-1627/ (Consulta: 14/03/2020).
DIARIO DE SEVILLA: https://www.diariodesevilla.es/semana_santa/Cristo-Buena-Muerte-regresa-Universidad-tras-restauracion_0_1317768356.html (Consulta: 16/03/2020).
PASIÓN EN SEVILLA (ABC DE SEVILLA): https://sevilla.abc.es/pasionensevilla/actualidad/noticias/la-primeras-imagenes-del-cristo-la-buena-muerte-los-estudiantes-tras-la-restauracion-139166-1547208974.html (Consulta: 17/03/2020).
https://sevilla.abc.es/pasionensevilla/actualidad/noticias/los-estudiantes-cumple-95-anos-155654-1568710520.html (Consulta: 18/03/2020).
PERSONAL US: https://personal.us.es/alporu/patrimonio/escultura/cristobmuerte.htm (Consulta: 17/03/2020).