COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE SÁTIRA DEL SUICIDIO ROMÁNTICO POR AMOR
CONTEXTO HISTÓRICO
España fue un país considerado netamente romántico durante el siglo XIX gracias a sus paisajes y costumbres, la construcción del mito se debió sobre todo a los viajeros europeos y a sus escritos ya desde el siglo XVIII.
El atractivo de las culturas ajenas al mundo occidental puso a España de moda al ser comparada cultural y geográficamente con África y Oriente, el arte islámico llamaba poderosamente la atención de estos viajeros y con ellos las ciudades que guardaban sus tesoros como Sevilla o Toledo, también les interesaba las catedrales góticas y el arte que se dio durante el reinado de los Reyes Católicos, todo ello mezclado con las tradiciones, leyendas, historia y fantasía.
Viajeros anónimos y no tanto hicieron acto de presencia en el país como Merimée, su viaje a España quedaría inmortalizado en su famoso libro “Carmen”. También fue decisivo el interés que las obra de Goya despertó en esa época.
Dentro del romanticismo español se dio una corriente llamada costumbrista que se hizo rápidamente popular, esta pintura solía aludir a tipos y tradiciones propias de un determinado lugar, siendo en Andalucía quien proporcionó las imágenes más típicas, eran obras coloristas y amables, los temas eran las fiestas y el jolgorio, la bailarina con castañuelas, el bandolero, los mendigos…
En Madrid, ciudad donde nació nuestro artista también se dio esta corriente artística pero en este caso bajo la influencia como no de Goya, así como la influencias de las escuelas nacionales que habían desarrollado una pintura de género cercana a la holandesa y flamenca.
Al contrario que el andaluz el costumbrismo madrileño ofrecía una visión más amarga y desgarradora del mundo que le rodeaba, recurriéndose a escenas violentas y delirantes que aludían a la irracionalidad de las costumbres o del subconsciente humano, todo ello a través de colores tenebrosos.
Leonardo Alenza y Nieto nació en Madrid dentro de una familia de la pequeña burguesía, inició su aprendizaje en la Real Academia de Bellas Artes de Madrid, de aquí nacería su interés por la pintura de tema alegórico e histórico, rama por la que sería nombrado académico de mérito en 1842, a este género pertenece dos de sus pinturas más conocidas, “La muerte de Daoíz” y la decoración del antiguo Café de Levante.
Fue Alenza el prototipo del incomprendido artista romántico y una de las figuras claves de este movimiento gracias a su naturaleza enfermiza, la vida que llevó un tanto retirada de las instituciones oficiales, inclinado a la bohemia, y su prematura muerte sumido en la pobreza.
Le gustaba sobre todo pintar cuadros de pequeños formatos, meramente anecdóticos pero de gran agudeza así como retratos sencillos pero de gran profundidad, fue también un excelente dibujante y grabador.
Sus obras fueron influenciadas por los ambientes populares por donde se movía teniendo sus pinturas un tono burlesco y caricaturesco, llenos de gran ironía humorística.
En sus cuadros usaba pocos colores y todos muy oscuros, sus composiciones a veces recordaban a Goya, con fuertes contrastes de luz y movimiento, poseía una asombrosa habilidad para captar las fisonomías, las posturas , los gestos y los ropajes, con personajes llenos de gran espontaneidad y gracia.
ANÁLISIS DE LA OBRA

Alenza pintó la obra titulada “Sátira del suicidio romántico por amor” en 1839, una tétrica escena se representa ante nuestros ojos, en un cementerio y bajo un ciprés, vemos en primer término a una pareja, él un señor avejentado y sentado de manera poco elegante, reclama la atención y el amor de la mujer, mientras amenaza con descerrajarse un tiro, para demostrar que va en serio y en caso de que la pistola no de resultados se ha rodeado de otros objetos que podrían proporcionarle la muerte, así vemos una espada, un puñal, un frasco de veneno.
Todo ello junto a unos manuscritos, por lo que no ha de sorprendernos el título de la pintura, Alenza ironiza con la tendencia que existía en su época de suicidarse por amor, vemos también una lechuza, clara alegoría de la muerte.
Ella parece estar aburrida de semejante escena y parece no darse por aludida, levanta sus ojos al cielo con cierto hartazgo, sostiene un libro y una corona de laurel.
¿Pero es realmente una escena romántica sobre un amor no correspondido?
La protagonista como hemos dicho sostiene una corona de laurel que podría hacer alusión a la gloria, gloria que nunca podrá obtener el hombre y de ahí los manuscritos , podría tratarse de un escritor fracasado al que la Fama no hace ni caso.
La pincelada suelta y abocetada propia de Leonardo Alenza hace acto de presencia para otorgar mayor expresividad a la escena, una escena oscura, con una gama de color escasa y nada colorista, muy del gusto del artista.
BIBLIOGRAFÍA
Freixa Mireia y Reyero Carlos. Pintura y escultura en España , 1800-1910. Editorial Cátedra. 2005. Madrid.
Camargo Sánchez Manuel. La muerte y la pintura española. Editora Nacional. 1954. Madrid
Cabezas Juan Antonio. Pintores del siglo xix. Diccionario de arte. Editorial Libsa. Madrid. 2001